Novio Obsesivo y Agresivo (Raura) |ADAPTACIÓN|

Epilogo 2. 100%

(Contiene partes no aptas para menores, bueno igual van a leer. Algunas partes son narradas por Ross)

De un momento a otro él le retiró la camisa que tenía sobre su vestido blanco floreado, dejando llevarse el uno con el otro. El se sacó la chaqueta mientras la besaba lleno de pasión. Muchas veces había soñado con ese momento.

Y ahí se encontraban ambos, encaminándose a la habitación. Abrazándola fuertemente a él mientras sus besos no cesaban. Cuando abrió la puerta de la habitación, él la recostó sobre la cama y despacio le quitó los zapatos y después el vestido, jalando suavemente de el.

Tenía una linda lencería de encaje blanco, lucía muy sexy.

Ella lo ayudó a sacarse la polera blanca y la arrojaron por algún lugar de la habitación. Él besaba sus pechos por encima del brasier, aspirando su olor tan femenino, acariciando su piel dorada y brillante. Ella enterró sus dedos en su cabello color miel, sedoso y suave. El se sentía en el cielo por sus caricias, besó su cuello, lamiéndolo y mordiéndolo, cuanto la deseaba, solo la quería a ella en su cama, sólo a ella.

Besó su abdomen, jugueteo con su piercing rosa en su ombligo, los jadeos de Laura eran cada vez mas fuertes, con solo besarla la hacía gemir en sus brazos. Sintió su piel temblar mientras besaba cada rincón de su cuerpo.

Subió hacia sus orejitas, las mordió, las besó, hizo de todo con ella. Ella junto más su cuerpo con el de Ross elevándose por los aires, capturando sus besos nuevamente.

Nunca se había sentido tan excitado como lo estaba en ese momento, rápidamente se quitó los pantalones. Jamas había tomado tantas iniciativas, pero ella era diferente. Esta vez juntos sobre la cama, semi desnudos comiéndose a besos, acariciándose salvajemente, el ambiente se llenó de pasión, mordiendo sus labios, jalando sus cabellos. Ahora era ella quien lo besaba y le mordisqueaba cada parte de su cuerpo.

El se deshacía átomo por átomo, sentía que llegaba al cielo.

Y esta vez mas pronto, le quitó la ropa interior rápidamente dejándola completamente desnuda para sus ojos, era completamente bella.

- Hazme gemir primero - dijo ella excitada sobre sus labios - Con tu boca... Después será más fácil que entres...

El era totalmente feliz al escuchar aquellas palabras.

- Jamás podré pagarte tanta felicidad, Laura - dijo Ross jadeante.

Bajó sus labios hasta su feminidad, lamiendo con rapidez, pero también con mucha ternura, ella gemía llena de placer, el seguía jugando con su sexo, hasta que la sintió moverse excitada, retorcerse de puro placer. El líquido cayó de su vientre y la hizo temblar entre sus piernas.

- Entra ya - dijo Laura, pero en un susurro mágico, su voz se oía como cánticos de ángeles.

Era estrecha, no fue tan fácil entrar en ella, hasta que por fin lo consiguió, sintió su sexo palpitante contra el suyo, como si lo estrangulara, se hundía en un vértigo tremendo mientras la penetraba una y otra vez.

- Te vienes muy rápido - dijo Laura con una vocecita risueña entre sus labios.

Y era verdad, ahí mismo eyaculó.

No la recordaba tan natural como ahora, besé sus manos, y me concentré en lo profunda que era.

Ella tenía los ojos cerrados mientras respiraba agitadamente, y oí un ronroneo suavecito subirle por la boca cuando me retire de ella.