*14*

2.3K 217 1
                                    

- nos vemos luego_______. Se despidió Michelle cuando estábamos a la salida del instituto.

-si, hasta luego,. - me despedí de ella de beso. Y fue en camino a su casa mientras yo hiba al lado contrario por un lado en la acera.

La mochila pesaba un poco, y aun así seguía caminando bajo el calor.
Tenia que ir a mi nuevo trabajo, talvez se me haría pesado pero sabré lidiar con eso. Tuve que caminar unas cuadras más delante antes de ver el establecimiento, con ventanas de vidrio a lo que es a toda la altura de la pared, entere ellas divisiones delgadas color café, al igual que el letrero con  dorado que decía en letras grandes : Sarah's
Entré en el lugar empujando la puerta hacia adelante, y sonó una pequeñita campana que de inmediato vi arriba de la puerta, algunos se voltearon a ver, otros seguían con su comida o en su platica. Hay mucha gente.

- Hola, tu debes ser ________ no? - preguntó una voz detrás de mí. Me di la vuelta. Una señora alta, de ojos grises, cabello castaño oscuro, con muy pocas arrugas, para ser talvez alguien de cuarenta y pico supongo. Vestía de una blusa escotada de flores, y una falda negra ajustada hasta la rodilla. Un poco formal para estar en un restaurante o bar.

-si,-dije. La señora hizo un gesto con  la cabeza para indicar que la siguiera. Así hice. Me guió hacia detrás de los mostradores y sacó de entre unos cajones una ropa y la puso en mis manos.

- ponte ésto. Y atiende a las personas, mandaré a alguien para que te ayude. - dicho esto se fue con otros señores en una mesa. A seguir charlando.

Fui a los baños que se encontraban en un extremo, no había nadie, me metí a un baño, revise la ropa y vi un mandil negro, una blusa rosa que por cierto, de milagro no era escotada, solo eso, me la puse y encima el mandil y guardé mi blusa en mi mochila, me quede con mis pantalones ajustados y entubados color azul mezclilla. Salí del baño con mi mochila me vi al espejo me acomode y moje mi cabello un poco. Me dirigí al mostrador y di con una chica enfrente de mi.

- hola, ______ cierto? - preguntó apuntandome y enarcando una ceja.

-si, hola - dije y sonreí.

-muy bien ______, toma esta libreta, un lapicero y solo pregunta que desean ordenar a cada mesa, los numero de las mesas están en las partes de atrás de las sillas, - dijo ofreciendo las cosas y señalando las mesas, muy rápidamente pero logre entender.

-de acuerdo - dije.

- las mesas 5,9,4 ni han sido atendidas,. - siguió.

-entonces voy a atenderlas - dije y me dirije a las mesas.

Tomé la orden de cada persona según su mesa, lleve las notas a la parte de atrás del mostrador dónde se cocinaba.
Luego lucy, que fue la chica que me dio las indicaciones, me ayudó a limPiar las mesas. Seguí tomando ordenes, Sarah de vez en cuando se pasaba por donde nosotras trabajamos, solo veía, saludaba a uno que otro cliente y se hiba. Cuando ya  o había clientes, dando las 8, se cambiaban las mesas de lugar y se ponían bebidas alcohólicas en el mostrador, entonces era en la noche que se volvía un bar.

- lo hiciste muy buen en tu primer día de trabajo _______-dijo Sarah.

-muchas gracias - le sonreí.

-tu paga será mensual, eso lo hable con tu madre -

-si, gracias por aceptar que trabaje aquí.

- No fue nada. Pero si quieres puedes trabajar los fines de semana en la noche en el bar, no ayudarlas mucho - negué amablemente, pues no me parecía muy bien.

Me cambié en los baños y deje la blusa rosa y el mandil, en un cajón que Sarah tenia para guardarlos.

Me fui caminando hacia mi casa, muy lejos. Eso es lo malo de este trabajo. Era de noche, y aunque eran apenas las 8, no había nadie en la calle, y es que por aquí es muy peligroso sobre todo para las chicas que andan vagando solas por ahí. Ahora soy una de ellas. La calle oscura da miedo, y más si está en silencio, el escalofrío empieza a recorre mi cuerpo, y una luz de auto refleja mi sombra enfrente de mi, el auto se acerca más por atrás, y mi miedo aumenta en mí, aunque es muy paranoico, pero después para alado mio, la intriga de saber que  es me gana y giró mi cabeza hacia la derecha, el auto negro seguía encendido, y el conductor empezó a bajar el cristal lentamente, para mi sorpresa era Abraham, me quede mirando, no me movía, y el me miró,

-no quieres que te lleve? - preguntó abraham señalando el asiento de copiloto con su cabeza.

-No, gracias puedo llegar sola- me voltie con la duda de si eso estaba bien seguir sola por ese camino oscuro. Cuando me decidí a que me hiba sola, la única luz que estaba encendida se apago, dejando escapar un grito ahogado.

-segura? Es peligroso, y creo que tienes miedo - lo volví a ver y por su tono pensé que ese estaba riendo, pero parecía preocupado por que me fuera sola. - vamos, sube.

Rodee el auto y abrí la puerta, me metí dentro, y cerré. Arrancó de nuevo y siguió por el camino, el auto tenia olor a nuevo y un leve aroma a lavanda.

- gracias- le dije a abraham y el miró rápidamente hacia mi y volvió su mirada a la carretera.

¿Me Recuerdas?Abraham Mateo *EDITANDO*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora