Capítulo 16: Parte I

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-¿Liam...? -musitó insegura.

-Respondes como si te murieras por mí -dijo él con orgullosa satisfacción.

______ lo observó bajarse la cremallera del pantalón. Sus ojos se abrieron inmensamente, sintiéndose de pronto cohibida. Segundos más tarde unos boxers negros se deslizaron por las estrechas caderas, y ella vio por primera vez un sexo masculino excitado y completamente erecto. Y aunque el era aún más bello de lo que jamás hubiera imaginado, también le resultó amenazador. Tardíamente consciente de su propia desnudez, _______ se sentó y tiró de la sábana para ocultarse bajo ella. Su corazón latía acelerado.

Saber que no era sino una inexperta le producía pánico. Liam volvió a la cama con movimientos naturales, sin ninguna inhibición. En realidad ______ dudó que él, en alguna ocasión, hubiera necesitado de un dormitorio en el que esconderse.

-Eres tímida -murmuró el casi con ternura, quitándole la sábana para unirse a ella, concediéndole poca importancia a ese sentimiento.

-Sí... Liam...

-Quiero verte -confesó él estrechándola contra su cuerpo duro, poderoso y abrasivo, con un brazo posesivo-. Estás temblando...

-Me pones nerviosa.

Liam enredó los dedos en el espeso cabello de ______ y atrajo su boca hacia sí saboreándola en profundidad hasta que la cabeza de ella se inclinó llena de pasión y todos sus nervios desaparecieron. Y entonces él elevó la mirada y sus ojos dorados quedaron prendados en los de ella.

-Esto no es simplemente una noche de locura, es algo excepcional, algo especial. Yo no tengo por costumbre acostarme con las mujeres así -aseguró él con ronca sinceridad.

_______ levantó una mano temblorosa y le apartó el cabello de la sien. Tenía el corazón en un puño. No podía creer que él pudiera tener tanto poder sobre ella, que al fin un hombre la tuviera pendiente de cada una de sus palabras, esperando y rezando para que fuera digno de su confianza. Saberlo resultaba aterrador, pero cuando él sostenía su mirada o la acariciaba ni una sola fibra de su cuerpo podía resistírsele.

El recorrió con una mano todo su cuerpo tembloroso. Ella se estremeció y jadeó. Su cuerpo estaba tan completamente preparado que una sola caricia bastaba para despertarlo. Cuando él jugueteó con el triángulo de bello que formaban sus piernas ella gimió y dejó que su rostro se hundiera sobre el hombro de él. Zayn siguió el rastro hasta el mismo centro de su ser, cálido e hinchado, con devastadora experiencia, llegando al punto más sensible. Y en ese momento _______ se vio perdida sin remedio, atormentada por un cúmulo interminable de sensaciones que pronto se convirtieron en una tortura sin fin.

-Estás tan cerrada - musitó el con un gemido sensual y gozoso.

La urgencia de aquel deseo resultaba insoportable. ______ estaba completamente fuera de sí, con la respiración entrecortada, sujetándose a cualquier parte de él que lograba agarrar.

-Liam, por favor... -gimió desesperada. El se deslizó sobre ella colocándola sobre la cama. _______ se debatió con ojos brillantes, exultante de feminidad, sintiendo el férreo control de el y su rendición. Un hambre fiera la abrumaba en ese instante sin vergüenza. Y entonces él la penetró y el punzante y apasionado dolor de aquella invasión la hizo llorar de sorpresa.

Liam se quedó muy quieto. Unos ojos marrones atónitos la miraron de lleno.

-¡Cristos... es imposible que seas...!

-Ya no...

-Te gusta sorprenderme, ¿verdad? -preguntó él con una llama de fuego primitivo en la intensa mirada.

______ estaba ruborizada al máximo, era completamente consciente de cada uno de los pequeños movimientos que él hacía abriéndose paso hambriento por su interior.

-Ahora no puedo hablar -musitó atenta por completo a cada uno de los detalles de aquella nueva experiencia fascinante.

Liam rió a carcajadas. La besó en lo alto de la cabeza y comenzó a demostrarle cuán excitante podía ser aquello. Una necesidad cruda, fuera de control, iba poseyendo a _______ cada vez con más fuerza. Apenas podía respirar. El mundo hubiera podido llegar a su fin y nada hubiera importado excepto aquella vibrante penetración. La intensidad del placer la volvió loca hasta que, finalmente, llegó al borde de la excitación y una ola de paroxismo la liberó.

-Deberías de haberme dicho que era la primera vez, pethi mou -pronunció el apenas sin aliento.

-No me pareció importante -musitó ________ evasiva, disfrutando del modo en que él la abrazaba contra su cuerpo ardiente, cálido y húmedo, llorando contenta de que él no pudiera verlo.

¿Acaso era posible enamorarse en el plazo de veinticuatro horas?, se preguntó ________ ensoñadora, luchando por reconocer a la nueva persona que sentía nacer en su interior, pero demasiado contenta y satisfecha como para sentir como una amenaza aquel cambio.

¿Algo especial? ¿Pero cómo de especial? _______ sabía perfectamente cuánto de especial era Liam para ella. Hubiera deseado poder envolverlo en una sábana de amor y abrazarlo hasta la muerte, nunca había sentido nada igual.

-Para mí sí lo era -le confió Liam en voz baja-. ¿Tienes hambre?

-No, en realidad no.

-Pues yo no recuerdo cuándo comí por última vez -musitó él reflexivo.

-¡Qué sensible!

Liam la soltó y rodó por la cama hasta alcanzar un teléfono interno por el que ordenó que les llevaran comida. Luego, tomando su mano, la arrastró fuera de la cama junto a él. Con los brazos envueltos sobre sí misma, como si tuviera frío, _____ caminó hasta el baño y lo observó abrir el grifo de la ducha. De pronto se sintió tremendamente tímida. Se veía arrastrada hacia la más profunda intimidad sexual. Liam la metió en la ducha con él ignorando su vergüenza deliberadamente, o quizá sin darse cuenta.

-Eres menudita de verdad -suspiró.

-Mido uno cincuenta y uno -musitó ______ añadiendo un centímetro más, sintiendo que el la contemplaba de arriba abajo.

-Estabas tan graciosa en el aeropuerto con aquel abrigo tan largo... eras como una niña pequeña toda vestidita - ______ no supo qué responder-. ¿Por qué te has quedado tan callada?

-No llevo nada de ropa, y no tengo por costumbre mantener conversaciones en la ducha.

Liam rió. Luego la abrazó y la levantó como si fuera una muñeca, enlazándole los brazos a su cuello. La sujetó a su altura y la miró a los ojos, intensamente.

-¿Estás tomando la píldora anticonceptiva?

_______ frunció el ceño y se ruborizó. No entendía por qué le hacía semejante pregunta cuando era él quien había tomado precauciones en aquella ocasión.

-No.

-Eso pensé. El preservativo se ha roto -la informó Liam sin parpadear, escueto.

La Novia Embarazada l Liam Payne l Adaptada (TERMINADA)Where stories live. Discover now