Tarta + Confesiones

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Disclaimer: Hetalia Axis Powers pertenece a Hidekaz Himaruya aka Hima-san. Le debemos el mundo (literalmente(?)).

Advertencias: Temática slash (hombre/hombre). Diferencia de edad (6 años).

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A pesar de que técnicamente sólo debía ayudar a la señorita Monika durante una semana, seguí haciéndolo durante las siguientes ya que era entretenido ayudarla a preparar las clases de repostería para cada miércoles. Nunca pensé que me llevaría bien con un profesor, además de Antonio claro.

Durante los siguientes días, con la meta de preparar un impresionante pastel de cumpleaños para Feliciano y para mí, luego de que las clases acabarán me iba a recorrer pastelerías y librerías por el centro de la ciudad, buscando recetas o ejemplos de tortas y pasteles que me parecieran más apropiado para una celebración y así, intentar prepararlas luego.

Un día, mientras daba vueltas por calles cerca del instituto, me encontré con la cafetería a la que Antonio me había llevado antes, esa donde trabajaba su amigo. Ni siquiera lawathabía recordado, y es que pasa muy desapercibida, estando ubicada en una pequeña calle y rodeada de otras tiendas mucho más ostentosas, lograba ser opacada.

Luego de examinarla con detenimiento, su presentación resultaba bastante atractiva, con un mediano cartel que se mantenía en pie y escrito con tiza en donde indicaban las ofertas o promociones que ofrecían, junto a una vitrina en donde se exhibían los mejores dulces, además de la decoración con pequeñas plantas en su exterior e interior.

Cuando terminé de observarla, decidí entrar. Al abrir la puerta un agudo y breve sonido de una campanilla se escuchó y al instante el amigo de Antonio apareció por la puerta detrás del mostrador.

—Oh, Lovino. ¡Hola!

Me sorprendí de que me recordara. Yo sólo lo hacía porque Antonio me hablaba de él y de Gilbert de vez en cuando.

—Hola.

—¿Qué te trae por aquí? —Salió de detrás del mostrador y con amable trató me guió hasta una de las mesas. Ambos nos sentamos frente a frente.

—La cafetería está cerca de mi instituto, así que sólo decidí pasar.

—Ah, muy bien. Excelente idea —dijo con una sonrisa en su rostro.

—Tú nombre... Es Francis, ¿no?

—Así es.

—¿Cómo es que me recuerdas?

—Imposible no hacerlo. —Me sorprendí un poco por su respuesta— Toño se la pasa hablando de ti. Me atrevería a decir que te conozco muy bien a pesar de haberte visto sólo unas tres veces.

Me sentí bastante avergonzado, pero feliz. Que Antonio le hablara a sus amigos de mí, no era algo malo, para nada, me hacía sentir importante en su vida. Desvié mi mirada hacia un lado y disimuladamente cubrí mi boca para ocultar la sonrisa que se me escapó.

—¿Y por qué no estás con él ahora?

—No tengo por qué estar con él siempre.

—Oh, independiente. —Le oí decir en voz baja—. De todas formas, ¿deseas comer algo? Sólo por ser el novio de Toño te haré un descuento.

Mi rostro enrojeció con violencia, estaba seguro de que incluso mis orejas se habían coloreado.

—¡¿Qué...?! ¿Qué...? ¡¿Qué...?!

—Qué adorable reacción.

—¿Có-cómo lo sabes...?

—Me lo acabas de confirmar. —Una sonrisa llena de picardía apareció en su rostro.

EnséñameWhere stories live. Discover now