Capítulo III: primera parte.

115 24 15
                                    

Sentado en el sofá de la sala mientras veía la tv,  el rizado se encontraba muy aliviado, sentía que un gran peso en él se había liberado, no se arrepentía en lo absoluto haber conversado con su amiga sobre Louis.

Su celular comenzó a sonar y subió a su habitación lo más rápido posible. Lamentablemente sus padres no podían oír sus conversaciones y tenía que hacer todo en secreto.

—¿Alo? ¿Zayn?

—Hola Harry, ¿cómo éstas?

—La verdad es que me encuentro genial —dijo emocionado.

—Oh ¿por qué será no?

—Nada importante en realidad.

—De acuerdo. ¿Sabes que día es mañana no es así?

—No puede ser —susurró — ¡Mañana es viernes! —esta vez lo dijo gritando, por lo que se tapó la boca al darse cuenta que sus padres podrían oírlo.

—Exacto, mañana no veremos después de tanto tiempo ¡esto es magnífico!

—Lo es, no sabes lo emocionado que estoy.

—No más que yo créeme.  Y dime... ¿hay alguna novedad en la escuela?

—Puede que si haya algunas.

—¿Como cuáles?

—Hay chicos nuevos — penso en Louis y sacudió su cabeza rápidamente para sacarlo de sus pensamientos.

—¿En serio? ¿Y están buenos? —dijo en un tono divertido.

—Puede que sí.. —pensó nuevamente en Louis y se molesto con el mismo.

—¡Oye! ¿era una prueba lo sabías?

—¡Claro que sí! me gusta hacerte enfadar —mintió, en realidad había respondido lo primero que se le vino en mente.

—Acepto que nos hayamos dado un tiempo, pero no aceptaré que te andes regalando —rió.

—¿Como puedes decir eso? Sabes muy bien como soy —contesto ofendido.

—Es una broma descuida. ¿Mañana quieres que pase por tu casa?

—Descuida Zayn, nos veremos en el autobús.

—¿Por qué? Yo siempre pasaba por ti, y puedo seguir haciéndolo.

—No es necesario, de todas formas nos veremos.

—¿No me éstas evitando o sí?

—¡No! ¿cómo puedes decir eso?

—No lo sé... siento como si las cosas no fuesen a ser como antes.

—Todo será exactamente como antes, no tienes de que preocuparte.

—Tu lo has dicho Harry, eso espero.

...

El rizado estaba sentado en el autobús camino a la escuela, su felicidad en aquel momento era única, estaban por pasar la calle en la que Zayn solía tomar el autobús. Muchos de sus compañeros lo miraban extrañados, su felicidad era muy obvia.

El autobús hizo una parada en el lugar que Harry tanto esperaba. Empezó a sentirse nervioso, cuando lo viese el pensaba abalanzarse sobre él y abrazarlo por  todo el tiempo que se le permita, y no podría hacerlo en el autobús estando todos allí. Sin pensarlo más el rizado se levantó de su asiento y bajo del auto lo más rápido posible. Apenas lo hizo sus ojos se cristalizaron no podía creer que lo estaba viendo frente a el.

—¡Suban ya, no tengo todo el día! —se quejó el chofer.

—Descuide, caminaremos—contesto aquel chico. El chofer hizo caso y avanzó el autobús dejándolos solos. Harry se acercó rápidamente a él y lo abrazó, lo hacía como si fuese la última vez que lo abrazara, el otro sujeto hacia el mismo acto.

Cambio - Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora