Capítulo 16

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James estaciona el auto y ambos nos bajamos de éste, me adelanto unos pasos y camino para adentrarme al centro comercial. Sin previo aviso, James me toma de la mano y aunque intente soltarme, no me deja ya que mi fuerza no se compara a la suya. Pongo los ojos en blanco y por la esquina del ojo, veo a James reír. Idiota. Entramos al ascensor y cuando las puertas se cierran, observo nuestro reflejo.

-¿Por qué estás enojada? 

Le escucho preguntar. 

-Tú sabes.

Gruño. Por el reflejo, veo la cara de James que muestra confusión.

-¿Qué hice ahora? 

-Eres un idiota. — suelto.

-¿Por qué? — frunce el ceño con confusión.

-¡Tú sabes!

-No soy adivino, Arabella.

-¡Eres un idiota por no llegar a tiempo! — grito, exasperada.

Agradezco que nos encontremos solos. Viajamos hasta el piso más alto y a penas vamos por la mitad.

James se posiciona delante de mí y solo observo su pecho fuerte disfrazado de una polo blanca. No me permito observar su cara, pero James muy suavemente toma mi mandíbula y la eleva, haciendo que mis ojos conecten con sus hermosos ojos verdes pálidos. 

-Soy una mierda, lo entiendo y lo sé. Pero perdóname. 

-Mmmm...

-Jesús, ¡Te haces la rogada! — exclama con una sonrisa. 

-Idiota. — Sin poder evitarlo, sonrío. 

James se inclina y roza sus labios sobre los míos. Las puertas del ascensor se abren y James se aleja, se posiciona detrás de mí y me abraza por detrás. Una mujer alta con una figura maravillosa entra y no puede evitar mirar a James, pero al verme a mí y embarazada, se voltea y nos observa (más bien a James) por el reflejo. No soporto estar con una tipa así y más por cómo observa a James, así que cuando las puertas se abren nuevamente, salgo y jalo a James por la mano y ambos salimos.

-Pensé que íbamos al piso más alto.

-Sí, pero me hará bien caminar. 

James suelta una risita a la vez que niega con la cabeza. Tomados de la mano, caminamos por el centro comercial y la gente observa a James, la mayoría conoce a este hermoso chico y al verme después a mí, abren sus ojos y sonríen. Llegamos a nuestro destino, que es una boutique para ropa de niño. Al entrar, ambos nos quedamos de pie, frente a miles de percheros con ropa para bebé. ¿Qué deberíamos elegir?

-¿Arabella?

-Sí.

-Esto da miedo. 

-Lo sé. 

Con pasos temblorosos, entramos y nos recibe una chica de cabello rojo.

-¡Hola! ¿En qué les puedo ayudar? — sonríe.

-Queremos ver... ropa para recién nacido... para niño. — digo a puras penas. 

-¿Es su primera vez? — pregunta la chica.

-Sí.— decimos James y yo al mismo tiempo. 

-No hay problema, yo les ayudo. Siganme. 

La chica nos guía y nos lleva a un enorme pasillo con miles de ropas para recién nacidos. 

-¿Cuántos meses tienes? — me pregunta la chica.

-Seis meses. — sonrío. 

-Felicidades. Bueno, ahora les mostraré la ropa. Tenemos estos trajes para recién nacidos...

Touching Your Dark HeartWhere stories live. Discover now