Estoy en el infierno

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Maratón 2/3

POV: JOYCE

Embarazada. Dios, estoy embarazada.

- No,no. Esto es un error ¿Cierto doctor? Mí hija no puede estar embarazada. ¡Pero si es una niña por Dios!- expresa exaltada.

Mí mamá esta al borde de la locura. Se levanta de sopetón y comienza a dar vueltas en el consultorio cual lobo enjaulado. Esta muy,muy histérica. Se hala el pelo y tira de el sin contemplaciones.

-Señora Alicia, carmece. Un embarazo en adolescente no es nada del otro mundo. Los padres ya deberían de estar acostumbrados.- murmura esto último.

- ¿Como que no es nada? Y ¿Como se atreve ha decirme esa tontería doctor? ¿Es que no la ve? Es una bebé. Mí bebé.- dice mi madre señalándome y el doctor me mira enarcando una de sus cejas como diciendo " Valiente bebé".

Todo esto se esta saliendo de las manos ¿Porque me tiene qué pasar esto?.

-Dime que esto es una pesadilla Joyce, dime por favor que lo estoy soñando.- miro a mí mamá que tiene cara de incredulidad y mucho más y niego con la cabeza para luego salir despistada del consultorio. Escucho ha Alicia llamarme pero yo continuó mí camino sin siquiera voltear.

Como me gustaria que fuera una pesadilla. Como no encantarme que fuera un jodido sueño, pero no, es la puta realidad. Estoy embarazada de alguien que no se nada desde hace casi un mes. Embarazada de alguien en el cuál no tengo ni la más remota idea de si va ha volver.

-Detente ahí jóvencita. Tú y yo tenemos que hablar.- me detengo no por las palabras de mí madre, si no porque no tengo a donde ir.-Dime ¿Como es que esta embarazada?

Yo la miro con gesto de obviedad. ¿Es que es tonta o se hace?

-No me mires así Joyce Domínguez.- exige mamá.

-Mamá, ahora no. No ahora.- ella entorna los ojos para luego asentir. Ambas nos montamos en el coche y nos dirigimos a casa.

Al llegar a casa nos bajamos del coche en total silencio y yo me adelanto y entró en la casa seguida de mí mamá. Al entrar nos encontramos a mi papá un poco apurado.

-Que bien que llegaste amor. Hoy tenemos...-

- Tenemos que hablar de tú hija...- le interrumpe mamá.

-No. Hablamos de eso después. Ayer llego...- pero ya no escucho nada más, por el simple echo de que me apresure ha subir a mi habitación.

Entro en el y me tiro en la cama. Llevo una mano a mí vientre y comienzo ha acariciarlo. Un bebé. Un bebé de él y yo.

No se en que momento me dormí pero lo hice. Me levanto de la cama y decido darme un baño para salir a dar una vuelta. Miro el reloj y veo que faltan diez para las ocho, no se donde iré pero ya veré.

(***)

Salgo del baño envuelta en un albornoz. Elijo lo primero que veo y me lo pongo. Esto es unos leggins negros y una franelita blanca completando con unos vans negros. Salgo de mí habitación y me dispongo a bajar las escaleras. Cuando estoy bajando el último escalón escucho unas voces en la sala ha lo que me dirijo a ver.

-Y esta señorita ¿Quien es?- dice mí padre. Estoy apunto de entrar en la sala cuando de repente escuchó esa voz.

-Ella es mi...- pero no termina ya que yo entro y el dirije su mirada a mí. Ambos nos olvidamos de todos y nos perdemos en nuestras miradas, pero ese momento desaparece cuando su acompañante termina la oración.

-¡Oh, mucho gusto!. Yo soy Maritza, la prometida de Alex.- y ahí es cuando mí mundo se desploma.

Dirijo mí vista a ella. Específicamente a su cara y tal parece que sabe quien soy porque su sonrisa de superioridad y llena de victoria me lo dicen todo. Estoy en el infierno.

Domada por un PervertidoOù les histoires vivent. Découvrez maintenant