06 // Con un corazón.

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Sábado.

Desperté por el cosquilleo insistente en mi pie, me moví sólo un poco y seguí durmiendo, pero el cosquilleo no se iba.

-Cam... deja de molestar o te rompo la cara -hablé haciendo golpear las palabras contra la almohada.

-Ya es tarde, tienes que levantarte ahora mismo.

-¿Cinco minutos?

-Cinco minutos son los que tenemos si queremos llegar al colegio.

Lo miré y después al reloj, como reflejo me levanté de golpe, literalmente teníamos cinco minutos para salir de casa.

-¡Hijo de la... agh! ¿Por qué no me hablaste?

-¿Tal vez porque olvidaste poner el despertador y yo también me quedé dormido?

Voy rápido al baño y cepillé mis dientes, alcé mi cabello en una coleta mal hecha y me lavé la cara. Del clóset, saqué un vestido holgado color azul marino, se lo aventé a Cameron y lo volví a tomar para entrar al baño y cerrar la puerta para cambiarme.

-¿Lo olvidé? ¡Claro que lo olvidé! -Grité.

-Pues está bien, porque es sábado.

Sentí mi sangre hervir de inmediato, Cameron era el mayor hijo de puta en toda la tierra, era el ser más despreciable que alguna vez pude haber conocido, era un simio piojero. Abrí la puerta del baño azotándola, él estaba en el otro extremo de la habitación usando como escudo una almohada.

-Tengo que conseguir amigos mejores que tú -le dije asintiendo con la cabeza.

-Pero si tú me amas.

-No todo el tiempo.

Respiré hondo, y él se hechó a rerír, corrí hasta llegar a donde estaba, le quité la almohada y comencé a pegarle con las palmas de mis manos en toda la cabeza.

-Te odio, Cameron. Eres el peor, eres un mediócre, eres un maldito bastardo -le grité en la cara.

-Probablemente, amor.

-Nada de "probablemente", lo eres, maldito. Ahora a dormir.

Me tiré nuevamente en la cama, pero Cameron me alzó en brazos llévandome a la puerta para abrirla y salir, Emma iba saliendo de su habitación.

-Cameron, baja a mi niña de ahí... -interrumpí gracias al apoyo de Emma.

-Sí, mamá, pégale.

-¿Que no ves que puedes lastimarte el hombro?

Ambos se echaron a reír con carcajadas. Rodeé los ojos, Emma era impresionante.

-Ustedes dos son increíbles.

Cameron siguió conmigo en su hombro hasta que llegamos a la primera planta. El cuadro que estaba colgado en la sala era donde se podían apreciar unos hermosos tulipanes a color azul, me hicieron recordar a mi ojitos tristes. ¿Muy cursi el apodo? Tal vez, pero es algo muy sobresaliente de ella. Su cabello era mi perdición y sólo ver un color parecido a su melena, me hacía recordarla.

Sentí como si mi cabeza hubiera chocado contra una puerta de madera fuertemente, al recordar que no tenía su número, había olvidado por completo pedírselo y tenía que buscar alguna forma de contactarla, sin ir a la oficina de Emma para buscarla y que se preguntara el por qué, si no iba a verla a ella. Eso era un problema gordo.

-Hey -Cameron tronó sus dedos en mi cara haciéndome reaccionar.

-¿Qué ocurre?

-¿Desde cuando te gustan los tulipanes?

-Desde que los miré con atención y me di cuenta de que son... azules.

-¿Azules? -Repitió confundido.

Asentí pasando por su lado y golpeando su hombro.

Entré a la cocina para darme cuenta de que Emma nos había ganado y preparó hot cakes. Sonreí y miré a Cameron incorporándose a mi lado.

-Desayúnemos.

*

Me aseguré de que Emma no estuviera rondando por ahí. Había ido a dejar a Cameron a su casa mientras debatíamos por conocer a Kelly, realmente no me sentía muy satisfecha con ese asunto, no quería conocerla, no estaba preparada para verlos de la mano y besando sus labios cada vez de que uno dijera algo lindo para alagar al otro.

Saqué el celular de Emma y fui a sus contactos, Ashley, Ashley... ¿Frangipane? Ashley Frangipane, ¡Bingo! Me sorprendía el hecho de que no la tuviese agendada con el nombre de 'asistente' y sí por su nombre. Anoté los dígitos en mi celular y para no ser tan sospechosa, la agendé como Hal y una carita feliz. Volví a meter el celular de Emma en su bolsa y corrí a la segunda planta para entrar a mi habitación y dejarme caer en el piso.

Miré con detenimiento los dígitos que la pantalla de mi celular me permitía ver. Aún teniendo el número, me debetía en mandarle un texto o llamarle.

"Hey, apuesto a que no sabes quién soy." Sonreí y apachurré para enviar.

Esperaba respuesta casi impaciente y sonreía como una completa idiota.

"¿Apuestas? Huh, eres ______..."

Demonios.

"Bravo. Por supuesto que lo soy."

"¿Cómo tuviste mi número?"

"Eso es confidencial."

"¿Teléfono de tu mamá?"

¿Es una nueva generación de bruja? Me refiero a que, no tenía un lunar en la nariz ni una piel verde... debía ser una nueva generación.

"Sí, Halsey. ¿Cómo lo sabes?"

"Eso es confidencial."

"Esas palabras son mías."

"¿Puedo tomarlas?"

"Por supuesto. En realidad yo... te mensajeaba para, huh, invitarte a salir... si quieres." Lo releí diecisiete veces antes de enviarlo, aún así lo envié.

Me la imaginé sonriendo por mi propuesta, o tal vez asombrada, me imaginé sus ojos brillando, su nariz arrugada, sus labios alazados en una perfecta sonrisa.

"¿Ahora?"

"Claro... o más tarde, como prefieras."

Espero y espero. Pasaron alrededor de diez minutos sin respuesta, comencé a morder mis uñas en los primeros cinco. Estaba de pie mirando mi celular que se encontraba en la cama. Los nervios ensordecían mis oídos de alguna manera haciéndome querer arrancarlos, hasta que el sonido de mensaje llegó como algo glorioso.

"Estoy trabajando, por eso tardo. ¿Pero está bien más tarde que salga?"

Reí feliz, no era una cita, o al menos no para ella.

"Muy bien. ¿Nos vemos en el parque que está cerca del edificio donde trabajas?"

"Sí. Te veo más tarde. Te he agendado como chica pizzera y un corazón:)"

Y un corazón:)... Y un corazón:). Mierda, estaba aguantando la respiración. Un corazón, me agendó con un corazón. Eso quería decir que estaba completamente enamorada de mí... Me heché a reír con carcajadas, sólo era un corazón.

-¿______? -Emma habla del otro lado de la puerta-, me voy a trabajar porque voy muy tarde, te dejé dinero en la caja de la mesa de la sala.

-Está bien, mamá. Suerte.

Di un brinco leve y aventé el celular en la cama. Tendré una cita no cita con Halsey.

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Sad Eyes // HalseyWhere stories live. Discover now