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~LIZ~

Dejo mi libro a un lado y me giro para enfrentar a Nat.

─Suéltalo ─le digo.

Él regresa a verme confundido.

─ ¿Qué?

─Algo te preocupa y no puedes concentrarte en la lectura, lo que también me distrae a mí, así que dime de qué se trata.

Nathaniel suspira y también deja su libro a un lado.

─ ¿Cómo es Juilliard?

─ ¿Disculpa?

─Ed me dijo que estás estudiando allí.

Voy a pegarle por eso.

─Lo estoy ─respondo sin emoción.

O lo estaba.

─No te enojes con él ─dice de inmediato─, es sólo que dijo que podía pedirte ayuda ya que estoy muy nervioso por entrar.

─Espera ─digo sorprendida─, ¿vas a ir a Juilliard?

─Sí.

─ ¡Eso es increíble, Nat! ─digo demasiado emocionada, levantándome para llegar a él y darle un gran abrazo porque estoy muy orgullosa y feliz por él ya que muy pocos logran conseguirlo─. ¿Qué vas a estudiar?

─Música ─dice, con sus mejillas un poco sonrojadas, pero con una enorme sonrisa en sus labios.

Mi corazón comienza a latir a mil por hora y trato de ignorarlo completamente, ni si quiera quiero empezar a pensar en lo que significa el que vaya a estudiar lo mismo que yo.

Me separo solo un poco porque me gusta tenerlo cerca.

─Bueno ─le digo─, en una palabra Juilliard es increíble. Es más de lo que podrías soñar.

─Estoy seguro de eso ─me dice aun sonriendo─, pero lo mejor de todo es que podré verte seguido.

Bajo la mirada hacia mis manos.

─En realidad no estoy segura de regresar.

─ ¿Eso tiene que ver con Matthew?

─ ¿Cuánto te dijo Edward? ─digo furiosa, sin poder creer que él puede andar diciendo mis cosas mientras que yo si respeto las suyas.

─Ed no dijo nada ─dice, aunque no le creo─. Solo que reconozco la manera en la que te pones cuando algo se trata de él.

Lo miro sorprendida con esa confesión y eso es algo que sí creo. Nat ha llegado a conocerme demasiado desde que lo conocí.

Solo ha habido otra persona que sabía lo que me pasaba o lo que pensaba únicamente con verme.

Matthew.

Sonrío con nostalgia.

─Sí, en parte es por él. Incluso si él siguió teatro y yo música habíamos cumplido nuestro sueño juntos e íbamos a vernos seguido, pero...

─Pero luego pasó el accidente ─me dice.

─Sí ─digo─, y no me siento bien hacerlo sin él.

Nat toma mis manos y les da un apretón reconfortante.

─Dijiste en parte, así que, ¿cuáles son las otras razones?

─Una de ellas es que no sé si aún me dejen regresar. La verdad es que lo que me dijeron es que si volvía, me tocaría volver a empezar.

─Tienes que intentarlo ─me anima positivamente─. Estoy seguro de que estarán felices de que seas parte de sus alumnos una vez más.

IntenseWhere stories live. Discover now