Capítulo 32

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Capítulo 32.

2/3✌❤

Nathan ya se ha cambiado de atuendo y trae puesta una camiseta de manga larga gris, pantalones negros y unas botas amarradas un poco más de la mitad. Suspiro para mis adentros y le sonrío.

-Buenos días, Rose.- Me saluda y le hago una seña para que tome asiento en una de las sillas del comedor.

-Buenos días.- Me siento en frente de él.

-Tengo que decirte algo.- Decimos al unísono y reímos. Cruzamos miradas pero rápidamente la desvío de sus ojos.

-Tú primero.- Le digo y asiento para que hable.

-¿Qué te pasó anoche?- Busca mi mirada, pero me niego a verlo y continúa- Estaba dormido, y empezaste a gritar, y me levanté del sofá para verte.

-Sólo fue una pesadilla.

-No lo creo. Supongo que fue peor que eso.

-Sí lo fue. Se trataba dei infancia.

-¿Tu infancia?- Hunde el entrecejo.

-Sobre la recluta de los Drods.- Siento dolor al hablar de eso en frente de Nathan.

-Oh, lo siento... No quise...- Lo interrumpo hablando.

-Está bien Nathan. Sólo fue una pesadilla y eso sucedió hace años.

-Losé, pero debió ser duro volver a ese pasado.- Cuando lo miro, él tiene la mirada hacia su plato.

-El pasado nunca trae nada bueno. Sólo malos recuerdos.- Suspiro y bajo la mirada de nuevo.

-Nuestro pasado.- Nathan susurra.

-Losé.- Contesto simplemente.

-¿Qué querías decirme? Me debo ir en veinte minutos.- Me dice mirando su teléfono táctil transparente.

-Sobre eso...- Suspiro y el corazón se me acelera, junto con mis manos que empiezan a sudar por el maldito nerviosismo.

Tranquila, Amy.

-¿Sí?- Deja su teléfono sobre la mesa y toma del jugo de naranja.

-Iré contigo.- Al fin.

Lo dije.

Me rio al ver a Nathan regresar su jugo a su vaso, se levanta rápidamente de la mesa, y me carga haciéndome reír más.

-¡Nathan!- Me rio aún más y él se une a mis risas. Me da vueltas por todo el comedor hacia la sala y a su paso tira algunas cosas, pero por una vez, no me importa.

-¡Bájame!- Las risas inundan toda la casa y me siento diferente en sus brazos. Mi estómago duele por las risas y Nathan se niega a dejarme bajar. Las cosas caen por donde sea y me rio también por eso.

¿Qué me está pasando?

Se acerca a la sala y me deja sobre el sillón dejándome en risas y se acerca al comedor por su teléfono táctil.

-¡Vendrás!- Se ríe y levanta sus manos.

-¡Sí!- Le vuelvo a confirmar tanto para él como para mí. Se acerca al sillón y baja la intensidad de nuestras risas.

-¿Por qué decidiste venir?- Me pregunta arqueando la comisura de su boca formando una sonrisa. Suspiro y lo me atrevo a mirarle a los ojos.

-No quiero ayudar solamente a dos chicos.- Me encojo de hombros. Sonríe y me abraza.

-Tendré que hacer un par de llamadas. Tú harás tu maleta.- Se quita de mí y mi sonrisa desaparece.

-No tengo una maleta, Nathan.

-Que mal. Por que yo sí tengo una.- Sonríe arqueando una ceja y me guiña.

-Pero tu ropa...- Me interrumpe hablando:

-Sólo traigo esta ropa que estoy usando y otros pantalones, no te preocupes, úsala.- Suspiro asintiendo y entro a mi habitación.

Cuando entro veo la maleta de Nathan en la esquina de la habitación y está abierta. Me acerco por ella y la dejo sobre mi cama. Voy hacia la cómoda de Lillya y la saco algunas prendas y ropa interior. Tomo mis tennis y también los guardo, ya que me pondré las botas; Guardo todo en la maleta y la ropa de Nathan la guardo en la pequeña bolsa de enfrente de la maleta. Saco su ropa y tenía razón, son sólo unos pantalones y... Oh mierda... Unos bóxers negros. Lo que faltaba. Por alguna razón siento mis mejillas arder y me concentro en guardar todas mis pertenencias.

Antes de que salga de mi habitación, doy un último vistazo y suspiro al pensar que será la última vez que vea esta habitación. Aquí he vivido cinco años, desde que tenía quince. Pasé buenos momentos con Lillya, y espero que ella también, quizá hasta mejores con Mike. Pero ellos dos son mis mejores amigos, y espero que ayudando a Nathan pueda ayudarlos también sacándolos de ese infierno llamado Área.

Suspiro y salgo de la habitación cerrando la puerta detrás de mi. Veo a Nathan que está con su teléfono en la mano, y cuando me ve me sonríe.

-Vaya, creo que no quieres perder nada.- Se ríe un poco al ver la maleta a punto de explotar.

-Sólo espero que esto sea una buena decisión y valga la pena.

-Lo es, lo es Amy.- Sonríe y continúa- Cort vendrá por nosotros en pocos minutos, trae un Tren.

-¿Pocos minutos? ¿Un Tren?- ¿Cómo es posible que tengan un Tren? ¿Fue una buena desición, cierto?

-Te dije ayer que me iría por la mañana, así que Cort ya venía por mí desde entonces. Y el Tren, no es exactamente uno, es la parte delantera de un Tren, pero es seguro.- Se ríe por lo bajo.

Asiento y me informa de que ya tenemos que salir. Suspiro al pensar en que al fin dejaré esta casa e iré a conocer un lugar nuevo. Cuando salimos de casa, el Tren está llegando justo a tiempo.

Nathan tenía razón, es sólo un vagón de un Tren, está personalizado, en realidad está grafitiado de colores obscuros, como azul, morado y negro; tiene unas iniciales de color blanco: S2.

¿S2? ¿Qué significan?

Se abren las puertas del vagón y sale Cort y al vernos nos sonríe.

-Hola Rose, quisiera saber cómo aceptaste en venir con nosotros. Aposté por más dinero.- Se ríe. Por la forma en que lo dijo, es muy engreído.

-Cort...- Dice Nathan en tono de advertencia y su amigo vuelve a reírse.

-Tranquilo, Blake.- Levanta sus manos en defensa y se ríe un poco antes de subirse al vagón y mirarnos desde ahí.- Tenemos que irnos ahora, chicos. Las conexiones van a cerrarse y no podremos regresar.

Asentimos y Nathan toma mi maleta y la sube al vagón, levanta su mano y me ayuda a subir al vagón y después él se sube. Cort aprieta algunos botones en el tablero táctil azul que supongo que eso controla el vagón y el Tren se pone en marcha.

Nathan suspira y me mira sonriendo.

-Tranquila, conocerás donde nos refugiamos.

Tomamos asiento en uno de los sillones rojos que tiene el vagón. ¿Dónde consiguen esto? El color se ve muy hermoso, no luce desgastado o usado, las ventanas del vagón están polarizadas y no me permiten ver que hay del otro lado. ¿Será seguro hacia donde vamos? El piso del vagón es blanco y muy elegante que me recuerda al Tren de Sarah... Deja de pensar en eso Amy. Ahora vas a cambiar todo de ella.

Nathan se sienta junto a mi y le sonrío cuando veo de reojo a Cort que está sonriendo mientras niega con la cabeza desde el tablero donde está él de pie. Me siento nerviosa por esto.

-Estarás bien, Amy.- Me sonríe Nathan y toma mi mano haciendo que me sonroje. ¿Qué me pasa?

-Eso espero.- Contesto y le sonrío.

-Duerme un poco, tardaremos por lo menos una hora y al llegar, empezará el trabajo.

Asiento y después de unos largos minutos de silencio, me he quedado dormida en su hombro.

...

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Multimedia: Es una representación de cómo se viste Nathan.♥xx

Dark Life [Sin Editar]Where stories live. Discover now