Lucy abrió los ojos y vio a Natsu inclinado sobre ella. Sus ojos eran aun oscuros y parecían llenos de consternación.
-¿Natsu?
-No es nada, cariño.
Tenía algo en la mano, algo que le estaba poniendo en la frente.
-¿Qué haces? -preguntó, un poco confusa por la herida y por su proximidad. Sentía el aliento del hombre sobre su cara, sobre sus labios. Incluso podía oler su colonia.
-No vuelvas a desmayarte. No me gusta nada.
-¿Me he desmayado?
-Como una damisela del siglo pasado -sonrió él-. Pensé que eras más fuerte. Y todo por un cortesito de nada.
Lucy recordó la sangre entonces.
-¡Mi cabeza!
Cuando iba a tocarse la herida, Natsu sujetó su mano y le dio un besito.
-Las heridas en la cabeza sangran mucho. Pero no es nada. Y ya te he puesto una venda.
Se sentía como una damisela. Y no estaba acostumbrada a eso.
-¿Cuánto tiempo he estado desmayada?
-Unos minutos.
Entonces se dio cuenta de que el asiento estaba reclinado y que Natsu estaba encima de ella. Sin saber por qué, se puso colorada.
-Lo siento.
-No seas tonta -murmuró Natsu que, con intensa concentración, terminó de limpiar la sangre y se echó hacia atrás.
Tenía su entrepierna sobre las rodillas y, por primera vez en mucho tiempo, Lucy lo veía como a un hombre, no como un amigo.
-¿Te duele algo más?
Turbada por la íntima posición, ella empezó a negar con la cabeza, pero el dolor la hizo detenerse.
-¡Ay! El hombro.
Su jersey tenía una hilera de botones y, sin dudarlo, Natsu empezó a desabrocharlos. Atónita, Lucy solo podía mirar mientras él lo apartaba para examinar el hombro. Para su sorpresa, no prestó ni la más mínima atención al sujetador de encaje ni a su piel desnuda.
-Tienes un hematoma. ¿Puedes mover el brazo?
Ella hizo un gesto de dolor.
-Me duele, pero no creo que tenga nada roto.
-Seguramente está dislocado.
Natsu volvió a cerrar el jersey y después miró el bosque y la solitaria carretera.
-Pronto se hará de noche y no hay forma de sacar el jeep de la nieve.
-Puedes usar el móvil.
-Aquí no funciona. No hay cobertura en las montañas -suspiró él.
Lucy empezaba a ponerse nerviosa.
-Entonces, tendremos que quedarnos aquí hasta que pase alguien, ¿no?
Los dos sabían que muy poca gente tomaba aquella carretera cuando hacía mal tiempo, sobre todo si estaba nevando.
-Hay una cabaña a medio kilómetro de aquí -dijo Natsu, tomando su chaqueta del asiento de atrás-. La hemos pasado hace un rato.
-¿Había alguien?
-No. Parecía una cabaña abandonada, pero nos vendrá bien.
-¿Una cabaña abandonada?
Lucy lo miraba, atónita, mientras cerraba el botiquín.
-No te muevas.
Como si pudiera ir a alguna parte...
Las botas de Natsu crujían sobre la nieve mientras iba hacia el maletero. De allí, sacó una manta y en ella guardó una linterna, el botiquín, un termo y una bolsa de papel marrón en la que Lucy no sabía qué llevaba.
-Has venido preparado, ¿eh?
-Todo va a salir bien. No te preocupes.
-Eso espero -murmuró ella.
Si Natsu podía portarse como si no pasara nada, ella también, pensó inclinándose para ponerse las botas. Natsu estaba a su lado antes de que pudiera ponerse el abrigo.
-Sal del coche. Yo te ayudaré.
La puerta del jeep estaba aplastada contra un árbol y tuvo que deslizarse hacia el asiento del conductor. Natsu metió el brazo y la sacó como si no pesara nada. Su fuerza la dejó sorprendida.
Una vez fuera, la apretó contra su pecho. Podía sentir el calor de su cuerpo a través del jersey y eso la turbaba, pero él no parecía darse cuenta. Después, le puso el abrigo, incluso le abrochó los botones como si fuera una niña. Por último le puso el gorro, casi hasta las cejas.
-¿Estás bien?
Su actitud dominante la excitaba, pero dudaba que se refiriese a eso.
-Sí.
-Cuidado -dijo Natsu, ayudándola a subir la pequeña pendiente hasta la carretera-. Quédate aquí mientras yo saco las cosas.
Ella estaba indignada. O quería estarlo.
-Puedo ayudarte. No soy una niña.
Natsu se detuvo, sonriendo tiernamente.
-Claro que no. Eres una mujer muy adaptable y muy competente.
-¿Qué quieres decir con eso? -preguntó Lucy, ligeramente molesta.
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Atrapados en la nieve (NaLu)//Lemon (Fairy Tail)//
Randomesta adaptado a este siglo y si vuelta los papeles lucy es la chica alocada y divertida y natsu el chico trabajador, resplosanble y completamete enamorado de lucy