Dos noches en la mansión| Parte III {Scömìche}

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Lectores/as, creo que ya se pensaban que me había olvidado de este one shot, pero ¡No! Hace meses perdí mi computador junto con todas mi historias, publicadas y no publicadas, y eso, sinceramente me desanimo mucho. Por eso me he tardado en seguir con mis historias, soy de esas personas que cuando algo sale mal se frustran por un tiempo antes de volver a intentarlo, pero bueno eso no es lo importante. Estoy de vuelta, intentando ponerme al día con todo lo que deje pendiente. Los quiero muchos a todos/as, mucho amor para ustedes. Déjenme un comentario o una estrellita para saber si les gustó. :3

SI NO HAS LEÍDO LAS DOS PARTES ANTERIORES, PUES DEBERÍAS. DIGO, PARA ENTENDER LA HISTORIA <3.

-Ha venido desde allí –dije quitándole la linterna y apuntando hacia el pasillo que teníamos detrás de nosotros.

El oscuro pasillo que se extendía tras de nosotros era el mismo que acabábamos de recorrer, la sensación de que me observaban no se había quitado de mi desde que habíamos oído la caja caer por la escalera.

-Ven –dijo Scott, tomando mi mano y obligándome a deshacer el tramo que había camino. Sinceramente yo solo quería volver a la cama, taparme y quedarme allí está que el sol saliera y todo volviera a la normalidad.

Sentía el corazón martilleándome en el pecho con violencia, algo me decía que ir directamente a la fuente de esa risa no era buena idea.

-Scott, espera –lo detuve a mitad de camino. –¿Acaso te has vuelto loco?

El rubio solo alzo una ceja mirándome divertido, todo este asunto de jugar a los aventureros nocturnos me estaba causando un mini ataque cardiaco cada medio segundo. Scott no respondió, solo se limitó a tomar mi mano con más fuerza y arrastrarme hasta el pie de la escalera como si fuera un muñeco de trapo.

Mamá, papá, quiero que sepan que si he de morir esta noche, todo es culpa de Scott.

Intente deshacerme de su agarre, pero el rubio solo me soltó una vez que estuvimos frente a la escalera, la maldita escalera.

Scott paseaba el círculo de luz amarillento por todo el lugar.

-Creo que venía desde aquí –susurro Scott como hablando consigo mismo.

-¿Y qué? –dije exasperándome. No me alentaba ver a una niña fantasma asesina come niños.

Scott abrió la boca para replicar, pero un sonido escalofriante le interrumpió.

Un pequeño patito de juguete emergió de la oscuridad de la puerta entreabierta bajo la escalera, desde el interior del patito salía una melodía infantil que si no hubiera estado tan aterrado la habría reconocido. No se cómo, pero de un solo salto me aferre a Scott, escondiéndome tras su espalda.

Como se abrió la puerta, no tengo idea. De donde salió aquel endemoniado patito de juguete, tampoco tenía idea, lo único que sabía que ya no era el único que se sentía aterrado.

Bajo mi tacto, el cuerpo de Scott se estremecía levemente. Una leve descarga de satisfacción me recorrió, y no pude evitar sonreír en la oscuridad, el menos por un segundo.

De pronto, volvimos a oír aquella pequeña risa salir desde la puerta entreabierta que daba nada más que al sótano de la mansión.

-Ni creas que voy a entrar allí –le dije a Scott en un susurro. Justo en el momento en que otro golpe se oyó tras nosotros.

¿Qué acaso los chicos estaban sordos que no oían todo lo que estaba pasando? Me enoje con ella mentalmente, hasta que mi cabeza barajo otra idea, haciéndome sentir peor de lo que ya estaba. ¿Y si estaban muertos?

One Shots: Scömìche|Avi|KaviWhere stories live. Discover now