Capítulo Veinticuatro.

788 77 19
                                    

*Capítulo Dedicado a Val (Mi madre) y Niki, por ayudarme a escribirlo*

Liu POV

Sentía una especie de pitido en mis oídos.

Los gritos de desesperación de Peter y la chicas se escuchaban lejanos a mi situación.

Estaba de rodillas sobre la fina hierba del bosque, no podía sentir mi rostro; miré hacia el pasto y note como de varias partes de mi cuerpo salía ese líquido tan vital para la vida, logrando que poco a poco fuera perdiendo las fuerzas.

Acerqué una mano a mi rostro y pude sentir como variad de mis cicatrices de el y mi cuello estaban abiertas y sangrando a montones.

Levanté mi vista, intentando pedir ayuda o en su defecto, localizar a Helen.

Parpadee repetidamente, intentando ubicarme el lugar en donde estaba.

Miraba interesado mi alrededor, a causa de algo sorprendente, ya que no estaba en el bosque, sino que me encontraba en mi antiguo hogar.

Contemplé todo lo que me rodeaba y noté que me encontraba en la habitación de nuestros padres.

Asustado, escuché como unos sollozos venían directo del baño al fondo del pasillo.

Mamá se levantó extrañada y caminó directo a donde, yo sabía que estaba Jeff.

Minutos después, la risa enfermiza de Jeffrey llenó el lugar y mamá entró agitada a la habitación.

Deseaba ayudarle, pero no podía hacerlo, era solo como un espíritu.

Mamá despertó a papá y Jeff se hizo presente en la puerta de la habitación.

Sentí un nudo en mi pecho y como mis ojos se aguaban al ver a Jeff acercarse a ellos.

Solté un grito de desesperación al notar como mi hermano se lanzaba sobre ellos y los apuñalaba sin compasión.

Corrí hacia ellos, intentando detenerlo.

Gritaba y lo golpeaba, pero él, simplemente no me se daba cuenta de mi.

Caí de rodillas, al lado de los cuerpos inertes de mis padres, llorando.

Mis sollozos eran inútiles, ellos llevaban muertos diez años.

Al girar mi cabeza hacia atrás, contemple la horrorosa escena del forcejeo entre Jeffrey y yo, en el que, finalmente logro apuñalarme y creyendo que me había asesinado, al igual que a nuestros pobres padres, salió de la casa, no sin antes prenderle fuego a ésta misma.

Cerré los ojos, apretando en la palma de mi mano el rosario que Susan me había regalado.

Al abrir los ojos me sentí palidecer y todo mi cuerpo comenzó a temblar al ver a Susan, atendiendo a un paciente que se encontraba vendado de su rostro y algunas partes de su cuerpo.

-Oh Liu, mi querido Liu, se positivo, ya verás como te recuperarás.

Su dulce voz siempre me tranquilizaba, pero al ya saber con anticipación lo que nos esperaba negué con fuerza, no quería verlo, no de nuevo.

Without Feelings (Ticci-Toby)Onde histórias criam vida. Descubra agora