77-. Muerte y desinfectante

671 54 0
                                    

Comencé a retomar la conciencia y con ella, la sensación de estar recostada sobre algo que resultaba bastante duro y cálido como para tratarse de mi almohada. Lentamente abrí los ojos y estuve lo suficientemente segura de que me encontraba recostada sobre el pecho de Zayn, con mis brazos atrayendolo más a mí. No tenía idea de cuando esto había ocurrido sólo sabía que Zayn tenía uno brazo alrededor de mi cintura mientras que con su mano libre esparcía suaves y delicadas caricias sobre mi cabello.

Zayn aún no se había percatado de mi despertar, así que volví a cerrar los ojos en un intento por prólongar aún más esto. Su aroma era embriagador y sin duda podría pasar una eternidad simplemente así; entre sus brazos.

—Despierta, amor —comenzó a canturrear—. Ya es hora.

Permití que Zayn hablara un poco más antes de hacerle saber que había "despertado".

—No quiero ir —refunfuñé tal cual niña pequeña en pleno día de clase—. Quiero quedarme aquí, contigo, y si es posible para siempre.

Zayn rió levemente y yo me quedé maravillada ante aquel sonido que únicamente podía ser igualado en belleza por su voz de ensueño o su canto angelical.

—Eso sin duda es un buen plan pero tenemos cosas que hacer, Violett.

La respuesta no me complació del todo así que en busca de una mejor, me removí lejos de sus brazos obteniendo una vista completa de su rostro y ¡Dios!, él era hermoso.

Concéntrate.

—N-no creo necesario ir al hospital...

Zayn cortó por completo el hilo de mis palabras.

—Ya hablamos de eso y le prometiste a Elizabeth ir, así que levántate —y él eso hizo, como si estuviera poniendome la muestra— deberías hacerlo, escuché a Elizabeth decir algo sobre levantarte con agua fria.

—Mamá no se atreverá —aseguré—, siempre me ha amenazado con lo mismo y nunca ha hecho nada, ¿por qué crees que siempre llegaba tarde a clases?

—Quizás porque no conoces lo que la puntualidad es —suguirió a la vez que yo viraba los ojos.

—Puntualidad. Se define como el cuidado y diligencia en hacer las cosas a su debido tiempo o en llegar a un lugar a la hora convenida —le dirigí una mirada de autosuficiencia.

—Una vez demostrado tu vasto léxico —dijo con cierta burla—, será mejor que te levantes y vayas a asearte. No podemos llegar tarde a la cita con el médico.

Salí de la cama con resignación. Evidentemente ni él ni mi madre consentirían y mucho menos permitirían que yo me quedará aquí en lugar de ir al hospital.

***

Mi naríz se frunció involuntariamente al poner un pie dentro de aquel edificio. Ese extraño y abrumador olor que no era más que una mezcla entre muerte y desinfectante me causaba nauseas. Sólo esperaba que mi estadía en este lugar no se prolongara demasiado.

—Iré a preguntar por Jay.

—Nosotros estaremos en la sala de espera —le replicó Zayn a mi madre antes de halarme hacia el lugar mencionado.

Al llegar al lugar en cuestión me percaté de la presencia de Louis y como si las cosas no fueran lo suficientemente terribles ya, Louis parecía estar bastante molesto en especial cuando me vio. Casi de un salto se apeó de su asiento y se apresuró a encararme.

—¿Por qué no me dijiste que mamá estaba trabajando de nuevo?

Últimamente había llevado a cabo varias acciones que Louis reprobaba por completo; en primer lugar se encontraba el hecho de que lo engañara y abandonara en Manchester y para cerrar con broche de oro estaba el que gracias a mí tuviera que encarar a Jay. Sinceramente, no esperaba que su reclamo se debiera a este motivo en específico.

—No me correspondía a mí comunicartelo.

—¡Dios, Violett! —rió con sarna—. ¿Qué ridícules es esa? Tú y yo siempre nos hemos contado todo.

—¡Oh, Louis! —reí con ironía—. No, amigo, no comiences con eso ahora.

—Si no te conociera diría que lo hiciste aproposito —dijo a regañadientes sin despegar la mirada de mi rostro.

—Pero me conoces y sabes que no lo hice deliberadamente, siendo sincera, olvidé cualquier detalle al enterarme de tu boda.

Louis suspiró.

—No vamos a entrar de nuevo en esa disución —decretó—. Pero sí voy a decirte lo que vas a hacer, vas a ayudarme a convencer a mamá para que renuncie.

—Estaré esperando del otro lado de la habitación —dijo Zayn por primera vez en estos escasos minutos y sin duda yo también deseaba huir tras escuchar las tonterías que Louis decía.

—¿Cómo puedes ser tan egoísta?

—¿Egoista? —preguntó totalmente confundido—. No entiendo porque me acusas de tal cosa sólo por querer que mi madre deje de trabajar.

—Por si no lo has notado, Tontolinson, este no es sólo un trabajo para Jay. Ella en realidad ama su labor de apoyar a salvar vidas, la hace sentir útil y la ayuda a sobrellevar tu abandono.

—No sé a que abandono te refieres. Es verdad que no solemos ser tan cercanos como antes pero es que me cuentro sumamente ocupado...

—Y ella entiende eso y es por eso que no te lo reclama. Jay es feliz de que tú estés cumpliendo con tu sueño, tú deberías hacer lo mismo e intentar apoyarla en esto, Louis.

Antes de que Louis dijera algo, la —hoy no tan— alegre voz de su madre se hizo sonar en la habitación.

—Violett, cariño, el doctor O'donnell está listo para recibirte —avisó con gentileza, evitando, a toda costa hacer contacto visual con su ingrato hijo.

—¿Estás enferma?

—No —le respondí a Louis de inmediato.

—¡Dios! —se llevó ambas manos al rostro—. ¡Estás embarazada!

—¿Por qué mierda todos llegan a esa conclusión siempre? —cuestioné con gran molestía.

—¿Cómo no hacerlo? Eso explicaría el hecho de que hayas ganado bastante peso desde la última vez que nos vimos.

Luché por no sentirme ofendida ante tal comentario, después de todo, Louis siempre decía cosas como esas.

—De hecho, Violett está muy por debajo de su peso —dijo Jay—. Es por eso que sospecho que sufre de anemia.

—¿Anemia? —repitió Louis antes de mirar hacía donde se encontraba Zayn—. ¿Es que acaso no cuidas bien de ella o qué?

—¿Anemia? ¡Dios! —Zayn la miró con preocupación—. ¿Enserio?

—No estaremos seguros de ello hasta prácticarle unos cuantos examenes.

Joder. La mañana no podía empeorar más, ¿verdad?

My Favorite NeighborWhere stories live. Discover now