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Ryder estaba desparramado sobre un banco con una botella de whisky en la mano izquierda.

Era un completo gilipollas, según él. Había mandado a la mierda a la única chica que mandaba todo a la mierda por él. Se arrepentía de haber usado y engañado a Dakota de esa forma, pero él estaba acostumbrado a pensar con la cabeza equivocada.

Cuando había llegado al piso que compartía con Dakota y había visto su nota de despedida sintió que lo único que quedaba de él se rompió. Había cometido un error que pagaría muy caro por el resto de su miserable, tortuosa (y más corta de lo esperado) vida. Una pareja de su edad pasó por delante de él.

La chica reía y su melena multicolor no pasó desapercibida ante sus ojos arrepentidos y con ojeras. Dakota. Iba tomada de la mano de un chico que seguramente sería todo lo contrario a él. Ella, la que ahora lo había abandonado, y antes (aunque también ahora) era el amor de su vida, giró la cara en dirección al banco donde Ryder estaba. La chica dejó de reír.

-¿Qué tal... Ryder? -pareció pensarse el pronunciar siquiera su nombre.

El chico levantó un poco la bebida en su mano y rió carente de gracia.

-¿Cómo piensas que estoy después de que me abandonaras, Dakota?

La chica soltó al que parecía ser su nuevo novio y se acercó a Ryder decidida. Él había olvidado lo bien que se sentía su cercanía y el dulce aroma a lavanda de su colonia.

-Yo no te abandone, tú lo hiciste -dijo la chica enfurecida mientras lo señalaba con el dedo acusador y fruncía el ceño-. Tú me engañaste con mi hermana, tú me sustituiste.

-Dakota yo...

-No, cállate. Quiero que sepas que te perdono, y que he rehecho mi vida con alguien que me aprecia de verdad -eso le cayó como un golpe al chico. Como uno de esos en el estómago -. Pero también quiero que sepas que contigo o sin ti la vida sigue.

Dakota se dio la vuelta y tomando la mano del chico rubio y alto que era tan distinto a Ryder, en apariencia y esperaba que también en personalidad, se alejó de la penumbra de la noche y del chico que había roto su corazón unas cuantas veces.

Esa fue la última vez que Ryder vio a Dakota.

Dakota lo vio una vez más. Su foto (o eso creía que era esa animalada) aparecía en el titular de los periódicos.

"Chico de 19 años borracho hallado muerto en las vías del tren. Al parecer el tren lo arroyó y posteriormente lo aplastó."

S[he]'s brokenDär berättelser lever. Upptäck nu