Del odio al amor hay un sólo paso.

Capitulo cuatro.

Luego de aquel grito tan matutino que lanzó Ike sobre dejar de cuchichear sobre Marth, todos comieron hablando de temas triviales a los que se sumó es mismísimo Ike.

- Como decía, si el panda con el unicornio procrearan saldría un PandiCornio. - dijo Roy cruzado de brazos a la vez que asintió leve con una cuchara en su boca.

- ¡Claro que no! ¡Eso es imposible, casi tan imposible como que Ganon sea bueno! - dijo exaltado Toon Link pero sólo ganó una mirada de odio por parte del mismo Ganon a lo que Toon sólo agachó su cabeza y sacó la punta de su lengua a lo que todos rieron.

[En el baño]

Ahí estaba el príncipe tirado en el suelo abrazado del water, al parecer tanto estrés y emoción mezclada pudo hacer una explosión nuclear en su estómago.

Recordó cuando estuvo encima del mercenario, cuando sus labios tocaron los ajenos, cuando Ike le hablaba, cuando lo molestaba sólo para verle sus pucheros de niño mimado. Aquello hizo que el chico soltara pequeñas lágrimas seguido de fluidos... ah... adiós poco desayuno.

Link se encontraba acariciando la espalda del Alteano mientras que Palutena mojaba su frente con una pequeña toalla húmeda, poco a poco Marth comenzaba a sentirse mejor, por lo menos el color de su piel había volvió a ser la misma de siempre. Este se levantó de donde estaba ayudado por los dos, este enjuagó su boca para quitar el sabor agrio y lavó su rostro, secando este con la toalla que le entregó la diosa.

- ¿Te encuentras mejor? - preguntó el elfo apoyado en la muralla de brazos cruzados, cerrando sus ojos al mismo tiempo que suspiró.

- Estoy mejor... Es sólo que el estrés ya me ganó.

- ¡Oh! ¡Esperen aquí! - dijo algo traviesa la peliverde y salió corriendo lo más rápido que sus tacones la dejaban hacia el comedor, al llegar llamó la atención de todos golpeando la mesa y esto funcionó.

Todos observaron confundidos pero atentos a la diosa por lo que diría, todos sabían que cuando a Palutena no le tomas atención esta se enoja y puede ser algo irritante.
Palutena al ver que tenía la atención de todos se dispuso a hablar.

- Chicos, como he visto que algunos están con mucho estrés... ¡quiero proponerles si podemos ir a un parque de diversiones!

Al escucharla los primeros que dijeron que si fueron Toon Link, Roy y Pit, luego se fueron sumando más personas pero los únicos que se opusieron fueron Dark Pit, Ganondorf y Bowser.
Se sabía que no sería fácil pero de todos modos esos tres igual estarían con ellos con alguna excusa de "he venido porque quiero y puedo" típico en esos tres.

[En los pasillos de la Mansión en dirección a la habitación de Marth]

Marth estaba siendo cargado al estilo caballito por Link, estos estaban hablando de manera muy animada hasta que Marth cayó dormido encima del elfo y este sólo sonrió amplio.

- En todos los Smash que llevamos nunca has cambiado... Marth. - dijo el elfo en un susurro, siguió caminando por unos minutos hasta que se encontró con Ike. - Oh, Ike.

- Link, puedes ir a desayunar porque yo ahora me encargaré de Marth.

- Esta bien. - accedió este y de manera cuidadosa le dejó el cuerpo al peliazul.

Al tener el cuerpo del príncipe en sus brazos, el mercenario caminó hasta la habitación del chico. Cuando llegó abrió con su pies la puerta para no tener que soltarle en ningún momento, caminó hasta el interior y depositó el cuerpo del chico en el cómodo colchón, cubriéndolo con las sábanas para luego irse... pero no se iría sin su recompensa.
Él se acercó lo más que pudo al rostro del peliazulino con diadema, acarició con su mano la mejilla pálida y dejó un tierno beso en los labios del chico, separándose de él para irse de la habitación y dejarlo en paz.

Otro beso que obtenía de aquel príncipe... pero esto era algo más que "aquel" porque era "su" príncipe.

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¡Hola a todos! Perdón por haber subido este capítulo tan tarde y siento que se ha hecho muy corto.

Tengo unos proyectos que quiero subir pero el tiempo no me da y puta vida.

Me despido aquí, bye-bye ~.