capitulo 30

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Despertaron abrazados el uno al otro, esta vez era él quien te movía con dulzura para que despertaras...

Michael: Mi amor... -susurrando- Ya es tarde, vamos... Despierta –moviendo tu hombro-

Tu: No... Michael tengo sueño... -volteaste-

Michael: -rió bajito- Princesa... ¿Olvidas que hoy nos vamos de luna de miel?

Tu: -diste un salto en la cama quedando sentada, giraste tu cabeza y lo miraste- Michael lo siento, lo olvidé –ambos rieron- Voy corriendo a darme un baño y estoy lista –saliste corriendo de allí-

En más de quince minutos estabas lista, bajaste las escaleras y allí estaba él y Janet.

Tu: ¡Hola Janet! –saludaste bajando-

Janet: ¡Cuñadita oficial! –Saludó entusiasmada- ¿Cómo dormiste?

Tu: muy bien, gracias. –La abrazaste- Estoy lista –te dirigiste a él antes de besar sus labios-

Michael: en un minuto nos vamos –te sonrió-

Janet: solo vine a desearles buena suerte... ¡Disfruten! –reíste-

Luego de ir a dejar a Janet, se encontraban en las afueras de un amplio lugar, donde un helicóptero personal de Michael los esperaba listo para llevarlos hasta el lugar.

Subieron cuidadosamente y este despegó.

Pasaron alrededor de dos horas, estabas entre dormida en los brazos de Michael.

Michael: estamos llegando... -murmuró-

Abriste tus ojos lentamente y te asomaste para ver donde se encontraban, solo veías mar y más mar... Corriste tu mirada un poco más a la derecha y viste una hermosa casa...

Tu: Es... ¿Estamos donde creo que estamos? –Preguntaste emocionada-

Michael: Si piensas que estas en las Bahamas, entonces sí –dijo riendo-

Tu: ¡Sí! Michael no puedo creerlo, este lugar es mi sueño. ¿Cómo lo supiste, o solo fue coincidencia?

Michael: Supongo que un pajarito me conto –dijo riendo pícaramente-

Tu: ¡Vamos, dime!

Michael: Ok, Carrie –confesó- Ella al parecer te conoce muy bien

El helicóptero aterrizo en un lugar adecuado y ambos bajaron, Michael indicó que cualquier inconveniente debía venir de inmediato...

Tomados de la mano y sintiendo el fresco aire recorrer todos sus cuerpos, caminaron hasta la hermosa casa, te sorprendías por cada cosa que veías, al parecer Michael había preparado todo muy detalladamente...

Tu: Michael... Gracias –agradeciste tomándolo por su cintura-

Michael: Es lo que merece la esposa más linda del mundo –riendo-

Subiste tus manos hasta su rostro y lo afirmaste para así besarlo tiernamente, observando cómo sus ojos se cerraban para recibir aquel beso.

Se dirigieron a sus maletas ya acomodadas y buscaron sus trajes de baño.

Michael: ¿Cómo me queda? –observándose en el espejo-

Tu: -admiraste por un momento aquellas perfectas piernas y su perfecta espalda- Perfecto...

Michael: ¿Tú crees? –volteó quedando frente a frente-

Tu: -las ganas de ir y apoderarte de su cuerpo te carcomían- Michael, ya vamos ¿Sí? –bromeaste-

Michael: ¿Por qué te pones nerviosa, eh?

Una Fan AfortunadaWhere stories live. Discover now