La chica de las trenzas. [Terminada]

Epílogo

10 de Marzo de 2015.

Hoy es el día, pensó él.

Hace dos meses que sucedió lo del baile y Tom, estaba decidido. Estos dos meses, los dos cada vez estaban juntos, se conocían entre los dos. Se divertían, sonreían, estaban felices los dos juntos. Ellos pensaban en el otro, todo el tiempo. No podían dejar de penser en lo qué hacía el otro, en lo qué pensaban. Siempre quería el otro, esté feliz, sonriendo, alegre. Cuando uno de los dos estaba mal, el otro estaba ahí para ayudarlo a sonreír y a despejarse.

Los dos estaban muy enamorados. 

Tom, estaba esperando este día desde hace más de una semana. Estaba por dar el siguiente paso y no aguantaba más. Tenía todo planeado, había ideado el plan y muy bien. ¿Qué plan? Se preguntaran. 

Tom le pedirá a Sophie que sea su novia. 

Sí, al fin llego el momento. Tom estaba muy nervioso, aunque pensaba el 99% positivo, había 1% negativo. Siempre tendría que haber ese pequeño porcentaje negativo. 

Estaba mirando todo lo que le había comprado a Sophie, para que le pedirá ser su novia. ¡Ya no quería esperar más! 

{......}

Ya es hora, pensaba Tom nervioso. 

Sophie estaría por llegar al lugar donde la esperaría Tom con los regalos y nervios del chico. Le había comprado chocolates, globos en forma de corazón y rosas. Unas hermosas rosas rojas. Estaba vestido con jeans negros, una camisa a cuadros de color azul y roja, una chaqueta de cuero negro y unas vans negras. Estuvo dos horas eligiendo esa vestimenta. 

A la media hora vio a los lejos a una chica vestida con una pollera de color rosa, un top blanco y unas zapatillas blancas. Y claramente, una trenza cocida. Era ella, era Sophie. Tom se la quedó mirando sin creer lo hermosa que se encontraba. Sophie llegó a donde estaba y miró sonrojada y sonriente a Tom. 

-Estas hermosa, Sophie.-Dijo Tom. 

-Gracias.-Dijo ella mirándolo sonrojada.-Bueno, ¿Por qué me citaste?-Preguntó ella. 

Tom al instante la miró nervioso. 

-Bueno...-Y las manos la pensaron a sudar.-Trataré de no ponerme nervioso, aunque ya lo estoy.-Dijo él. 

-De acuerdo, pero ¿Qué tenes que decirme?-Preguntó ella. 

Es ahora o nunca, suspiró él. 

-Sophie...-Y sacó el globo en forma de corazón, con los chocolates y las rosas, como podía. Sophie lo miró sin creerlo.-Ten-Les tendió las rosas, ella las tomo sorprendida.

Oh Dios mío, pensó ella. 

-Tom...

-Nada, déjame hablar.-Ella asintió.- Sophie, estos dos meses fueron los mejores de mi corta vida. La pasé tan bien contigo, la sigo pasando bien. Pero, no quiero que sea solo dos meses. Quiero pasarla bien por mucho más tiempo. Me he dado cuenta que no puedo estar sin ti. No puedo dejar de pensar en ti. No puedo dejar de mirarte. Me he dado cuenta que me enamoré-Sophie sonrió de oreja a oreja.-. Sí, me enamoré. Y no me da miedo decirlo. Es más; ¡Lo puedo gritar a los cuatro vientos!-Exclamó.- Pero, quiero que tú estes conmigo. A mi lado.-La miró a los ojos.- Sophie, ¿Quieres ser mi novia?-Preguntó.

Sophir se quedó sin palabras. Estaba más que claro que la respuesta era un sí, pero se había quedado muda. Tom estaba nervioso, Sophie se había quedado muda y eso...no le gustaba.

-Sophie...-

-Sí.-Dijo ella.

-¿Qué?-Dijo él.

Sophid se acercó a él, quedando a centímetros de él, y sonrió.

-Sí Tom, quiero ser tu novia.-Dijo ella.

Tom sonrió con felicidad y la abrazó. La levantó y empezó a dar vueltas mientras los dos reían. La bajo y la miró a los ojos.

-Gracias, soy el hombre más feliz del mundo.-Dijo él.

-Te amo admirador secreto.-Dijo ella mirándolo.

-Te amo chica de las trenzas.-Dijo él.

Los dos se miraron y se fueron acercando. Hasta que... Se dieron ese beso que tanto esperaban. El beso era de cariño, amor y dulzura.

"El amor es lo más hermoso y mágnifico que podrías experimentar. El amor te puede cambiar. Te puede sonreír. Inclusó llorar. Pero, aún seguiría siendo lo más hermoso."

Tom y Sophie estaban muy enamorados. Y estaba más que claro que ésta hermosa pareja, dudaría mucho tiempo.