Can't let you go - Shawn Mendes

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El beso dura más de lo que me esperaba, pero al final mis pensamientos me derrotan y me veo forzada a separarme de Shawn.

-Lo siento.

Salgo rápidamente de la habitación y me meto en la mía.

Soy estúpida, lo único que hago es meterme en más líos y provocarme a mi misma problemas. Empezaba a estar bien ahora, sola o bueno conociendo libremente a Cameron sin ataduras. Pero sola al fin y al cabo.

Necesito estar un tiempo sola, para aclararme las ideas, saber lo que realmente quiero. Porque en estos momentos no puedo elegir con claridad.

Cuando cierro la puerta de la habitación detrás de mi siento como todos mis pensamientos me hunden por momentos. Decido meterme en la ducha, aquí siempre dejo los pensamientos en blanco.

Puedo escuchar como Shawn llama a la puerta un par de veces, pero meto mi cabeza bajo el chorro de agua lo que me impide escucharle. Cuando salgo de esta no se si me siento mejor o peor. Tengo una llamada de Cameron así que decido que es hora de acabar con todo.

"Leah: Cameron quedamos en el piso trece como ayer, necesito hablar."

Me pongo el pijama y me siento en la cama. Es un fastidio que la televisión no funcione ya que al menos podría mantener mi mente ocupada viendo algo.

En cuanto empiezo a escuchar voces en los pasillos mi móvil se ilumina mostrándome un mensaje de Cameron diciéndome que ya esta allí. Me hago la dormida cuando entran las chicas y espero a que se tranquilice un poco el ambiente de fuera hasta que decido salir.

Cierro la puerta con cuidado de no hacer demasiado ruido. El pasillo esta desierto así que ando hasta las escaleras y subo piso por piso hasta llegar a el.

-Cameron, no puedo hacer esto más. Estoy confusa, agobiada y asustada a la vez. Espero que lo entiendas.

Noto como el nudo de mi garganta crece por segundos y espero que pueda entender mi situación.

Me mira a los ojos, los minutos en los que permanece callado me están matando por dentro.

-Tranquila Leah, no pasa nada. Te entiendo.

Sonríe.

Suelto el aire que he estado conteniendo durante el tiempo en el que ha estado callado y noto como el nudo se deshace poco a poco.

-Podemos seguir como antes tranquila, nada va a cambiar entre nosotros. No soy tan inmaduro.

Dice dándome un golpe en el hombro y me siento tranquila durante un momento.

-Gracias Cameron, de verdad.

El me sonríe y después de unos minutos decidimos volver a las habitaciones, por separado.

Por suerte al entrar a la habitación ninguna de las dos se despierta y consigo dormirme inmediatamente.

Pensaba que a la mañana siguiente me iba a despertar tranquila y que todo iba a estar bien, pero en cuanto bajamos al salón a desayunar y la mirada de Shawn se cruza con la mía aparece el caos.

No se donde meterme, me entran ganas de llorar con tan solo mirarle. Le odio porque consigue hacerme vulnerable con tan solo mirarme y aunque me duela admitirlo aún siento cosas por el.

Cameron me saluda y actúa tan normal como siempre, en cambio el ni siquiera me saluda y evita que nos miremos directamente el uno al otro.

Terminamos de desayunar y nos llevan a Covent Garden, uno de los distritos con más encanto de Londres. Pasamos la mañana allí haciendo turismo. Mis ánimos están por los suelos y mis amigos se dan cuenta, pero no quiero contarles el porqué de mis emociones.

Sin darme cuenta dejo pasar el viaje de Londres en un abrir y cerrar de ojos. Paso las mañanas haciendo turismo con todos los demás, pero en cuanto dan la opción de volver al hotel siempre soy la primera en subirme al autobús. No quiero cruzarme con Shawn, no me quita el ojo de encima pero ni siquiera se atreve a acercarse a mi.

Se que fui yo quien salio a escape de su habitación, pero podríamos haber hablado a la mañana siguiente. No voy a ser yo la que otra vez se acerque a el para arreglar todo de nuevo, como siempre.

He pasado buen viaje, a pesar de que no ha terminado como hubiese deseado. Pero ha sido un viaje lleno de experiencias buenas y de momentos inolvidables al fin y al cabo. Me quedo con lo bueno que es lo mejor que voy a hacer.

En cuanto volvemos de Londres tenemos una semana de actividades en el instituto, la última semana antes de las vacaciones de navidad. Siempre solemos hacer actividades como talleres y cada curso lo hace de un tema. A nosotros nos ha tocado el espacio y hemos hecho unos telescopios caseros.

No quiero que lleguen las vacaciones de navidad, ya que después de estás tendremos tres meses llenos de exámenes finales, graduación y papeleo para entrar en la universidad.

Me da miedo, que todo termine tan rápido sin darme la opción de parar el tiempo ahora mismo.

Las navidades empiezan con buen pie cuando mis padres nos anuncian a mi hermano y a mi que nos vamos a Noruega hasta fin de año. A Jake y a mi nos encanta esquiar y hacer snowboard, casi siempre vamos cuando tenemos oportunidad.

Estamos alojados en unas cabañas de madera bastante grandes y cálidas, en comparación al frío que hace fuera de estas. Pasamos todos los días levantándonos a las seis para desayunar rápido y irnos directamente a las pistas, ya que a esa hora todas están libres para nosotros.

El día de noche buena nos dan los regalos a lo cual yo recibo la go pro y dinero. No había pedido nada y tampoco quería que mis padres me regalasen nada, pero me parece un detalle.

En nuestra vuelta el día de la víspera de año nuevo los padres de Shawn vienen a cenar a casa, a lo que el no acude. Aaliyah me cuenta que ha quedado con sus amigos y que se va de fiesta después. Ni siquiera me habían avisado.

Solo he hablado con Matt de todos los de nuestro grupo desde que volvimos de Londres. Con los demás he hablado lo justo y con Shawn ni eso.

En cuanto son las doce y ya es año nuevo les mando un mensaje a todos deseándoles un feliz año nuevo, aunque a ellos no les importe lo mínimo.

Shawn me contestó diciéndome lo mismo solo añadiendo un, -tengo ganas de verte-, que me sonó a lo pongo porque me das lastima.

Hellen ha vuelto con Gilinsky y Tay sigue con Aaron entonces están más integradas que antes al grupo. Ya hacen planes sin mi, salen todos los fines de semana y ni siquiera se molestan en preguntarme si quiero ir. Pero no me importa, en el fondo entiendo que lo hagan.