¿Papá? •Ally• ~Raura~

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Laura's POV

Esto no puede estar pasando. Debo estar soñando, aunque esto más que ser un sueño es una pesadilla. Aferré la sábana a mi pecho, cubriendo mi cuerpo desnudo. Las lágrimas empezaban a formarse en mis ojos ¿Por qué? No lo sé. Tenía una mezcla de emociones, sentía odio, tristeza, miedo, nostalgia y remordimiento, pero sobre todo sentía asco. Asco de él, que estaba casado y de todas maneras se acostó conmigo. Asco de cualquier cosa que hicimos anoche. Y asco de mí misma por haber dejado que me tocara, después de todo lo que había pasado.

Vi como se empezó a mover y quitó su brazo de mi cintura. Tomé la oportunidad para sentarme en la cama, pero en cuanto lo hice mi cabeza empezó a dar vueltas. Él se dio cuenta y abrió los ojos. Lo veía con miedo y cuando él me vio se sorprendió. Bajó su mirada a mi cuerpo y me aferré más fuerte de la sábana. Se paró de golpe, pero cuando lo hizo la sábana que lo cubría se calló, dejando ver todo su cuerpo y cuando digo todo me refiero a todo.

Me tapé los ojos con las manos, manteniendo la sábana agarrada con los codos. Después de unos minutos sentí como me tomaba de las muñecas y alejaba mis mano de mis ojos, pero yo los apreté.

-Puedes abrir los ojos -abrí uno y vi que estaba en bóxer, después abrí el otro- ¿Qué pasó anoche?

-No lo sé, pero esto no puede estar pasando. Tengo que irme.

Quité sus manos de mis muñecas y tomé la sábana alrededor de todo mi cuerpo como si fuera un vestido. Él me veía embobado ¿Pero qué estoy pensando? De seguro se está golpeando internamente por haber cometido un error tan grande.

Empecé a caminar por la habitación buscando mis prendas. Encontré mi vestido encima del sillón, pero no encontraba mi ropa interior. Seguí buscando hasta que la vi atrás del televisor. No sé como llegaron ahí y sinceramente no quiero saberlo. La tomé, pero cuando la vi bien me quedé en shock. Ahí estaba mi ropa interior, rota por la mitad.

-En serio que no quiero saber que hicimos ayer -tiré la ropa interior en mi bolso.

Tomé mi vestido y entré al baño. Me coloqué el vestido y traté de verme presentable para mis hijos aunque la cabeza todavía me dolía. Fue entonces cuando la realidad me golpeó. Pasé la noche con el hombre que me había abandonado por otra, el que me había roto el corazón y a quien no le importaban mis sentimientos. Una lágrima resbaló por mi mejilla, la sequé rápidamente y salí del baño. Él ya se había puesto los pantalones, estaba tomando su camisa, pero cuando la levantó nos dimos cuenta que también estaba partida a la mitad. Sentí mis mejillas arder cuando desvió su mirada en mi dirección.

Salí de la habitación y pedí un taxi. Me puse unos lentes oscuros antes de salir del hotel. Uno, porque tenía un dolor de cabeza de los mil demonios; dos, no quería que los paparazzi me vieran salir de un hotel a esa hora de la mañana.

Llegué a la habitación del hotel y encontré a mis dos hijos sentados en la cama con los brazos cruzados. Parecían como dos padres apunto de regañar a su hija por no llegar la noche anterior de una fiesta

-Cuando dijimos que podías llegar a la hora que quisieras, no nos referíamos a que llegaras hasta el día siguiente -bajé la mirada, no podía ver a mis hijos a los ojos después de lo que hice anoche- Nos tenias muy preocupados, mamá

-Lo lamento. No sé lo que pasó -traté de caminar hacia ellos, pero terminé tambaleándome y casi caigo.

Ellos corrieron a ayudarme.

-¿Estás bien, mami? -me ayudaron a restablecerme- Hueles a alcohol, ¿Estuviste tomando? ¿Es por esto que no llegaste a dormir?