Capitulo 2

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Se dirigieron a la casa de Génesis para hacer una maldad, parecía que la casa estaba sola. Decidieron robar el auto de Génesis y como por arte de magia lograron sacar el auto, Carla lo condujo, iba con exceso de velocidad, al ir por la carretera perdió el control y chocó con algo, estaba algo mareada y como pudo salió del auto, cuando se fijo en la carretera miro en el piso a un hombre, asustada se fue en el auto y decidió aprovechar la situación para culpar a Génesis del homicidio así que llevó al auto a la casa donde pertenece con la ayuda de su cómplice.

Al día siguiente la fiesta había acabado para Génesis, despertó con un horrible dolor de cabeza, giro su cabeza y miro a su alrededor. Había un hombre en su cama durmiendo, ella no podía recordar nada. Una de sus sirvientas la llamo. — Señorita, la buscan en la puerta— dijo algo nerviosa.
— ahora no Maria, me siento mal— dijo Génesis con un gesto de dolor.
— Es la policía — dijo Maria asustada.
La chica se cambió rápido y bajo las escaleras y en efecto estaban unos oficiales esperandola con unas esposas en mano. — ¿Que se les ofrece señores?— dijo con voz firme.
— Tenemos una orden para arrestarla por homicidio— dijo un oficial y la tomaron de las manos y la subieron a una patrulla. Ella había quedado en shock y no tenía fuerza para pelear ni defenderse cuando menos se dio cuenta ya estaba en la estación de policía en un cuarto algo oscuro esposada en una mesa de metal. Paso una hora y llego Gerardo, el mayordomo de Génesis. — Señorita, ¿Esta bien? — pregunto entrando al cuarto.
— Si, pero ¿Que pasó, por que estoy aqui?—
— Encontraron sangre en su auto —
— ¿Que?—
— Dijeron que encontraron un cuerpo anoche y las cámaras de la ciudad registraron su coche en la escena. —
— Pero... pero yo no fui— dijo desesperada.
— Lo se, pero debe llamar a un abogado—
— ¿A quien?—
— Conozco a uno, de los mejores. Hank Palmer—
— Si, esta bien.— se apresuro a decir.
Génesis llamó al abogado, y le contestó que iba para allá. Ella seguía ahí, pasaron dos horas hasta que Hank llegó y entro a donde estaba Génesis junto con un guardia.
— Por favor ¿podrían quitarle las esposas a una mujer de cincuenta kilos?— dijo Hank pareciendole absurdo la situación de esposarla. La saludo y ella comenzó a contar lo que pasaba desesperada hasta que por fin pudo hablar el. — Pero usted estaba ebria, no recuerda nada.—
— Pero tengo testigos. Mi chófer, mi mayordomo, mis amigas, mis sirvientas y el hombre con el que me acosté— se apresuró a decir. Hank frunció el ceño. — Se robaron mi auto, desapareció y volvió a aparecer ¿Como?, además mi chófer me llevó, también tengo de testigos a mis guardaespaldas que siempre estuvieron cuidándome. Mira, yo te voy a pagar lo suficiente para que me saques de aquí.—
El la miró a los ojos. — Tienes razón, hablaremos con todos; necesitaremos muchos testigos.
Ella asintió.— Seguro fue alguien que me odia y me quiere ver encerrada aquí.— dijo agachando la cabeza. — Tomaron mi auto, chocaron, mataron a alguien y me quieren culpar a mi.—
— Si mataron a alguien, irán directo contra ti, por que es tu auto y tiene tu patente. De hecho ya lo hicieron — dijo el muy serio.
— Si tienes razón, pero yo no lo hice. Tienes que creerme— dijo ella con un hilo de voz a punto de llorar.
— Te creo, buscaremos pruebas.—
— Muy bien, en primera no uso mi auto cuando estoy borracha. Para eso tengo a Gerardo, mi chófer. Si quisiera pagaría para salir de aquí, pero no quiero por que se que yo no lo hice.—
— Muy bien, yo iré a pensar en lo que podemos hacer. Volveré en la noche.—
— Esta bien, adiós harry o honry...—
— Soy Hank pero a veces me dicen Henry.— dijo riéndose fingidamente por aquello que acaba de escuchar.

Paso todo el día ahí en ese cuarto, solo la dejaron salir una media hora para comer y luego volvió a entrar, llego la noche y Hank llego.
— Hola Génesis—
—Hola Honry—
—Me llamo Hank—
—Lo siendo, me olvido de los nombres—
— Me di cuenta, pero llámame como tu quieras—
— Okay, te diré Henry, suena mas tierno.—
Hank soltó una risa.— Muy bien, comencemos señorita Roberts— El abrió la puerta para salir, iban a ir a la corte para una junta preliminar.
Llegaron a la corte y ahí estaban unas cuantas personas, curiosamente estaba ahí Carla mirándola fijamente, los padres del joven fallecido estaban también y se acercaron a ella, comenzaron a gritarle.
— ¡Eres una asesina!— decía la madre enfurecida.
Génesis se sintió muy avergonzada y triste, agachó la cabeza y sintió ganas de llorar. El juez impuso orden y todos se acomodaron para comenzar la sesión. Llego el momento de dar las declaraciones, hank se levanto de su silla. — Mi cliente esta lista para dar su declaración— Génesis se levanto.
— Claro, ¿Puedo su señoria?—
— Por supuesto, pasa en frente— dijo el hombre con voz potente. Ella se puso de pie en el centro y sintió como las miradas se posaban en ella, miradas de rabia hacia la pobre chica. — Bueno, les contare la versión oficial— dijo armándose de valor y comenzó a hablar. — El viernes pasado yo me fui de fiesta a la discoteca Gilda, estaba con mis amigas, esa noche mi auto fue robado, el Audi. Mi chófer me llevo a casa, el siempre me lleva cuando estoy ebria, estaba con un hombre, me acosté con el, mis sirvientas me avisaron que la cama estaba lista. El mayordomo nos dio algo de tomar, también mis guardaespaldas están de testigos, estuvieron cuidando siempre. Es todo lo que se.—
La hermana del joven comenzó a gritarle.— Eres una maldita perra, una mentirosa— todos comenzaron a hablar, el juez impuso orden de nuevo — ¡Orden en la sala! Continua por favor.— Génesis siguió hablando. — A la mañana siguiente el carro estaba de vuelta en mi casa, manchado de sangre. No se por que me hacen esto, yo no soy una asesina. — comenzó a sentirse muy mal en ese momento y corrió hacia un baño lo mas rápido que pudo y vomitó. En la sala de la corte el abogado contrario hablaba con los padres del joven.— Son mentiras, estaba ebria y no sabe nada. —
Hank se levantó y se dirigió al juez — Iré a ver como esta mi cliente.—
— Si, treinta minutos de descanso—
Hank fue a ver a Génesis, le tomo el pelo para que no se ensuciara. — Yo no fui— dijo llorando.
— Lo se, te aseguro que armare un defensa firme y testigos para ayudarte.—
Ambos salieron de ahí y fueron a la sala. La hermana de joven se acercó furiosa a Génesis y le dio una bofetada, Hank la cubrió detrás de el.— ¡Basta!—

Defiendo mi futuro (Fan fic Robert Downey Jr)Where stories live. Discover now