1- Penumbra

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--Lucas Martín--

El sonido del reloj atrajo de nuevo mi atención, como tantas veces había ocurrido ya a lo largo de la tarde. Las horas pasaban despacio pero incesablemente, mientras yo no podía influir en su constante danza. Llegué a esa conclusión hace mucho tiempo. Cuando era pequeño me gustaba contemplar el reloj de mi mesilla mientras los minutos pasaban, esperando a que una nueva hora comenzase, convencido de que podría notar algún cambio, de que no sería solo un simple acto de marcar una nueva hora, de que podría sentir algo diferente, podría hacerme sentir único, con poder para cambiar algo en mi pequeña vida. Y allí permanecía durante largos minutos, esperando a aquel cambio o sensación que nunca llegaría.

Me levanté de la cama despacio y me acerqué a la ventana que se encontraba a la derecha. Mi habitación nunca había sido demasiado grande, pero tampoco demasiado pequeña como para que me pareciera incomoda. Tenía exactamente el espacio necesario para que me sintiera cómodo y tranquilo. Al fin y al cabo, las habitaciones son como los zapatos, no necesitas el más grande para sentirte bien, sino el que se adapte a tu pie y no te quede suelto u holgado. Lo mismo pasa en el caso contrario, ya que si el zapato es demasiado pequeño, te apretará y no te dejará espacio para andar con libertad, o al menos cómodo. Para mi aquella habitación era perfecta, y en ese momento no necesitaba ninguna más. La ventana estaba abierta y me acerqué a mirar la solitaria calle iluminada por las últimas luces de la tarde, los últimos rayos del sol.

Era mi momento favorito del día, observar como los tímidos haces de luz se despedían del suelo hasta el día siguiente, y como el dueño de estos haces descendía lentamente alejándose en el horizonte, sin despedida ni adiós. Me gusta el sol, sí, decididamente me gusta mucho. A primeras se podría llegar a pensar que es muy orgulloso, y que no necesita de nadie ya que todos giran a su alrededor y todos somos completamente dependientes de él. Pero no, no es orgullo el que él poseía, sino conocimiento y sabiduría. Alguien orgulloso no podría regalarnos todos los días tanta cantidad de luz y calor, sin esperar ninguna recompensa, simplemente la de ver desde allí arriba como nos ayuda su luz. La razón de que no se despida, no es otra que este sol nuestro, es más sensible de lo que parece, y no le gustan nada las despedidas. Por ello prefiere darse la vuelta todos los días, y desaparecer despacio, sin pensar que es un adiós o una despedida, sino más bien un hasta luego. Quizás es esa la razón por la que lo vemos de nuevo todos los días, quien sabe.

Me separé de la ventana y me dirigí hacia mi teléfono, el cual descansaba encima de la mesilla de noche. Desbloqueé la pantalla de inicio y me encontré con 5 mensajes nuevos, de 2 personas diferentes. No me asombré mucho al ver quienes eran, ya que lo esperaba incluso antes de desbloquearlo. Uno de ellos era Dario, mi mejor amigo, y la otra era Clara, amiga-hermana, ya que nos habíamos conocido hace tanto tiempo que para mi ella ya era una hermana. Los primeros tres eran de Dario, que había tenido que quedarse con sus hermanos toda la tarde y tendría que hacerlo por el resto de la noche, ya que sus padres decidieron salir al cine a divertirse un poco. Dario tiene dos hermanos pequeños de 7 y 12 años, y una hermana mayor de 21 años que vive en Londres. Él tiene 16 años como yo, pero el nació el 9 de Diciembre, y yo el 9 de Junio, lo que me convierte a mi en el mayor de los dos, superándolo por 6 meses. De no ser por estar cuidando a sus hermanos, seguramente estaría aquí conmigo, pasando la tarde. La verdad es que siempre estamos juntos.

               Dario- Lucas!!! He puesto una peli y Dani y Bruno se han quedado hipnotizados O.o  21:35

Dario- Jopeeeeeee. Me aburro mucho -.- Esta peli ya la he visto  21:49

Dario- Lucaaaaaaaaaaaaaaaas! Por que no respondes? No estarás de nuevo mirando por la ventana como hacen los viejos verdad? Que todavía eres muy joven para perderte así mirando algo!! Esta claro que eres más viejo que yo ;) pero tampoco tanto ja. 22:10

Una sonrisa escapó de mis labios mientras leía los mensajes. ¿Como era posible que Dario me llamara viejo? Si aunque fuera mayor que él parecía mucho más pequeño. Todos me decían que tenía cara de bebe. Condenado Dario. 

Cerré el chat con Dario sin responder y abrí el de Clara, sin sorprenderme demasiado al leerlo.

Clara- Lucasitooooo lucasitoooo lucasito de mi corazon yo te canto te recuerdo que Clarita te quiere un montooooooon 22:00

Clara- Luciiiiiiiiiiiiiiiiiii. Hoy no me has dicho nada eh T-T Supongo que estarás ocupado, aunque no consigo imaginar en que podrías estar ocupado un sábado por la noche en casa. Dios miooooo! Sal un poco y deja que la luz de la luna broncee 22:02

De verdad, a veces no entiendo como podemos ser tan buenos amigos siendo completamente diferentes. Empecé a escribir

Lucas- Para tu información hoy no hay luna, y te habrías dado cuenta de ello si en vez de estar bailando y riendo hubieras mirado un poco a tu alrededor. Pero bueno, da igual. Que quieres Clara? 22:14

Clara- Ay Lucas tan serio y aguafiestas como siempre. Es que a caso tengo que tener una razón para hablar con mi hermanito pequeñito owo. Solo queria ver que hacias  22:15

Lucas- Estoy muy bien, gracias por tu interés. Y de verdad Clara, no tienes que preocuparte por mi cuando sales con tus amigas, solo ve y diviértete, yo estaré bien, te lo prometo. 22:15

Clara- Buenooooooooooo, vale :D Pero mañana quedamos para dar una vuelta ¿Vale? Sí, perfecto. Ya pensaremos dando ir. Buenas noches hermanitooooooooooooo 22:17

Lucas- Buenas noches Clara. Y no hagas ninguna tontería, por favor 22:19

Dejé el teléfono de nuevo encima de mi mesilla y me tumbé en la cama mirando al techo. A veces no entendía como ellos dos aun querían ser mis amigos, después de lo serio que era siempre con ellos y de ser muchas veces un insensible. Y no es que no los quisiera, era simplemente que no sabía como demostrárselo, tenía miedo de hacer el ridículo y que se rieran de mi, tenía miedo de que me dejaran solo y no quisieran saber más de mi. Tenía miedo de muchas cosas en verdad. Me giré hacia mi mesilla y cogí el último libro que había estado leyendo, y lo retomé por donde lo había dejado. Aquella mañana me había despertado muy tarde, así que sabía que no tendría sueño durante un par de horas más, ''quizá pueda acabar el libro hoy'' pensé. 

Se acercaban las 2:00 y mientras leía el libro me vibró el teléfono. Lo miré y una carcajada escapó de mi sin poder impedirlo

Clara- I LOVE SODA ME GUSTA EL SODA 1:57

''Esta chica no tiene remedio- me dije en susurros- Creo que ya va siendo hora de que me duerma, o sino mañana no podré ir con ella.-'' Dejé el libro en mi mesilla, y apagué la lámpara pensando en la facilidad con la que luz viene, y con la que se va, sin siquiera despedirse. ''Supongo que por eso el Sol odia las despedidas'' fue lo último que pensé. Después el sueño se presentó y dejé que me envolviera despacio.

Sobre las nubesTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang