~PRIZONIER~ [Sebastian michaelis X READER]

JAQUE AL REY

Estaba sorprendida y su rostro encajaba perfectamente con lo que sentía en ese momento.

Aquel ser, aquel "Demonio", no era ni más ni menos que aquel conde oscuro que había visitado el castillo de su padre  ese mismo día.

[FLASH&BACK]

Algo seguía manteniéndola en pie, incluso estaba feliz porque su plan ya estaba listo y en menos de lo que tardaba cantando un gallo ella sería libre al fin.

Mientras reflexionaba con una diminuta sonrisa observando con jubilo los barrotes de aquella celda. Escuchó el trote de caballos. Se levantó y subió a la pequeña cama poniéndose de puntillas para poder ver quien había llegado ahora.

Lo primero que vio fue un carruaje negro, caballos negros, el jinete vestía de negro, no había nada que no fuera de color negro.

El jinete bajó del carruaje y camino hasta la puerta de este mismo para luego abrirla y hacerse a un lado mientras bajaba un hombre, no podía ver su rostro ya que la indecorosa lluvia provocó que el jinete tomara un paraguas y le ofreciera a aquel noble.

Caminaron hasta la puerta y desaparecieron.

Ema bajó de la cama, ¿Qué hacía un hombre ahí? ¿Nuevos negocios con su padre?.

***** En el carruaje*****

Minutos antes de llegar al castillo del rey August, el conde veía a través de las ventanas el denso bosque.

.- Señor..- le llamaba la atención una de las sirvientas.- ¿está seguro de hacer esto?.- le siguió hablando, no era necesario ver que le mirara porque su amo era un hombre que prestaba atención sin sentir la necesidad de mirar a los ojos, no cuando de verdad no le era de su interés.

.- Lilith, olvidas quién soy?.- le dijo sin mirarla, su mirada carmesí estaba fija en aquella cúspide(punta) de la torre de aquel castillo en el que algunos minutos estaría frente a el, para una persona como él no le era difícil ver a largas distancias, podía ver claramente a una Joven de cabellos rubios rizados, no apreciaba su rostro. Sonrió, sabía que ese rey algo mantenía en secreto y el se encargaría de descubrir que "ser poderoso" ocultaba encadenado.

Al llegar una densa llovizna comenzó a caer desde el alto cielo, su jinete Jack abrió la puerta, bajo mientras ponía su sombrero y tomaba el paraguas que le era ofrecido.

Antes de seguir caminando miro hacia dentro del carruaje del que recién había bajado, miro con posesión a sus dos sirvientas.- ustedes se quedan aquí.- miró a Jack.- mantenlas vigiladas.- Jack asintió mientras miraba con burla a ambas gemelas.

En unos microsegundos miro de reojo la ventana con gruesos barrotes mientras sonreía con diversión, tenía tantas cosas que descubrir en ese castillo, pero lo más importante era lo que estaba encerrado hace diez años en lo más alto del castillo.

Camino con Jack hacia la puerta y dos mayordomos les recibieron.

.-Lord Sebastian, que oportuna visita.- le saludaba el rey, un hombre de 52 años, barba y cabello blanco, su mirada era azul. le señaló que tomará asiento.

Sebastian solo sonrió falsamente mientras tomaba asiento frente a el.

Los mayordomos llegaron con té.

Cuando ambos terminaron de servir el té se fueron dejando al rey y al conde solos. Estos inmediatamente se miraron con amenza, sebastian suspiró y tomó la delicada taza con caballerosidad y delicadeza. así Llevando el primer sorbo a su boca.

.- Sebastian Michaelis, ¿De qué se trata tu repentina visita?.- fue al grano.

Sebastian apartó la taza y la dejo sobre la mesita que estaba al centro de ambos hombres. Sonrió amablemente para luego tomar una pieza del tablero de ajedrez que estaba, al parecer minutos antes el rey planeaba un nuevo juego y el llego a interrumpirle su partida.