Cuando Amas

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Que bonito es enamorarse, querer a una persona que ni siquiera puedes explicar el cómo. Llevas contando los días en poder estar con esa persona y tenerla entre tus brazos. Que lindo es.

Pero que feo es cuando la tienes cerca y se siente lejos, que feo es amarlo de tal manera que no puedes explicar, y no tener la misma respuesta de él o ella. Los días los contabas deseando que pasaran rápido y poder abrazarlo. Pero ahora le abrazas y te sientes vacía, te sientes triste y sin deseos de nada. Que tratas de llamar su atención y nada parece funcionar. Que lo quieres entregar todo para ver si así vuelves a tener esa misma atención. Pero no, nada funciona.

Te hundes en un agujero negro y no le encuentras salida. Lágrimas caen sin cesar cada noche y evitas que se den cuenta. Te levantas temprano como si tuvieses una pesadilla cada día sin saber porque. Vas al baño y miras tu reflejo en el espejo. Miras cada facción hasta quedar mirando tus ojos hinchados y rojizos, por aquellas lágrimas derramadas el día anterior. No aguantas más y partes en llanto nuevamente, deseando poder dar atrás al tiempo y volver a tener aquellos hermosos momentos, donde te sentiste amada, donde no sentías que te ignoraban, donde podías hablar sin miedo porque sabías que te entendía y escuchaba. Todo aquello se estaba desbordando y te estas quedando sin nada. Tu voz quebrada ni siquiera puede pronunciar su nombre.

Aprietas con fuerza tu mano, notando como tus nudillos eran más pronunciados y se tornaba tu piel rojiza. Quieres golpear algo, sacar todo ese enojo y tristeza. Te sientes como si no valieras nada. Miras el espejo y das un golpe severo, haciendo que el espejo se quiebre y varios pedacitos pequeños se entierren en tu puño. El dolor del golpe no es tan agudo como el de tu corazón, y solo te provoca golpear algo más.

Tratas de calmarte, tomas un suspiro y bajas tu cabeza pensando un poco. Abres la pluma y pones tu puño bajo el agua para disipar y tratar de desaparecer aquella sangre. Apreciaste cada cortada y como podías sacabas los fragmentos que se habían introducido a tu piel.

Tomas alcohol y lo pones en tu mano para desinfectar, y, aunque dolía, no te inmutaste. Tomaste un paño y vendaste tu mano. Nuevamente soltaste un suspiro. Te despojaste de tu ropa y entraste a la bañera para darte una ducha tibia.

Ya estabas lista para recibir el mundo, pero, en realidad lo estas?

Niegas con tu cabeza, tomas tus pertenencias y te marchas, ni siquiera giraste tu mirada hacía atrás, no era necesario, sabías que si mirabas, ibas a querer volver y ya no querías más de eso. Diste un paso hacia afuera y desapareciste de su vida.

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Levantarte cada mañana y mirar su rostro sereno, te provocaba devorarla a besos. Contenias los impulsos, siempre te preocupabas en que ella pudiese descansar con suma tranquilidad. Pero esta vez fue diferente. Te levantaste y no la viste, no te preocupo, quizás estaba duchándose o haciendo el desayuno. Te levantaste con suma pereza hacia el baño. Encendiste la luz y la imagen que viste ante tus ojos te dejo perplejo. Vidrios por todo el suelo, sangre esparcida por el lavabo y donde era antes el espejo. Sangre en el suelo que hizo que te preocupases. Bajaste a toda prisa para encontrarle y saber que estaba bien, recorriste toda la casa y no sentías esa vida que tanta alegría te traía. Subiste a la habitación, para abrir el closet y no encontrar nada de sus pertenencias. Esa calma que sentías desapareció y se convirtió en desespero. Marcaste su numero y te diste cuenta que dejó su móvil en la mesa de noche, junto al móvil una carta yacía. La tomaste entre tus manos, la abriste para comenzar a leerla.

"No debí irme sin hablarte, pero no podía, harías que me quedase y como te amo tanto lo hubiese hecho. No me lleve el movil, porque se que llamariais, yo responderia y volvería a tus brazos. Me lleve mis pertenencias, no quería darte una ilusión falsa de que volvería a la casa. Pero sabes, me lleve un último de todo sobre ti; me lleve el último beso de tus labios, el último abrazo cálido, tu última palabra conmigo, tu manera tan tranquila de dormir la llevo en mi mente, y me lleve ese pedazo de corazón que alguna vez te pertenecio. No sé si podré reparar todo, pero si tu puedes yo también lo lograré. No me odies, no olvides que te amo como nadie te amo. Adios".

Espero os guste, perdonad si tengo mala ortografia o algo escrito erróneamente. Lo escribí desde el celular. Gracias por tomarse su tiempo en leer esta cosita que escribi. Gracias Nuevamente, ciao.

◇ Angie ◇

Cuando  amasWhere stories live. Discover now