11. Día dos: el beso.

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Solo llevaba dos días en la sabana y ya había perdido la noción del tiempo. Sinceramente no sabía qué día era.

Esa mañana, al despertarme, sentí que me sacudían levemente, y di un respingo al pensar que podría ser un animal salvaje.

-¡Fuera! -grité incorporándome y dando manotazos a todo a mi alrededor.

-¡Tranquila! -susurró la voz de Mario-. Vas a despertar a todo el mundo.

-¿Por qué me despiertas a estas horas? Espera -dije tras pensar un poco-, ¿qué hora es?

-¿Ves que tenga algún reloj? -preguntó Mario divertido-. Venga, ______, tenemos que entrenar.

-Anda, déjame dormir, por favor. Me costó mucho dormirme.

Volví a recostarme sobre el saco de dormir, pero Mario, molesto, me cogió de la muñeca y me atrajo hacia sí.

-Vamos fuera.

Me miró con ojos penetrantes, no sabía si quería besarle o me daba miedo, pero tuve que levantarme. Comí una barrita de cereales y salí de la tienda, donde Mario me esperaba de brazos cruzados, vestido solamente con una camiseta de tirantes y unos vaqueros.

Su cara había recuperado su aspecto normal, al igual que sus ojos. Ya no me daba miedo, pero tampoco quería acercarme mucho después de lo ocurrido la otra noche en la cena.

-¿Qué vamos a hacer? -pregunté finalmente haciendo estiramientos.

-Siéntate -me dijo solamente.

Se inclinó y se sentó con las piernas cruzadas en el suelo, algo alejado del campamento. Hizo un gesto con su mano derecha y me invitó a sentarme a su lado.

Cuando lo hice, estiró su brazo y dibujó un guepardo en el suelo. No estaba demasiado bien, pero se podía reconocer.

-Vaya -dije-. Estás hecho todo un Picasso.

Me miró de reojo y me preguntó:

-¿Sabes lo que es?

-Un guepardo -contesté yo, asintiendo con la cabeza.

-Pues hay uno cerca de la roca donde estuviste ayer, y vamos a observarle. Tienes que aprender su comportamiento, porque nos va a llevar bastante tiempo encontrar las aldeas y nos vamos a encontrar con varios de estos y con los otros cuatro mamíferos grandes de África. Así que, un paso en falso, y puede costarte la vida.

-Pensé que los vampiros...

-Tú te quedas mortal, _____.

Me quedé en silencio y no contesté. Tras un minuto, Mario volvió a hablar.

-¿Quieres que vayamos a verlo?

-Vale -me encogí de hombros.

Caminamos durante un buen rato, hasta que mi compañero puso un brazo delante de mí, impidiéndome adelantarme ni siquiera un poco más. Miré alrededor para localizarlo, pero no lo veía; debía de estar escondido entre la hierba.

-Detrás del árbol -susurró Mario, de forma casi inaudible.

Miré, y allí estaba él, con el cuerpo tenso y la cabeza bien alta, mirándonos.

-Si te acercas demasiado -comenzó Mario-, pensará que quieres hacerle daño. Si hablas demasiado alto -siguió-, pensará que quieres hacerle daño. Si te mueves bruscamente...

-Pensará que quieres hacerle daño -interrumpí yo.

-Se abalanzará hacia ti y te desgarrará con sus afilados colmillos -corrigió él.

-¿Y qué hacemos ahora? -pregunté yo entonces.

-¿Qué quieres hacer? -sonrió diabólicamente.

-Pues no sé, podemos amaestrarlo, o intentarlo... no sé, acercarnos muy despacio y acariciarlo... podemos darle un poco de comida...

-______ -me interrumpió-. No es el gato de tu abuela. No puedes darle leche y esperar que se te suba a los brazos. La única comida que puedes darle, es tu propio cuerpo.

-Solo sugería.

Se acercó un poco más, y yo le seguí. Un paso más. Otro. Otro más. Entonces, cuando estábamos a unos tres metros de distancia del felino salvaje y el depredador más grande del mundo, este volvió a levantar la cabeza -que había agachado hace un rato- y sacó sus garras.

-Este es nuestro límite -susurró Mario-. Si nos acercamos más, se abalanzará hacia nosotros.

-Volvamos al campamento.

Y así, nos alejamos despacio, poco a poco, y cuando ya estuvimos lejos de la vista del guepardo, echamos una carrera hacia el campamento. Adivinen quién ganó... sí, exacto. Mario.

-¡Te he ganado! -me gritó.

-¡No me digas! ¡No lo había notado!

Me estaba riendo y todavía recuperándome de la carrera cuando Mario se inclinó hacia mí.

Mario me besó.

HOLAAA WIII
LO SEEEÉ, CAP DE MIEERDAA :( NO ESTABA MUY INSPIRADA Y NO SABÍA MUY BIEN QUÉ QUERÍA PONER EN EL CAP, ASÍ QUE HA SALIDO UN POCO MÁS CORTITO APF.
ANYWAY, GRACIAS POR LAS 700 LECTURAS!!! MUCHAS GRACIAS!!! SEGUID LEYENDO MI NOVELA Y NO DUDÉIS EN AÑADIRLA EN VUUESTRA GENIAL BIBLIOTECA ♡
OSSK

Vampiros a medianoche [Mario Casas y tú] ©Where stories live. Discover now