III

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Era la segunda semana de clases, y esperaba que vaya bien. La primera había sido horrible, demasiados roces con los Slytherin y peleas con mi primo. Usualmente las molestias de las serpientes no me molestaban, pero con tanta frecuencia estaban empezando a hartarme, y me ponían de muy mal humor.

- Odio los lunes, todavía no puedo creer que tengamos clases con Slytherin y el profesor nos haya hecho trabajar juntos!. - empezó Ron a quejarse, a pesar de que la clase ni siquiera era hoy.

- Qué no se dan cuenta que afecta nuestro rendimiento? Gryffindor y Slytherin han sido casas enemigas durante toda la historia de Hogwarts, no pueden simplemente hacerlo. - Hermione sonó mucho menos inteligente de lo que era, vaya drama que estaban armando. - deberíamos hablar con Mc Gonagall, claramente todos lo odiamos.

- Menos _____, porque hasta se hizo amiga de Daphne Greengrass, verdad prima?. - Harry se había vuelto muy fastidioso y exagerado con el tema, simplemente por que Daphne y yo éramos capaces de trabajar sin lazarnos maleficios, porque claramente no éramos amigas.

- Ya Harry, deja el drama - respondí y seguí comiendo,tratando de cerrar el tema. Habíamos peleado por eso toda la semana anterior.

- Luego te juntarás con las serpientes?. - dijo Ronald en tono sarcástico.

- Claro Ron, y también invitaré a Hermione que lo haga, porque las dos tenemos la sangre ideal para hacerlo. - respondí irónica. - saben muy bien que Daphne nunca ha sido fastidiosa, y no sé por que se molestan tanto.

- Eso es cierto, Daphne nunca se ha metido con nadie. De su hermana Astoria no puedo decir lo mismo.

La conversación me estaba agotando y sacando de mis casillas, era deprimente y repetitiva; se habían quejado de la clase de historia de la magia por una semana entera. No podían superarlo y ya?. Terminé de comer lo más rápido que pude, y me despedí para ir a pasar un tiempo sola en la biblioteca.

Usualmente no estaba sola ni cansada de todos, mi humor solía ser estable y siempre estaba con Dean y Seamus, o Lavender y Parvati, o Fey, o en otras ocasiones con el trío de oro. Cuando me di cuenta que estaba sola por los pasillos tuve miedo de encontrarme con Malfoy y su pandilla, y eso a la vez me enojó. Por qué tenía que atormentarme por sus amenazas baratas?, y por qué tenía miedo de andar sola? si de todos modos mis amigos nunca me defendían de ellos. Por primera vez estaba realmente enojada conmigo misma.

Me metí en la biblioteca y aproveché para ir a la sección prohibida, ya que quería leer unos libros sobre maldiciones. Simple curiosidad. El mejor momento para ir a buscar libros ahí sin que te pillen eran los lunes en la mañana, ya que en la biblioteca ni si quiera estaban los fantasmas. Mucho menos alguien que los controle. Había ido varias veces con Padma, que también disfrutaba de ciertos temas como yo.

Me encontraba profundamente concentrada en un libro sobre objetos oscuros cuando pasó lo peor.

- Mira nada mas, Dursley? rompiendo las reglas?.

- Malfoy, no puedes estar aquí - hablé rápidamente.

- Tú tampoco.

- Dónde está tu pandilla, apenas te reconozco sin ellos. - qué estoy haciendo?!. Debería disculparme, salir corriendo y ya.

Malfoy se mostró levemente sorprendido, para luego pasar a una expresión de disgusto, arrugaba un poco la nariz como si todo el lugar oliera mal. Siempre la hacía cuando soltaba algún comentario sobre los muggles. Lo odiaba tanto!.

- Qué te crees para hablarme así! Si no eres más que una

- Sangre sucia? - le corté - sí, soy una Sangre Sucia, lo sé. Que me lo digas no me hiere, Malfoy.

- Siempre me he sentido complacido con la gente que se ubica solita en donde pertenece, y me parece increíble que seas consciente de que eres una impura, pero yo no lo soy, y tienes que respetarme por ello. O tal vez estoy pidiendo demasiado, de donde vienes saben qué son los modales?. - habló con toda la arrogancia que cabía en su cuerpo, y era increíblemente parecido a Lucius Malfoy las pocas veces que lo vi dirigirse a Harry.

Me entraron unas horribles ganas de llorar, por la rabia.

- Vas a llorar Dursley? - claro que no.

- Te disgustan los impuros? - pregunté mirándolo fijamente.

- Como no te imaginas. - dijo levantando levemente la cabeza y entrecerrando los ojos, como si me estuviese mirando desde arriba.

No era mejor que yo.

Entonces lo empujé y lo besé. No porque quisiera hacerlo, sino porque quería molestarlo, con todo mi ser. Quería que se sienta horrible porque una sangre sucia lo besó, y se sienta tan avergonzado que no sea capaz de contárselo a sus amiguitos.

Pero me di cuenta que mi plan salió totalmente mal cuando después de uno segundos, nos seguíamos besando, y ahora yo estaba apoyada por los estantes. Qué carajos?. Este era mi plan, no suyo; así que lo empujé y me acerqué a su oído.

- Te doy asco Malfoy? espero que necesites muchas duchas para sacarte ese beso de encima.

Y luego salí caminando de la biblioteca, con la adrenalina recorriendo todo mi cuerpo. Y el miedo de que en cualquier momento Draco saldría corriendo por el pasillo y me lanzaría un avada.

Vida mágica. (Draco Malfoy)Where stories live. Discover now