La maldición del titán

4.3K 342 11
                                    

-Busquemos esa condenada taberna -concluyó Zoë, malhumorada- y echemos un bocado mientras podamos.
Grover sonrió.
-¿De qué te ríes? -le preguntó Zoë.
-No, de nada -respondió, aguantandose la risa-. Me zamparía unas condenadas patatas fritas.
Incluso Thalia se sonrió.
-Y yo he de ir al baño, maldición.
Tal vez sería porque estabamos tensos y cansados, pero empecé a mondarme en voz baja, y a Thalia y Grover se les contagió la risa.
Zoë nos miraba perpleja.
-¿Qué os pasa?
-Voy a refrescarme el gaznate en esa taberna -dijo Grover.

Frases de Percy JacksonOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz