Capítulo VIII

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POV SIWON.

Yoo Jin estaba realmente asustada, me deshice fácilmente de esos tipos y me aseguré de que no volvieran a molestarla, después de golpearlo me di cuenta de que el tipo que estaba junto a la camioneta era el gerente del bar donde Yoo Jin trabajaba.

La llevé a su casa y me sorprendió que ella comenzara a llorar. Estuve parado a su lado por unos segundos, es difícil enfrentarse al llanto de una mujer, eso es más temible que los tipos a los que acababa de enfrentar. No tuve otra opción más que abrazarla, parecía realmente indefensa.

Yoo Jin se apartó de mí cuando dejó de llorar, me invitó a comer y su comida era muy rica. Recordé las razones por las que había ido a su casa y se las comenté.

Se veía tranquila ante el hecho de enfrentarse a los medios y me sorprendió que no me pidiera más dinero para el vestido.

Cuando salí de esa casa y me dirigía a la mía me puse a pensar en que esa chica no era como la imaginaba, para ser una bailarina de una bar de mala muerte parecía ser bastante decente.

Al día siguiente estuve ensayando con los chicos, HeeChul me detuvo antes de salir.

-Quiero que me digas la verdad sobre tu prometida, escuché que Teuk decía que estaba más tranquilo después de hablar contigo así que supongo que hablaste con él sobre ella.

-¿Por qué te importa tanto? -pregunté divertido.

-Porque eres mi amigo, me preocupo por ti y no me gusta la incertidumbre.

-Me estoy casando con ella por conveniencia, no tenemos ningún tipo de relación.

-Sabía que algo así estaba sucediendo -dijo satisfecho pero después me miró-. ¿Por qué lo haces así? ¿Es por HeeJoo?

-En parte pero principalmente lo hago por mi padre, me obligó a casarme y lo hice con la peor mujer que pude encontrar.

-Creo que te equivocaste.

-¿De qué estás hablando?

-Esa chica que escogiste no es como tú crees y tampoco es como esas chicas. He conocido algunas y la tuya no se parece a ellas.

-HeeChul todas esas chicas son iguales.

-No lo son.

Dicho eso se fue, no le presté demasiada atención a sus palabras, Chul era muy extraño a veces. Me tuve que ir corriendo a casa para arreglarme, las cenas en casa siempre se sirven a las siete, me di un baño rápido y me puse un traje casual. La cena era importante pero no tanto, fui por Yoo Jin, toqué la puerta y ella abrió segundos después, se veía hermosa como aquella noche de la fiesta de mi abuela.

-¿Lista? -pregunté sonriendo.

-Sí, vámonos.

Cerró la puerta detrás de ella, conforme nos acercábamos a la casa de mis padres noté su nerviosismo.

-¿Estás bien? -pregunté.

-Sí -dijo con una sonrisa.

Llegamos a la casa, el portero nos abrió. Dejé mi auto en la entrada, el mayordomo sonrió al verme.

-Joven Choi, señorita -dijo al abrir la puerta.

-Hola señor Lee -respondí.

Entramos a la casa, sabía que la familia estaría en la sala, antes de entrar tomé a Yoo Jin de la mano, ella me miró sorprendida.

-Recuerda que estamos muy enamorados -dije sonriendo.

Entramos a la sala, solo estaban mis padres, mi hermana y la abuela.

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