Capitulo 31

25 4 0
                                    

Se inclinó, y rápidamente, me besó. El corazón se me disparó, y sentía que quería caerme. Le devolví el beso y ocurrió lo que nunca me había imaginado que pasaría. Abraham me estaba besando, por voluntad propia, porque él quería. ¿Significaba esto algo? La verdad, me estaba concentrando muchísimo mas en lo que pasaba en mi cabeza que en el propio beso.
Abraham se separó unos milímetros. Solo habían sido unos segundos, los mejores de mi vida. Mi boca y la de él aún seguían cerca, noté su aliento contra el mío, y su respiración entrecortada.
AM: Penélope, yo...
El maldito móvil sonó en el momento mas oportuno. Abraham se separó para contestar, rompiendo así todo el ambiente que él mismo había formado.
AM: ¿Si? - pude oír unos gritos al otro lado de la línea - Estoy en el Bahía, sí, estoy bien... Tranquila mama. Que siiii... Vale, ya voy. - colgó el teléfono.
Yo: ¿Está muy enfadada?
AM: Bastante.
Surgió un momento incómodo entre los dos. Ninguno dijo nada, ni siquiera nos miramos.
AM: Creo que la mañana de escapada se ha acabado.
Yo: Sí.
Volvimos en autobús hacia San Fernando. El tiempo que habíamos estado fue una mierda, apenas pasó media hora, pero por lo que pasó en el último momento volvería a escaparme otra vez.
AM: Siento que esta mañana no haya sido muy... divertida. No hemos hecho casi nada.
Yo: Pues yo me lo he pasado bien.
Me miró y se puso colorado.
AM: Yo... yo también, pero, pues eso, que...
Yo: ¿Te importaría terminar alguna frase hoy?
AM: Perdona. A ver Penélope...

El autobús se paró, dando un brusco frenazo, que hizo que me cayera sobre Abraham. Él me agarró con firmeza. Yo estaba apoyada en su pecho, con las manos entre medio. No le miré a los ojos, aunque fuese lo segundo que mas quería hacer en ese momento. Lo primero, era que me explicase lo que pasó antes.
AM: Son las 14:15. ¿Te dejo en el colegio o te llevo a casa?
Yo: Llévame a casa mejor.
Salimos del autobús, y al girarnos, vimos a Tony Mateo delante nuestra. Me quedé en blanco, jamás había visto al hermano de Abraham. Fue como un niño a saludarle. Yo me quedé algo cortada, me daba vergüenza interrumpir algo. Sé lo que se siente...
AM: Un momento Tony.
Se acercó a mí.
AM: Mi hermano me lleva a casa en coche, ¿te llevamos?
Yo: ¡Sí! - contesté ilusionada. ¡Iba a conocer a Tony!
Fuimos a montarnos en el coche de Tony, cuando oí a alguien llamándome. Me di la vuelta y abrí los ojos de par en par.
Yo: Oh, mierda, Lidia. - me giré hacia Abraham - Irse vosotros.
AM: ¿No te montas?
Yo: No, Abraham mi amiga me ha visto y viene hacía aquí. Monta en el coche antes de que te vea.
AM: ¿Es algo malo que nos vea juntos?
Yo: ¡Sí! Es malo, muy malo. - Lidia se acercaba y cada vez me estaba poniendo mas nerviosa - Después te cuento ¿vale? Por favor, sube al coche.
Hice que entrara casi a empujones y cerré la puerta en el momento justo que llegó Lidia.
Lidia: ¿Quien era?
Yo: Una amiga. - suspiré aliviada - Por cierto, ¿qué haces aquí?
Lidia: Te estaba buscando. Rachel me ha dicho que te fuiste enferma. La pregunta es qué haces tu aquí.
Yo: Pues...

"Me deje llevar y acerté"Where stories live. Discover now