———————— Samantha Blade ————————
— Bien y ¿A dónde iremos a comer? — Pregunte viendo a mis amigas.
— oh, pues, no lo sé... ¿Deana? – Dijo Daisy volteando a ver a mi amiga.
— bueno... bueno quizás podamos ir a...
— Que tal si vamos a donde siempre asistíamos cuando íbamos a la universidad, ¿Recuerdan? — completa rápidamente chris
— ¡Oh sí!, oí que el novio de Daisy es el nuevo dueño — comenta Deana
— Yo no tengo novio — contesta Daisy, tan roja que podría compararla con un tomate.
— ¿Scott compro esa cafetería? — Dije algo sorprendida por la noticia
— Si ¿No crees que es romántico Sam? —
— Lo será cuando decidan declarar por fin lo que sienten — conteste.
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Al llegar a la cafetería lo primero que llama mi atención es el estilo que ha mantenido, aun parece esa cafetería a la que íbamos a pasar la tarde después de salir de la universidad, todo era tan idéntico que daba miedo. Tomamos la misma mesa que tomábamos en nuestras épocas de jóvenes estudiantes, sin decir una sola palabra, estábamos muy sorprendidas pues hace unos años esto era una gran tienda de ropa y zapatos llamada "from france" y ahora ha vuelto a ser esa cafetería de nuestra juventud.
— ¿Soy la única que tiene miedo? — Comenta Dee mientras observa cada detalle de la cafetería.
— ¡Deanna! — La reprende chris — No digas tonterías
— Oh vamos chicas admítanlo, da miedo lo exactamente parecido que es a hace unos años.
— Pues yo pienso que es una gran estrategia — dice Amy observando con atención la cafetería — Todo es igual a hace unos años, lo cual le da una enorme ventaja a Scott sobre los demás locales, ya que el reconstruyo el pasado y con ello trae esos recuerdos que uno quiere revivir.
Amy tenía mucha razón, estar en la cafetería me ha hecho recordar tantas cosas y me hace sentir algo nostálgica, este lugar es el confidente de todas esas malteadas de chocolate que bebía cada que reprobaba algún examen y también fue aquí donde conocí a Alex y le declare un odio infinito y también fue aquí donde el me pidió ser su novia... tantas cosas pasaron en este lugar que simplemente amo el hecho de que Scott lo haya comprado.
— ¡Hola Daisy! Es un milagro verte por aquí — Saluda alegremente Scott a nuestra amiga ignorando completamente nuestra presencia. Lo cual no me molesta para nada pues ni siquiera note cuando él se acercaba a saludar.
— Hola a ti también Scoty — Saluda Chris fingiendo que Scott también la saludo a ella y no solo a Daisy.
— Hola Chris, siempre tan linda — contesta al saludo de Christina, tan alegre como siempre — Deeana, Amy y Sam, hola para ustedes también.
Scott es un viejo amigo mío, lo conozco desde la secundaria, es divertido, alegre y muy responsable siempre fue el que andaba tras de mi obligándome a estudiar, hacer tareas y estudiar para las materias que reprobaba, pero es 2 años mayor que yo, cuando el se fue a la universidad y yo me quede en la preparatoria tuve que hacer amigos nuevos, fue cuando conocí a Deanna, pero ambas éramos un desastre juntas, reprobábamos toda la materia que fuera posible, lo pondré fácil, todo era muy importante para nosotras a excepción de la escuela, por lo que nos pusieron a una alumna para que nos diera asesorías, adivinen quien era esa alumna, Amy la chica más inteligente del colegio se convirtió en una especie de mama para nosotras, pero era más del estilo de mama regañona que nos obligaba a estudiar todos los días, no me puedo quejar gracias a Amy tengo un título y soy una gran psicóloga. Con el paso del tiempo Amy nos completaba tanto a Dee y a mí, y nosotras la completábamos a ella que nunca nos volvimos a separar, éramos las tres contra todo y todos. Luego entramos a la universidad y conocí a Daisy en una clase de cocina para principiantes que ella impartía y nos hicimos amigas desde la primera clase, debo de agradecer a esas estúpidas galletas que queme. Después de eso Scott volvió a convertirse en el molesto que no dejaba de sugerir en que debería de estudiar, aunque a menor medida porque Amy casi siempre le ganaba siendo más molesta. Scott y Daisy estuvieron enamorados el uno del otro todo desde que el presente, fue como 3 años de la universidad pero en esos 3 años no avanzaron mucho, por no decir que nada. Y al parecer estos dos aún siguen en las mismas, esas miradas entre ambos me dicen que aún hay sentimientos entre ellos, sentimientos que como cuando estábamos en la universidad no va a ser dichos.
— Scott — digo sonriéndole a mi amigo a modo de saludo — Debo admitir que esto es muy lindo.
— Gracias Sammy...
— Bueno Scotty, ¿Tomaras nuestra orden o vas a platicar? — Dice Dee lo más seria posible.
— Tengo una mejor idea — le contesta Scott — Porque no me dejan traerles la especialidad de la casa y me evitan tomarles la orden
— Me parece perfecto aunque creo que eso es ser muy flojo de tu parte — dice Daisy algo sonrojada
— A mí me parece bien, pero no esperes propina de mi parte Scotty — contesta Deanna
— Yo solo quisiera una ensalada — le dice Amy a Scott — Y Scott me encanta el lugar, es tan "Bienvenidos al pasado"
— Gracias Amanda, ¿y tú Sammy? ¿También me vas a pedir una ensalada?
— ¡Dios no! Yo quiero comida de verdad y rápido que muero de hambre
— Esta bien, ahorita les traen sus pedidos chicas — dice Scott mientras se va, creo que camino a la cocina.
— ¡Wow amigas!, esta vez se lucieron — digo emocionada.
— Ehm, ¿enserio? — pregunta algo confundida Amy.
— Claro que sí, yo estoy triste y ustedes me traen al restaurante donde solíamos venir a descansar y flojear después de la escuela y hacen que nos sentemos en la misma mesa de siempre, ¡Son las mejores, sin lugar a dudas!
— Gracias Sammy, que bien que lo estés disfrutando amiga, tú ya sabes que mereces lo mejor — contesta Dee tomando el mérito.
Y tal como lo prometió Scott, nos llevaron nuestra comida, tan rápida que parecía como si la comida ya hubiera estado esperando por nosotras.
— Quizás debamos de darle propina por primera vez, Scotty se lució, esta si es un buen tiempo de atención — Dice Chris burlándose.
— Tienes razón Chris, yo pongo 5 pesos ¿Alguien más? — Dee sigue la broma.
— Chicas sean serias, ya somos un grupo de mujeres adultas y con el suficiente dinero como para dejar una propina decente — nos regaña Daisy.
— Bueno, bueno princesa ya no llores, prometemos no volvernos a meter con tu príncipe, ahora si me disculpan voy al baño... necesito lavarme las manos, yo si soy higiénica — contesta Dee mientras toma camino al baño.
— Oh vamos Dee, ¿Qué paso con el "eso es lo que le da el buen sabor"? — le recuerda Daisy
— Eso sonó asqueroso — añado
— No son palabras mías — Se defiende Daisy, claro que para eso Deeana ya no estaba.
— Saben que yo también quiero ir al baño — dije después de unos segundos, mientras que mis amigas solo asintieron o solo imagine que asintieron, no lo sé, yo solo tome mi camino hacia el baño, pero antes de entrar pude escuchar una breve conversación entre Dee y alguien más y claro mi lado de mujer chismosa salió a la luz.
— Hola Ann , que bueno que contestas — un breve espacio en silencio — lo que pasa es que eh cazado a un chico guapo y atractivo y ahora me dedico solamente a el — más silencio — Lo que pasa es que tengo una amiga que necesita un poco de tu ayuda — mucho más silencio — oh no, ella no — más silencio — 12, que sean 12 por favor y hoy a las 10 me parece perfecto — un poco más de silencio — si gracias Ann un gusto hablar contigo como siempre, hasta más tarde, adiós.
¡Oh mi dios! ya colgó ¿Qué hago?¿Con quién hablaba? y ¿A qué se refería?.
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Casada Y Virgen
HumorVirgen, la tarjeta V, la gran V, María, Virginia, Vigilia, Puente inconcluso, Tipo V, Abeja obrera, Alambre liso, Avioneta fumigadora, Microondas, la peste y miles y miles de apodos hay para nosotras las chicas bien, que desean mantenerse vírgenes o...