Capítulo 20: Eso es un chantaje

3.6K 275 23
                                    

— ¡Peeta! ¡Peeta!— alguien salta en mi cama. Alguien que tiene la voz más hermosa que he oído aunque a veces me grite.

Esperen...

¿Está saltando en mi cama?

Cuidado Katniss que este león puede atacar si es molestado en su territorio y serías la presa más deliciosa que pueda cazar.

— ¿No te han dicho que entrar en la habitación de un hombre puede ser peligroso?— murmuro jalando la almohada más cercana a mi rostro cuando me doy cuenta que está a punto de correr las cortinas.

— ¿Peligroso? ¡Ja! No eres peligroso en absoluto— escucho el ruido de la ventana y me aferro más a mis cobijas. —¡Levántate vago! Son más de las nueve de la mañana, tenemos todo listo para la cosecha— de un solo tirón me arranca mi cobija. Quedo descubierto.

—¡No!— intento cubrirme.

—Ay ¡por los clavos de Cristo!— la escucho gritar y me río. —¡Cúbrete estás en cueros!— vuelve a gritar. La veo de reojo, está mirando hacia una pared y aun así tiene sus manos tapando sus ojos.

—Así duermo— me levanto y tomo una bata. —Ya estoy medio vestido— le anuncio.

—Peeta la cosecha debe empezar, mira el sol tan bonito que hay afuera. Estamos retrasados, debemos acabar al menos una parcela para el almuerzo—trae un vestido floreado y el cabello recogido. Me habla con tal intensidad que vuelvo a sonreír como el idiota enamorado que soy.

—Me visto en seguida y salgo, ni siquiera me voy a bañar. Sólo porque tú me lo pides— tomo ropa limpia del closet.

—Mentiroso. No te bañas porque no soportas el agua fría y echaste a perder todas tus termas ayer— me saca la lengua y se va corriendo. Mi berrinchuda linda. –¡Ponte una camisa blanca!— la oigo gritar desde no sé dónde.


— ¿Listos?— pregunto después que Haymitch termina su escueto discurso de inicio de cosecha.

— ¡Sí!— me responde todo mundo entre risas.

— ¡Adelante!— digo muy feliz.

Sé que debo permanecer observando según indicaciones de Haymitch. Pero se me hace muy aburrido nada más mirar. No soporto seguir así.

— Ey ricachón ¿No quieres meter las manos en esta parra?— escucho una voz chillona. Se me escapa una carcajada porque he confundido su última palabra.

Ay Katniss si supieras donde quiero meter mis manos.

—Con todo gusto. ¿Qué debo hacer?— me acerco a su lado y dejo que me muestre. Me enseña cómo cortar los racimos y luego toma mis manos para aprender el ángulo adecuado de los cortes. Sus dedos son suaves a pesar del trabajo que hace pero también son muy firmes y yo sé que pegaban fuerte.

—Más despacio. Debes estar atento a que no se caiga el racimo— los rosados granos caen en mis manos. Se ven apetitosas y tan brillantes. ¡Qué ricas uvas!

—Se ven deliciosas— exclamo. Quiero probar un grano pero Katniss se adelanta y me lo quita de entre los dedos con los labios.

Su boca toca un instante mis dedos y me estremezco de deseo.

—No se comen las uvas cuando se cosechan— me reclama mientras mastica. —¡Pero esa estaba deliciosa!— sonríe. Sin decir más se aparta de mí y sigue caminado debajo de las parras, entretenida en la recolección.

Ya no me puedo concentrar en otra cosa que sus labios jugosos con sabor a uvas.

Y luego dicen que son las manzanas el fruto prohibido.

Acosador (Katniss & Peeta) TerminadoWhere stories live. Discover now