Violeta

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En las lejanas tierra donde alguna vez hubo una ciudad que disfrutaba de las melodías mas conmovedoras de un joven prodigio, que después de su desaparición, la avaricia e indiferencia consumieron toda vida racional y los pocos que sobrevivieron solo eran victimas de la locura que esas tierras emanaban.

Las condesas eran bestias celosas y soberbias, los caballeros de alto estirpe, oscuros monstruos ahogados de ira y sangre y los pocos jóvenes eran esqueléticas marionetas con una insaciable gula que jamas los engordaría.

De vez en cuando unos cuerpos se elevaban como si de troncos se trataran y los cadáveres que volvían a ser polvo, junto con la peste, creaban una desagradable neblina marmoleada violácea que evitaba el paso de los purificadores rayos del radiante disco de fuego.

Aquellos que osaban desafiar la putrefacta fuerza se volvía parte de a galería de las frágiles y desgraciadas estatuas orgánicas.

Una tarde de otoño, cuando las hojas buscaban camino con el viento y se veía a lo lejos un camino de nubes sonrojadas y rosas danzantes, un travieso pétalo se aleja con los vientos terracota para bailar con una moribunda hoja cobriza siendo las dos engullidas por la violácea neblina.

El cristalino rocío del pétalo absorbe una pequeña parte de esta pútrida energía, reflejando con su propia luz sutiles tonos lilas rodeando a  la danzante pareja que caía delicadamente sobre un cuerpo en descomposición que se encontraba centrado en las tierras.

Cuando los danzantes tocan a la dama, empiezan a brillar con intensidad, el roció dirige a la niebla para levantar a la joven y desprenderla del suelo, las contaminadas tierras coronan al cuerpo y la proveen de sucias alas, la hoja otoñal rellena las cavidades de los ojos para entregarle joyas de bronce y la rosa colorea sus labios y mejillas de un cálido rosa.

La violácea neblina reconoce a esta criatura como hija digna de su obediencia y la viste de ñivianos ropajes purpúreos cubiertos por gotas de roció que le daban un aire noble y sublime.

Todo alrededor se concentraba en ella otorgándole una orbe de una impresionante fuente de energía, la criatura levanta su mirada hacia la fuente de rosas, que ahora apenas se podía ver, perdiéndose en el horizonte, se levanta y comienza su larga caminata dejando detrás de si un camino de neblina.


Magia De OtoñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora