Capitulo 17: Descubriendo Verdades

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  Zumbidos extraños resuenan en mis oídos, mientras lo único que logro ver son destellos de luces blancas sobre mí. Trato de abrir mis ojos pero la pesadez de mis párpados no me lo permíte, así que intento mover mi cuerpo pero la misma pesadez renunda en todo mi cuerpo. Lo último que recuerdo es a Mike gritándo me algo que era incapáz de entender del todo, pero sonaba mu preocupado. Puedo llegar a escuchar voces a la distancia pero no logro entender las palabras correctamente. Me parecen demasiado conocidas esas voces y sé que son ellos, sé que se trata de Mike, de Nathaly y probablemente de Alejandra. Intendo hablar o hacer algún tipo de sonido que atraiga a mis amigos en donde sea que este, pero lo único que logro soltar es un gemido doloroso. Mi garganta arde y no logro sentir mis labios completamente.

  Soy capaz de mover mis extremidades después de unos minutos y levanto mi brazo derecho para restregarme la cara, pero al hacerlo siento un pincházo en la parte superior de mi codo, y unas máquinas comienzan a sonar extremadamente fuerte. Al cabo de unos instantes, me doy cuenta de que me encuentro en una camilla de un hospital. Una hornada de médicos entran casi de inmediato a la habitación y me acuestan a la camilla a la fuerza. -No, espera. ¡¿Qué hacen?!-. Grito pero no se inmutan por mis movimientos bruscos. -Hay que sedarla-. Uno de los hombres acerca una jerínga a mí e intento librarme del agarre de los demás paramédicos pero fallo terriblemente.

  -¡Esperen! ¿Qué está sucediendo?- No paro de luchar por evitar que esa jerínga toque mi piel pero ya su líquido se ha apoderado de mi sistema nervioso. Comienzo a sentirme cansada y trato de mantener mis ojos abiertos pero me es imposible y, vuelvo a dormir.

  Al despertar, Mike está sentado en la silla junto a mí. Soy capaz de voltear a ver su expresión preocupada y aliviada al mismo tiempo al verme. -¡Melinda! Oh dios, nos preocupaste mucho! Pensaba que no lo.... -. Deja de hablar y clava la mirada en un punto del suelo. -No creía que..-

-Estoy aquí, y estoy bien Mike-. Digo con un hilo de voz. -No tienes que preocuparte por lo que pasó, eso está en el pasado.- Intento forzar una sonrisa pero el sedante no se ha esfumado de mi torrente sanguíneo y el dolor extremo en mi garganta provocado por los gritos de hace unos momentos no me lo permíte. Al parecer Mike se dá cuenta de ello y ahueca su mano en una de mis mejíllas.


-Tengo que decírte algo Melinda-. La expresión torturada que surgen de sus facciones me estruja por dentro y siento terror. No lo he visto así jamás, tan triste, tan frío. -¿Q-qué sucede?-. Mi voz suena temblorosa y ronca, pero no me importa. Sólo quiero saber qué es lo que pasa. Mike suelta un suspiro y niega con la cabeza. -Déjame buscar a las chicas.- Su tono de voz suena tan torturado y desolado, no quiero pensar que es por mí, pero sé que es así. Aprovecho el tiempo que estoy sola y trato de ver qué fue lo que me sucedió. Trato de elevar mi cabeza lo suficiente para ver las herídas en mis piernas provocadas por el zorro mecánico y la marioneta pero no hay nada. Simplemente unas bendas en mis brazos y piernas con un poco de sangre sobre ellas, cuando las herídas eran tan profundas que casi podía ver el hueso.....casi 

 Entraron Mike, Nathaly, Alejandra y una doctora a la habitación después de unos segundos. Nathaly no dejaba de llorar, Mike se acercó a mí y me dijo.... -Todo lo que pasó en el restaurante, lo que te pasó a tí, las transformaciones y los ataques.. eran producto de tu imaginación-. Las palabras salidas de su boca me golpean como balde de agua fría. No puedo creerlo. Tengo sangre en mis piernas y brazos! Es prueba... o no? -Melinda, te lastim-maste tú sóla esa noche-. Dice Nathaly entre sollozos ahogados. Mi mirada estaba clavada en la de Mike y las lágrimas que se aglopaban en mis ojos quemaban en el interior de mi garganta. -P-pero yo me transformaba delante de Mike y no me dijo na..-.

-Lo sabía desde el comienzo Melinda-. Me interrumpe. -Lo sabía todo. De tu enfermedad, de que vendrías a vivir a esta horrible cuidad, de que trabajarías conmigo... Ya estaba enterado.- No sé ni qué pensar, me mantuvo oculto esto durante más de dos meses. -¿C-cómo?-. Un par de lágrimas tíbias bajan por mis mejíllas lentamente mientras hablo. -¿Cómo lo sabías Mike? Por qué no dijiste nada nunca?-. Podía sentir el coraje, la frustración y la tristeza apoderarse de mí en cuestión de segundos.


-Nathaly llamó a la pizzería el día que te mudaste del pequeño pueblo en el que vivías con tus padres. Me dijo que querías trabajar vendiendo pizzas porque pensabas que podías comerte las y que en algún momento ibas a comenzar a trabajar en el restaurante. Te conté todo eso de los animatrónicos porque no sabía que más hacer Melinda, cuando pensaste que te convertiste o que me viste como Puppett, era todo producto de tu imaginación. Nada de eso realmente sucedió, pero tu actuabas como si pasara y yo...- Se detiene y noto que sus ojos se llenan de lágrimas sin derramar.

-No me importabas Melinda, te veía como un estorbo, como una carga! Nunca te dije nada por eso.- Lágrimas no césan de caer y él mira al suelo tirando de su cabello demostrando frustación y  después de un largo silenco dice: . -Tienes esquizofrenia Melinda.-




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