Tu amor es tan puro, que sé que no lo merezco
y a pesar de que no lo admito si no estás padezco de
una tristeza enorme que se esconde tras un nombre
que no fue el mismo que a mí me dieron al nacer.
El destino te trajo a mi vida al verte me aterroricé,
tú me sonreíste como si nada pasara,
tan bella fue tu mirada que la tierra no pisé,
hasta que acepté lo preciosa que es tu cara.
Sin ti yo no valgo nada ni la muerte como escapatoria,
sería un placer ser torturado por mis fobias.
Yo sé que no comprendes lo que es para mí tu ausencia
aunque te ame con el alma y seas parte de mi esencia.
Mi reflejo es el que me reclama, si te he fallado
tomándome de la mano sé que ya me has perdonado,
que eres capaz de olvidar algo que yo no se hacer
y que con todos mis defectos tu me puedes querer.
Lo que tu quieras que sea.
