Capítulo 2

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CAPÍTULO 2

HERMIONE

Me hospedaba en un hotel cerca de ahí, tenía suficiente para algo mejor pero preferí algo discreto, tenía suficiente poción para una semana y tendría que regresar a mi tiempo para morir ahí y ver si había podido hacer algo por Severus... morir en sus brazos sería lo único y mejor que podría pasarme.

Al día siguiente volví a acudir al parque pero Severus nunca llegó, pase por La Hilandera y estuve tentada a tocar la puerta, pero estaba apresurándome demasiado, no debía hacer eso o pondría en riesgo todo el plan.

A los dos días lo tenía de nuevo ahí con la ropa vieja de siempre, su cabecita decaída me dolía enormemente, me acerque sentándome a su lado sin mediar palabra alguna, él volteaba a verme de vez en cuando pero tampoco decía nada.

-¿Dónde vives?- me preguntó.

- En un pequeño hotel cerca del parque... aún no consigo casa donde quedarme ¿y tú?

- Al final de aquella calle, - me señala con el dedo.

- Vine a buscarte todos los días... ¿por qué no viniste?

- Ammm... tuve cosas que hacer.

- ¿Y tu ropa?

- Ammm... mamá la lavó y no se secó, - mintió bajando la vista, subí un poco aquella manga para ver un moretón largo hecho con lo que debió ser quizás un cable.

- ¿Severus?

- Tengo que irme. - Antes de preguntar cualquier cosa salió corriendo de ahí.

Regrese al cuarto abatida, intentaba relajarme, olvidar... no concentrarme en nada... pero veía sus ojos tristes, esa mirada que añora gritarlo todo, que alguien lo oiga, lo entienda, y recordaba los pensamientos que Severus un día me mostró, veía su brazo marcado, su dolor... y sin quererlo ya estaba llorando a llanto abierto... ¿qué demonios estaba haciendo ahí? Se supone que debo evitar eso, si es necesario matar a Tobias pero ¿cómo?

Dure llorando casi una hora, me dio fiebre... deliraba... todos los recuerdos se mezclaban, cuando él era niño, cuando muere Eileen... su padre... tuvo que vivir con él por años, quise gritar... detenerlo pero no podía... la boda, había mucha sangre en esa boda... y todos eran felices, Voldemort... mataba a Severus... ¿entonces con quien me estaba casando? Volteo a ver a ese hombre, pero es Severus... muerto...

Despierto sobresaltada y tomo la poción, no me puedo dar el lujo de ponerme mal... no tendría a nadie con quien acudir. Salí y a un lado de donde vivía Severus se alojaba una señora ya mayor de edad, llamaba Aly y me rentó el cuarto que solía ser de su nieta antes de que partiera a hacer su maestría a Alemania, era un cuarto pequeño con una cama individual, closet donde dejo mucha ropa, una mesa con un ordenador portátil, un televisor y un baño propio, era hermosa... algo empalagosa para mí, abundaba el color rosa, blanco y morado...

- Si hay algo de ropa que te sirva puedes usarla... mi nieta dejo tantas cosas... no traes maleta. - Solo llevaba una bolsa donde tenía una "cosmetiquera" donde sólo tenía lo más indispensable, un cepillo para el cabello, otro para los dientes, otros jeans, tres playeras y la sudadera.

- Me asaltaron y se llevaron casi todo... esto lo he ido comprando poco a poco.

- Es una mala zona... nunca andes tan noche por las calles.

- Gracias señora. - Ella era muy amable y atenta.

Salí a mi encuentro con Severus quien estaba un poco más alegre que la última vez que lo había visto, jugaba con dos varas de madera sin dejar de ver a las pelirrojas.

Mi último regalo (Sevmione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora