Paper Planes

~ 18 ~

(ELSA)

Dulce. Lo único que podía pensar ahora era cuán dulce se sentían sus labios. Tenían un sabor a miel, y el muy maldito sí que sabía besar.

"¡No! Es horrible. No lo soporto. Es lo peor que he probado. Es... es... es tan adictivo."

-¡¡TÚ!! -escuché el grito de mi hermana

Ambos nos separamos los más rápido posible, totalmente sonrojados. Vimos como Anna se acercaba a nosotros con un aura lo suficientemente oscura como para implorar a los dioses que nuestra muerte no fuera tan dolorosa. Pero me di cuenta de que la gran mayoría de ese enojo iba dirigido a Jack.

Justo ahora me doy cuenta que la diferencia de estatura entre mi hermana y él era demasiada. ¡Mierda! ¿Tuvo que agacharse tanto para darme un puto beso?

-¡¿Quién te crees y por qué besaste a mi bebé?! -interrogó al peliblanco, a quien se le notaba a millas que estaba nervioso hasta la médula

-Yo... emm... no. -se aclaró la garganta, antes de volver a balbucear- Verás, no es lo que parece.

-¿Ah no? ¿Entonces? -se cruzó de brazos- Lo que yo vi fue que la besaste como por dos minutos.

Eso tan solo ayudó como para que nuestro sonrojo aumentara. Sin mentir, nuestros rostros podrían competir con el cabello de Mérida, y tranquilamente ganaban.

-Emm... Anna, fue un malentendido. -intervine- Lo que pasó fue que Jack se tropezó, y... pues... casi se cae... y eso.

Iba tan bien en mi explicación, hasta que sentí la mirada de Jack posarse en mi. Fue ahí que toda la valentía y el coraje que tenía acumulado, se fue al Tártaro. Nunca me había sentido tan nerviosa frente a alguien; en especial, si ese "alguien" es mi amigo.

"¿Seguimos siendo sólo amigos?" Me regañé mentalmente por pensar eso "Claro que si, idiota. Tan sólo fue un error."

¡Coño! Mi mente es una mierda. Cada vez que trato de visualizar algo bonito, hace que piense lo por del mundo. Bueno, tal vez no sea la única a quien le ocurre eso.

Los ojos de Anna parecían como si estuvieran viendo un interesante partido de tenis, cambiando su atención furiosamente entre Jack y yo. Con eso, los nervios que sentía se incrementaron a mil.

-Anna, tan solo fue un tropiezo. No tienes que hacer tanto alboroto por esa pequeñez.

Tardó unos segundos en comprender lo que le dije. Al final suspiró derrotada, como si hubiera perdido en un debate mental con su conciencia.

-Igual. Te estaré vigilando, Frost. -lo señaló- Y si vuelvo a ver algo parecido, no respondo.

Detrás de ella, nuestros amigos caminaron hacia nosotros tratando de aguantar la risa. En especial Mérida, quien parecía que iba a estallar en cualquier instante.

-Vaya hermano. Tu cuñada te tiene bien entrenado. -le dijo Eugene, golpeando sutilmente la espalda de Jack

Al parecer, no contaba con que Anna se lo tomara tan mal. El pobre chico se ganó un buen golpe en su estómago, dejándolo sin respiración por unos segundos.

-Eso... dolió.

-Para que sepas que nunca seré la cuñada de este aborto de mono. -señaló a mi compañero

-¡Hey! Te estoy escuchando ¿sabes? -le fulminó con la mirada- Ok... no me importa ser insultado por un elfo de Santa Claus. -dijo, ganándose un gruñido de su parte

-Jack... agradece que te haya dejado vivo. -le susurré

Volteó a verme. Error, un terrible error. Lo que nos separaba eran como cinco centímetros de distancia, y sentí claramente como la sangre se acumulaba en mis mejillas.

-¡Jelsa! ¡Jelsa! ¡Jelsa! -gritaban los chicos

-¿Por qué combinan nuestros nombres? -dije, tratando de disminuir esa tensión entre nosotros

-Es porque los shippeamos. -dijo Kristoff, recibiendo un asentimiento de cabeza por parte de los demás

Eugene se acercó a mi, me tomó los hombros y me dio dos besos en mis mejillas.

-Tranquila Elsa, su relación está aprobada por la diva más diva del universo: Yo. -reí

Vi de reojo al peliblanco, quien miraba el suelo distraído.

-Jackson Overland Frost, si no te separas de Elsa en los próximos dos segundos, te aseguro que no existirá una descendencia tuya.

Se alejó- ¡Pero no he hecho nada!

-Ya Anna, tranquilízate. -trató de calmarla Punzie- Deja que tu hermana te de sobrinos.

-¡Punzie! -gritamos ambas

-¿Qué? No he dicho nada fuera de lo común. ¿O acaso no habrás pensado en dejar salir a tu sexy queen algún día, Elsa?

-¡Rapunzel!

Todos rieron por mi reacción. No obstante, Anna se quedó viendo a Jack como si él mismo tuviera un cartel que diga: "Mátame". Al parecer, él se dio cuenta de eso y se refugió detrás mío.

-Emm... ¿qué te parece dos frascos de Nutella y una caja de Ferrero Rocher para que no cometas homicidio?

-¡Bienvenido a la familia, Jack! -Anna se abalanzó sobre Jack

Sólo existe una cosa de la que Anna no se puede resistir por nada del mundo. Si sabes cómo usarlo a tu favor...

-Bien jugado, Frost.

Me dedicó una sonrisa triunfante y trató, por segunda vez, separar a mi hermana de su torso.

-Eso sí -se separó un poco de él-, aún no quiero ser tía.

-¡Anna!

-Si lo hacen, utilicen protección. -se rió- ¡Auch! ¡Elsa, mi oreja!

Si, así es. Como mi cara ya no puede soportar otro color carmín, decidí que ya era hora de despedirnos de ellos.

-¡Jack! ¡No te olvides de mi chocolates! -gritó Anna debido la distancia

-Anna Arendelle, ¿por qué dijiste eso?

-Sorry not sorry. -miró hacia atrás, verificando que estuviésemos los suficientemente lejos- ¿Cuándo se lo dirás?

-¿Decir qué?

-¿Cómo que qué? ¡Que te gusta! -miré hacia otro lado

-No me gusta. Además, dudo que también le guste.

-Te diré tres cosas: Primero, Dime que no te gusta sin el sonrojo y te creo. Segundo, es obvio que le gustas. Y tercero, pues... ya aceptaste que te gusta.

-Oh, cállate. Y ¿cómo es que me dices esto? Antes tratabas de matar a mi pobre... -me dirigió una mirada pícara- al pobre chico.

-Ah, eso. Solo quería aprobarlo. Ahora, como ya lo está, puede ser parte de nuestra familia.

-Soy la mayor, no necesito tu aprobación.

-¡Silencio! Tía Anna te está escuchando.

Ambas nos reímos y seguimos conversando de cualquier tontería que salía a flote.

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Sorry. Para mi, este capítulo está... ¡Ugh! Mejor no hablo.

Acabo de llegar de viaje, so... estoy más nigga que cualquier nigga xD

Se les quiere ❤