Azusa

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-...-lo miré con los ojos abiertos

-T-Todos te extrañaríamos-me sonrió un poco sonrojado

Le dí un leve golpe en el abdomen.

-¿Y eso?-dijo mirándome confundido

-Baka, pensaba otra cosa...-mire hacia otro lado

Hubo un momento de silencio.

-Ya deberías irte, es tarde y tengo clases mañana

-Claro-se paró-Buenas noche, Yuuna-chan-me sonrió

-Buenas noches Yata-kun-le sonreí

-Es la primera vez que dices "Yata-kun"

-Si... bueno, adiós-esboce una sonrisa

Yata se fue de mi habitación y estuve viendo el techo hasta quedar dormida.

Al siguiente día me fui del bar con mi uniforme, esperando encontrar esta vez a Shiro.

-Buenos días, Yuuna-dijo Azusa revolviendo mi cabello

-Ah, hola-dije distraída

-¿Te pasa algo?-preguntó un poco preocupado

-No, nada importante

-Espero que hoy te quedas para los preparativos, necesito que me ayudes desplazando algunas cosas

-Ah, no hay problema-le sonreí

-Me devolvió la sonrisa-Ven-me tomó del brazo-Hay que ir a clases

Fuimos al salón de clases. Cuando estaba a punto de finalizar la última clase del día, me invadió una cansancio que hizo que me quedará inmóvil mirando mi cuaderno apoyando mi cara con una mano.

Cuando estaba a punto de quedarme dormida sentí que alguien daba un leve mordisco a mi lóbulo.

-volteé a quién había hecho eso-¿A-Azusa?

-No te quedes dormida-me dio una sonrisa pícara

-me sonroje-No lo vuelvas a hacer-devolví la vista a mi cuaderno

Minutos después se acabó la clase.

-Ven, acompáñame al almacén-me dijo Azusa

Asentí. Nos dirigimos al almacén, Azusa me hizo cargar unos botes de pintura y unos cuantos carteles, lo cual no pesaba mucho.

Le entregamos a un grupo de chicas y me encargaron hacer unos cuantos carteles y a Azusa a traer más cosas.

-¿Te gusta Azusa?-me pregunto una chica de cabello rubio con ojos verdes, Haruhi

-Ah, no-negué la cabeza-¿Por qué lo dices?

-Es que, parece que a él tu le gustas-dije mirando a otro lado

-¿Así? Yo... lo considero como un amigo, es muy bueno conmigo-sonreí

-Solo eso...-susurro

Escuche los pasos de Azusa aproximarse. Volteé hacia él.

-Hola, Yuuna-me sonrió

Haruhi nos miro detenidamente.

-Ah, bueno-terminé de pintar el cartel-¿Ya me puedo ir?-dije parándome

-No aún, necesitamos ayuda, busca a una persona que este trabajando sola y ayúdalo en lo que pueda, Yuuna-chan-dijo Kukuri aproximándose

-Vale...-me fui de mala gana

Termine de ayudar a las personas y para eso ya era de noche, antes de que todo el mundo se fuera, subí rápidamente las escaleras hasta llegar al techo de la escuela.

-Yuuna-me llamó Azusa

-¿Qué pasa?-volteé a mirarlo

-Ya es tarde, te estaba buscando, ¿quieres que te acompañe a tu casa?

-¡No! Digo, no es necesario

-arqueó una ceja-Bueno, por lo menos ven conmigo, juntos iremos en tren-me dio su mano la cual acepté

Cuando estábamos saliendo de la escuela pude ver a lo lejos una luz en el cielo.

"No, no son aliens."

-¿Qué es eso?-dije señalando la luz

-No tengo idea, ¿aliens?-dijo en tono burlativo

-Buen intento, peor ya lo había pensado-sonreí

Azusa y yo fuimos juntos en el tren, en el cual no había mucha gente, me bajé del tren después de un momento.

-Nos vemos-antes de salir del tren Azusa me dio un beso en la frente

-Adiós-le sonreí

Cuando estaba a punto de ir hacia HOMRA, Yata estaba ahí recostado en la pared.

-Y-Yata, ¿Qué haces aquí?-dije con los ojos abiertos

-¿Quién era él?-dijo mirándome con el ceño fruncido

-¿Quién? Ah... Azusa-sonreí-Es mi amigo, es muy lindo

-¿L-Lindo?

-Sí, me refiero a su personalidad

-...-Yata me siguió mirando haciéndome sentir un poco incómoda

"¿Celos?"

-Hace frío, ¿no?-dije mirando a nada en especial

"Eso era irónico, ya que era parte de HOMRA."

-Es cierto, ven-me señalo para acercarme a él

Me acerqué a él, Yata hizo que me acercara más haciendo que estemos unidos, sentí el calor que desprendía Yata.

Nos dirigimos al bar estando juntos.

-¿Cómo reaccionaste cuando te enteraste que era chica?

-Aliviado, ya pensaba que era...

-¿Qué?

-N-Nada-dijo sonrojado

Esbocé una pequeña risa.













Profundo Rojo Carmesí (K project) - Misaki YataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora