La casa del Sol Naciente

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NOTA: Este OneShot fue inspirado en esta canción: https://www.youtube.com/watch?v=5dLVHn81adg  o si prefieren buscarla: "House of the rising sun" - Heavy Young Heathens  Es recomendable escucharla mientras se lee.

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Escucha las voces que se alzan a coro como las voces de ángeles, graves y profundas, transmitiendo paz y tranquilidad a todos los presentes, incitándolos a rezar por sus pecados. Incitándolos a arrepentirse.


¿Y qué pasa si no te arrepientes del pecado? Dice una voz en su cabeza y tiene que cerrar los ojos para que no se vea reflejada en ellos la respuesta.


La ceremonia sigue su curso como cada domingo, y la mujer sentada a su lado le sostiene la mano como una buena esposa. Ella es la esposa perfecta, la que cuida de la casa y de las necesidades de todos, la que sonríe como una muñeca en los eventos sociales y la que se divierte yendo de compras y tomando el té con sus amigas.


Ella es todo lo perfecta que él no es.


La misa acaba y todos los presentes se ponen de pie, se saludan los unos a los otros con las mismas caras de siempre, todo amabilidad y cortesía. Todo es perfecto.

Y lo pondrá enfermo si tiene que quedarse un minuto más entre este gris e insípido mundo. Un mundo perfecto al que nunca ha pertenecido, pero en el que ha existido por años.


Más tarde deja a su familia en casa y busca una excusa para salir. "Solo será un momento", se excusa. A nadie le parece extraño. Es un hombre de negocios que siempre está ocupado de todas formas.


Conduce por varios minutos mientras su corazón late con fuerza en su pecho. Le ocurre cada vez que va allí. Es como si su cuerpo y su alma salieran de un estado de hibernación para sentirse vivo de nuevo.


Por fin puede respirar. Y cada edificio en su recorrido es testigo de su traición.


Se detiene en un moderno complejo de departamentos e ingresa por una salida trasera en la cual ningún curioso pueda verlo entrar. Cuando toma el ascensor puede sentir sus palmas sudando, como si fuera un adolescente saliendo de casa a hurtadillas para escaparse a una fiesta.


Toca varias veces y nadie atiende. Quizás tentó a su suerte y vino hasta aquí para nada. En realidad ni siquiera debería haber venido. Pero solo necesitaba respirar de nuevo. Solo necesitaba.


La puerta se abre cuando estaba a punto de marcharse.


Captain está sobre el marco de la puerta, su pelo le llega hasta las orejas y está revuelto en diferentes direcciones. Su cara de ángulos uniformes nunca perdió la singularidad que lo hace verse joven aunque ya esté en los treinta años. Aún puede pasar por un joven veinteañero si se lo propone. Exceptuando por la forma en que su boca se curva en una sonrisa irónica y la forma en que sus ojos parecen ahora más profundos que nunca. Como si hubiese vivido demasiado en muy poco tiempo.

Va descalzo, con unos pantalones de pijama que le caen sobre las caderas y nada más. Su cuerpo es musculoso en los lugares correctos y sus brazos se tensionan levemente mientras se aparta de la puerta y vuelve adentro, dejándola entreabierta para él.

La casa del Sol NacienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora