Solo una noche | Ross Lynch

Capítulo 08

Últimos capítulos.

Y me besa.
Con toda la fuerza que tienen sus labios, le sigo el beso a pesar de lo agitado que estoy.

Tomo sus caderas y la coloco bien sobre mí. ______ pasa sus brazos por lo cuello y yo hago lo mismo con su cintura.

Tiró de su labio inferior al darme cuenta que mi polla punza contra su entrada vaginal.

-¿Te parece si cenamos sushi?
Susurró sonriente.

-Estoy llena

Me responde haciéndome gemir.
______ se acomoda aún mejor y hace una perfecta "O" al autopenetrarse con mi miembro.

Suspiro de alivio.
Sí...

Esto es lo que necesito.
Es increíble como el sexo puede liberar tantas tensiones emocionales.

Levanto las caderas, embistiéndola con fuerza mientras ella cabalga sobre mí.
Sus paredes vaginales se contraen, apretando perfectamente mi miembro.

Me gusta.
Es estrecha.
No podré aguantar mucho pero tampoco me importa.

______ mueve las caderas de atrás hacia adelante mientras gime tirando la cabeza hacia atrás. Creo que no haya una mujer más excitante que ella.

Sonrió al sentir como sus líquidos cubren mi miembro.
La exprimiría hasta la última gota.

La agarro de las caderas, y continuo moviéndola sobre mí. ______ comienza a gritar con cada embestida que doy, pero ella también no deja de moverse sobre mí.

Le doy una nalgada y me dedico a chupar su cuello mientras de vez en cuando gimo intencionalmente.

-Ross...
Susurra.

La observo, tiene las mejillas sonrojadas, sus ojos grises dilatados, y por último la boca abierta mientras grita y gime mi nombre.

-¡Oh!
Gimo.

Cierro mis ojos cuando me corro dentro de ______. Ella sigue moviéndose sobre mí hasta que cae en el segundo orgasmo de la noche y yo en el tercer.

Lanzo un enorme suspiro de cansancio.
Estoy exhausto.
Me ha dejado completamente molido.

_____ sale con cuidado de mí, y se coloca a mi lado. Suspiro.

-¿Tienes pastillas anticonceptivas?
Pregunta poniéndose una mano en el corazón.

Asiento.
Antes solía traer muchas mujeres a casa, y a veces no me quedaban condones, por ello tenía pastillas anticonceptivas.

Sin levantarme de la cama abro mi mesita de luz y saco una pequeña caja transparente, le doy una de las pastillas y agarró una botella de agua que esta desde ayer en el mismo lugar, se las doy.

-Gracias -Susurra.

-Gracias a ti.

Ella frunce el ceño y me mira mientras toma la pastilla.

-¿Por que?

-Por esta noche... necesitaba "solo una noche" para poder olvidarme de todos mis problemas y relajarme por primera vez en la vida.