John

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El taxista comenzó su relato. Al parecer, tenía una especie de patrocinador. Recibía dinero por cada persona a la que mataba, y se lo enviaba a sus hijos. El estaba muriéndose, así que no le importaba tomar la pastilla equivocada.

-Y ahora, escoge una- le dijo el taxista a Sherlock, refiriéndose a las pastillas.

- No tengo por qué hacerlo.

- Cierto, pero entonces no sabrás cual es la buena. No habrás ganado. No podrás ser el más listo.

Nunca antes se habían visto, pero ya tenía calado a Sherlock. Conocía su mayor punto débil : el orgullo. Era el hombre más inteligente del país, y haría todo lo posible por demostrarlo.

Se miraron durante unos segundos. Ninguno habló. No había nada que decir. Ambos sabían lo que iba a hacer el detective.

Sherlock alargó el brazo y cogió la pastilla. El taxista hizo lo propio.

***

John no podía creer lo que veía. Su mejor y único amigo había cogido la pastilla que le había tendido el taxista, y estaba a punto de metérsela en la boca. Y todo para demostrar que era el más listo. Para él nada valía más que su orgullo, ni siquiera su vida (y la de John).

John se dio cuenta de que era necesario actuar rápido. No se lo pensó dos veces. Sacó su revólver y disparó. Sería capaz de cualquier cosa por Sherlock.

***

Sherlock estaba ya metiéndose la pastilla en la boca cuando se oyó un disparo y el taxista cayó muerto ante él.

Corrió hacia el cuerpo del hombre, dispuesto a preguntarle cuál era la pastilla buena. Pero eso ya no importaba. Lo que Sherlock quería saber ahora era el nombre del "patrocinador".

-Es un admirador tuyo- dijo el moribundo con una sonrisa burlona.

-Su nombre- ordenó Sherlock, presionando con el pie la herida de bala.

El taxista dio un alarido.
- Moriarty- dijo entrecortadamente, al tiempo que escupía sangre.

- Moriarty... - repitió Holmes, pensativo.

¿Afganistán o Irak? [Johnlock fanfic] - 1Where stories live. Discover now