De vuelta

1K 70 5
                                    

Una semana después

no se cuantos días han pasado desde que le cante a Britt la canción de Taylor Swift en Glee, aun menos se cuantos días han pasado desde que le mande ese mensaje dejando claro que le daría todo el tiempo que necesite para reordenar sus sentimientos, se que tarde mucho en darme cuenta de lo injusta que estaba siendo al presionar tanto a Britt para que me perdonara, después de todo el daño que le hice, es natural querer espacio, pero tenía demasiado miedo de perderla... aun así, creo que el darle tiempo fue la mejor decisión que pude haber tomado, pues, a pesar de no recordar todo lo anterior, si recuerdo cuantos días han pasado desde que volvió a abrirse un poco más a mí, a tratarme como una más del grupo, tal vez no a tratarme tanto como a Quinn o Kurt, pero al menos me regala una pequeñísima sonrisa cada cuando nuestras miradas se cruzan, y juro por Dios, que eso me hace el
día.

Aun no hemos cruzado palabra alguna, pero el ambiente que se siente en la habitación cuando estamos ambas (rodeadas de nuestros amigos por supuesto) es menos tenso, y hasta eh llegado a sentir un poco de tranquilidad.

Hoy la clase de Glee tocaba hasta la salida, y un milagro sucedió, pues Brittany se sentó junto a mí como en los viejos tiempos, teniendo el espacio junto a Kurt, Rachel y Quinn solos, decidió sentarse junto a mí, y pues a pesar de que todo estaba mucho más tranquilo y de que yo ya estaba acostumbrada a que ella se sentara junto a mí, no pude evitar sentirme nerviosa durante toda la clase, a tal punto que hubo un momento en el que me dirigió la palabra y mis nervios no me dejaron escucharla bien.

-Santana, ¿me escuchaste?- susurro acercándose más a mí.

-¿eh?, ¿ma-mande?- dije con las mejillas completamente rojas (y si, para alguien de mi color si es posible)

-¿Qué si iras a la fiesta de Rachel el Sábado?- sonrió.

-¿Cuál fiesta? Berry no me ah invitado a nada, ya ni porque soy amiga de Quinn- me queje, viendo de reojo al pitufo que se encontraba al frente de la clase diciendo algo a lo que solo Quinn le ponía a atención.

-San ¿en donde tienes la cabeza?, lo acaba de decir, todo el club Glee está invitado.-

-¿enserio?-

-si-

-oh, no la escuche.-

-extraño de ti- nótese el sarcasmo

-¿Entonces iras?- pregunto de nuevo regalándome otra de esas sonrisas que tanto me encantan.

-no lo sé, tal vez. ¿Iras tu?- con la pregunta anterior vi un pequeño destello de esperanza y no quise desperdiciarla, prometí esperar el tiempo que fuera necesario, pero con preguntas como esas hay que hacer sus excepciones.

-ehh, mmm, no sé, no lo creo, tengo examen de español el lunes así que lo mejor será quedarme a estudiar, es mi última oportunidad para no perder año.- y ahí quedo mi destello de esperanza, en un maldito examen de español que si no hubiera sido porque terminamos justo en exámenes semestrales, yo le habría ayudado estudiar y no tendría que estar preocupada por exámenes de ultima oportunidad.

-bien clase, creo que eso es todo por hoy, nos vemos mañana- escuche decir al Sr. Shue y al segundo siguiente Brittany estaba recogiendo sus cosas.

-tengo que irme, Quinn me espera, nos vemos mañana Santana.- se despidió con otra sonrisa, pero está un poco más pequeña, seguro fue así por mi intento fallido de tratar de quedar para la estúpida fiesta de Berry.

O...o...o...o...o...o...o...o...o

La verdad ya perdí la cuenta de en qué día había quedado así que empezaremos y será lunes :)

Saliendo de clases, no me apetecía irme a mi casa así que me fui con Puck y Blaine al parque de la calle de este ultimo a jugar un poco de soccer, si lo sé, seguro dirán, ¿un hombre gay jugando soccer? Pero les aseguro que Blaine es muy masculino, es un chico normal, solo que con novio y una pequeña obsesión con la revista Vogue.

Después de jugar toda la tarde, cenamos unos deliciosos rollos de sushi que nos preparo su madre, se que los chicos se habían dado cuenta de mi pequeña conversación con Brittany, y era obvio por sus miradas que se cruzaban cada 5 segundos y luego se posaban sobre mí, a pesar de que me tenían un poco harta con esa conducta inmadura, preferí ignorarlos, pues no quería decirles nada, pues al fin y al cabo no había habido mucho avance, solo me había vuelto a dirigir la palabra (ok ahora que lo pensamos si hubo un gran avance).

Al terminar de cenar, les vi intenciones de preguntarme acerca de eso, así que preferí huir.

Ya eran pasadas las diez de la noche cuando llegue a mi casa, pero no estaba como yo esperaba, con los luces apagadas y sin nadie esperándome, el auto de mi padre estaba en la entrada junto con otro auto, que parecía ser del aeropuerto, camine hacia la puerta, entre y lo primero que vi fue a mi abuela abrazándome. Hacían ya años que no sabía de ella, tal vez desde que tenía 12 años, no lo recuerdo muy bien, ella solía visitarme cada vacaciones o cada cumpleaños cuando aún vivía con mi madre, después de eso, cada vez fue menor su presencia, y ahora que está aquí abrazada a mi cuello, no sé qué decir.

-Santana, hija, pero mira que grande estas, hacia tantos años que no te veía, ya eres toda una señorita.-

-je, hola abuela, yo también te extrañaba- dije tratando de sonar amale, después de tantos años sin verla, ante mis ojos mi abuela es como una anciana mas.- me soltó y dio un paso hacia atrás para poder verme de pies a cabeza.

- seguro has de tener muchos hombres peleándose por ti. Solo espero que ya no seas tan amiga de ese tal Puckerman, nunca me gusto para ti, tal vez para la pequeña Fabray, aunque sería una pena que se conformara con tan poco.- ,mi abuela siempre tan amorosa en cuanto a Puck se trata.

- no abuela, Puck ahora es solo mi mejor amigo, jamás me imaginaria más que eso, de hecho, yo soy...- no pude terminar mi frase porque en ese instante salió mi padre de la cocina con un par de tazas de café.

-oh, Santana, ya llegaste, tu abuela a viajado desde Costa Rica para... sin ofender señora, pero ¿a qué ah venido?- dijo mi padre tendiéndole la taza de café a mi abuela.

- bueno para eso lo mejor sería que pasáramos a la sala, Santana, querida necesito hablar contigo y con tu padre.

Nos dirigimos a la sala y nos sentamos, mi padre y yo en un solo sillón, y mi abuela en el sillón individual que se encontraba frente a nosotros.

-Roberto, Santana, se que hace mucho no saben de mi, pero eso no quiere decir que no me preocupe o que no esté al tanto de ti querida- dijo mirándome- supe lo que paso en año nuevo, ¡por dios! Toda la isla se entero, que escándalo es ese de que andan de vuelo en vuelo, por todo el aeropuerto buscando a Santana, y tu muchachita, que es eso de escaparte solamente para pasar el año nuevo con un tal Anderson, ¿el es tu novio?, porque si es así, preferiría a Puckerman, por lo menos el no te ínsita a hacer tales revuelos por toda la isla-

-ehh de echo él es solo un amigo, y el...- dije tímidamente.

- no me interrumpas Santana- me callo la vieja.- independientemente de si es o no tu noviecito, ese acto de rebeldía, me hiso darme cuenta del error que cometí al pensar que tu Roberto- dijo señalando con el dedo índice a mi padre, de manera retadora- no tienes ni la autoridad ni el poder para controlar a una adolescente-

- con mucho respeto señora, pero Santana está a punto de cumplir la mayoría de edad, y si, reconozco que fue algo muy maduro lo que hiso, mi que mi reacción ante eso fue la más madura, pero ella ya se ah hecho responsable de sus actos.

-¿y de qué manera Roberto?, durando una semana sin poder usar su Black Card, no nos engañemos Roberto, ambos sabemos que, con tu trabajo, el tiempo que le dedicas a tu hija es menor que el que le dedicas a tu celular. Y por eso mismo eh venido para llevarme a Santana de vuelta Costa Rica a vivir conmigo, y no volverá hasta que termine la universidad, si esa es su decisión.

Dos capitulos mas y se termina esta historia!
Tratare de subirlos hoy o mañana!
💜❤️

Hermosos Ojos AzulesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora