Capítulo 27

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Una vez dentro de su habitación se cambió a toda prisa los zapatos, se dejó aquel vestido, a final de cuentas no le había resultado tan incomodo, se acostó un rato en el sillón a ver televisión mientras esperaba a que pasaran por ella. No tardaron más de 20 minutos en tocar la puerta

- ¡Pasa!- gritó Lyla sin despegar la vista de la televisión, alguien abrió la puerta, entraron y con sumo cuidado cerraron la puerta - ¡Está el capítulo en donde Doctor encuentra a Donna de nuevo!- dijo ella emocionada

- Y encuentran a los bebés adiposos- respondió Tom, Lyla se levantó rápido y volteó impresionada -No deberías de dejar pasar a cualquiera, antes deberías preguntar quién es- dijo él tomando asiento a su lado

- Supuse que eras...-

- Bruno, ya sé- a completó la frase molesto y Lyla asintió -Tenía muchísimas ganas de verte- dijo él, Lyla enrojeció y comenzaron a sudarle las manos debido a los nervios que no podía controlar

- No se nota que tuvieras tantas ganas de verme- replicó ella tratando de aparentar tranquilidad

- Supongo que lo dices porque me fui sin avisar- él se sentó a su lado y luego se giró un poco para quedar frente a ella

- Sí, Tom. Te fuiste sin decirme nada, no sabes lo difícil que fue para mí- le reclamó Lyla, su voz comenzó a temblarle, le había costado trabajo tratar de hacerse a la idea que Tom ya no quería hablar con ella, y ahí estaba él ahora, sentado a su lado logrando ponerle los nervios de punta

- Lo sé, debí avisarte que ahora sí estaba dispuesto a darte ese tiempo que te pedí. Pero me fue difícil hacerlo, más cuando tienes a tus amigos cuidando de ti a todas horas. Nate casi me juró que tú no volverías conmigo porque primero está tu trabajo- explicó Tom, Lyla sólo negaba

- No debió importarte lo que dijera Nate, esto era entre tú y yo- replicó ella

- Lo sé... Además me sentí un perdedor al no poderte ayudar a recuperar tu computadora, que por cierto, tenía Bruno- le recordó Tom

- Eso ya lo sabía- dijo ella y se puso de pie, no podía estar cerca de Tom, había mucha tensión entre ellos -Me lo dijo Nate, el día que Bruno me la regresó. Esa noche esperaba verte a ti en mi puerta- dijo ella caminando de extremo a extremo de la habitación

- Lyla, quería ir, pero ya te lo dije, ambos necesitábamos ese tiempo-

- Necesitabas- corrigió ella

- Ok, necesitaba. Y en ese tiempo me di cuenta de cuánto te necesito, Lyla- dijo él siguiendo con la mirada el desesperado andar de ella

- Bien por ti- dijo ella, volteó a ver su reloj, sus amigos ya tendrían que estar llegando por ella, sólo por instinto se pasó una mano por el cabello intentando arreglarlo

- Te ves hermosa. Te aseguro que lo vas a dejar babeando- dijo Tom resignado, podía asegurar que ella estaba nerviosa por la llegada de Bruno

- Gracias..., supongo- respondió ella cuando tocaron a su puerta -Pasa- apenas y pudo hablar

- Lyla, ya nos...- Bruno se interrumpió al ver a Tom ahí -Te esperamos abajo, 15 minutos, peque, no más- dijo él y cerró la puerta

- ¿Peque?- preguntó Tom al tiempo que se ponía de pie

- Así me dicen- respondió ella restándole importancia

- Lyla, ¿tú y Bruno ya son novios?- preguntó él poniéndose de pie frente a ella

Lyla lo vio a los ojos, lo quería, lo amaba, pero ella era una mala influencia para él, se lo dijo Ezra, ella siempre sacaba lo peor de Tom, pensó unos segundos su respuesta -Sí, es mi novio- respondió finalmente

- ¡Oh, ya veo!- dijo Tom y se quedo unos segundos en silencio sin quitarle la vista, luego se dirigió a la salida, puso la mano en la puerta pero regresó y la enfrentó de nuevo - ¿Por qué él?- preguntó enojado

- ¿Por qué no?-

- Porque tú me quieres a mí- aseguró Tom

- Obvio que te quiero pero te fuiste, Tom ¿Qué querías? ¿Qué te esperara hasta que se te diera la gana regresar?- le reclamó de nuevo

- No esperaba eso pero no puedo entender porque lo elegiste a él ¡Aceptó un trato de Donovan!- se exaltó Tom

- ¡Para protegernos!-

- No te entiendo, Lyla-

- ¿Quieres una respuesta?- Tom asintió molesto - Porque es mejor ver a la persona que quieres al menos tres veces a la semana que tres veces en seis meses- Lyla soltó aquello sin pensarlo, y es que en los dos años y medio que fueron novios no habían pasado tanto tiempo juntos, a veces no estaban ni en el mismo continente

- ¿Es eso, Lyla? ¿Por qué yo no podía darte el tiempo que necesitabas?- Tom seguía exasperado

- En parte, además él sí confía en mí- dijo ella apenada, ambos se quedaron callados

- Pues, felicidades, espero que con él sí tengas lo que necesitas- Tom se acercó para darle un beso en la frente y salió de la habitación. Lyla contuvo las lágrimas, era obvio que después de Tom ella ya no tenía el ánimo de comenzar una nueva relación, quería a Tom pero no podían estar juntos. Vio su reloj y ya había pasado media hora

- Maldición- seguramente Bruno y Álvaro ya se habían ido, bajó a recepción y ya no estaban

- Al menos deja que te llevemos- se acercó Tom a ella, ahora llevaba puestas unas gafas negras

- Está bien- se rindió y caminó detrás de él tratando de conservar el porte, la cordura y la dignidad que todavía le quedaba. Llegaron hasta un carro en donde ya estaba Ezra esperando

- ¡Vaya! ¡Lyla, tú y yo teníamos un acuerdo pero si ya se arreglaron por mí no hay problema!- dijo él y sonaba molesto

- No te hagas rollos, no regresamos, sólo vamos a llevar a la señorita a la fiesta- dijo Tom dejándola subir primero a ella

- ¡Oh, lo siento!- se apenó Ezra ante su indiscreción

Tom iba a lado de ella, pero la ignoraba por completo, trató de no tener algún tipo de contacto y eso no le sentaba bien a ella. Llegaron a aquel lugar y el primero en salir del vehículo fue Ezra, Tom se disponía bajar cuando Lyla lo tomó del brazo y lo jaló

- Tom, puedes no tratarme así- pidió ella en un susurro, Tom se acomodo en su lugar

- ¿Cómo?- preguntó indiferente

- Así..., tan distante. Tom fuimos novios más de dos años, me mata que seas así de indiferente ¿Podemos ser amigos?- pidió ella, Tom sintió que ella estaba usando las mismas palabras que él le dijo cuando cortaron

- De acuerdo, lo siento- dijo Tom y le sonrió levemente, ella se recargó en su hombro

- Gracias- se acomodó en menos de un segundo

- ¡Tom, Lyla, ya es hora de que bajen!- les gritó Ezra, ambos se separaron, el primero en bajar fue Tom

- Ven- dijo ofreciéndole una mano para ayudarle a bajar

- Ve tú, te necesitan más a ti, yo voy en un rato- Tom no dijo nada más y caminó directo a aquella fiesta. Después de 40 minutos entró Lyla tratando de lucir despreocupada y dispuesta a hacer lo mejor que sabía hacer: reportear

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Ya nos quedan pocos capítulos =(


My Mistakes Were Made For YouWhere stories live. Discover now