Hermanas Sirenas

Capturadas

En las profundidades del mar, se encuentra el reino de las sirenas, seres mágicos, que los humanos desconocen, en este reino es dirigido por el rey de los mares Jude Heartfilia junto a su amada esposa Layla Heartfilia, reinaban el mundo acuático felizmente, ellos tenían dos  hermosas hijas, ademas de un centenar de hijos varones , ellos amaban a todos por igual, ademas de darles mucha libertad a sus dos únicas hijas mujeres, Lucy y Levy heartifilia, a ellas les encantaba el mundo terrestre, ademas de ser muy curiosas eran sumamente hermosas,  todos en el reino las admiraban y amaban, ellas eran muy unidas, Levy tenia un sumo interés por los libros su cabello azul como el mismo mar, su cola de un color naranja cálido, Lucy de cabellos rubios como el sol, y su cola de color rosa como estrella de mar, Lucy era muy buena cantando, su canto era mágico literalmente, como contaban los libros, las sirenas tienen el poder del canto hacer conjuros con este, esa era la magia secretas de las sirenas,aun que era un mito que con el embrujan a los hombre, ellas pueden hacer casi cualquier cosa solo con conjurarlo con su melodiosa voz. 

-Oye! Levy-chan, vamos de aventura!- Sugirió a su hermana, que se encontraba como de costumbre leyendo uno de sus tantos libros 

-¡SI! vamos!- respondió casi al instante-¿Crees que nuestro padre nos deje?- Dijo a modo de sarcasmo a lo que ambas solo comenzaron a reír

El echo de que ambas jóvenes sirenas salieran a deambular por el inmenso mar, no era noticia  nueva dado que ambas desde muy jóvenes se mostraron curiosas y poderosas nada les impedía salir a conocer el mundo donde vivían, juntas aletearon asta la gran sala de sus padres una inmensa puerta de hermosos corales se abrió a su llegada  

-Padre! somos nosotras- anuncio Lucy ambas jóvenes entraron 

-Lucy Levy, queridas- Saludo su madre, una cálida sonrisa y radiantes ojos color caramelo, claros y hermosos cabellos, dorado, brillaban cual oro ante los rayos de sol una hermosa e inmensa cola color purpura, con destellos dorados. 

-Lucy Levy me da gusto verlas, ¿como han estado sus estudios?- saludo algo serio su padre, era un rey muy bueno, y a su vez siempre muy estricto

-Muy bien, Levy y yo somos muy listas, nos aburrimos demasiado en las clases, por eso decidimos irnos de aventura unas semanas-

-Si! y venimos a despedirnos- 

-De nuevo van de aventura? deberían saber que algún día deberían casarse y cuidar del reino- ante esto las chicas no pudieron evitar sentir un nudo en su garganta, algo deprimidas solo asintieron a el sermón de su padre 

-Jude, sabes muy bien que ese tema no es adecuado para las chicas, ademas ahora mismo es mejor que conozcan y vivan ¿verdad? - algo triste vio a sus dos pequeñas hijas, que asta ahora solo guardaron silencio 

-si... madre- susurro casi Levy, Lucy no dijo nada y solo salio seguida de Levy 

-Cuídense mucho mis pequeñas hijas- dijo Jude antes de que estas se marcharan 

-si padre- Antes de que las grandes puertas de coral se cerraran ambas hicieron una reverencia a modo de despedida 

Mientras tanto en la superficie un inmenso barco se encaminaba a la aventura.

-Vamos idiota de hierro tienes que ayudarme a levantar el ancla- un pelirosado maldecía a un hombre de largos cabellos negros.

-malditasea,  salamander déjame dormir! con los disturbios que hicimos ayer  tengo sueño- grito el pelinegro mientras se levantaba 

-ustedes dos! dejen de pelear y levanten el ancla!- una hermosa joven de largos cabellos rojos los observaba furiosa.

-si!- de un salto huyeron de aquella mujer siguiendo sus ordenes