Talla grande

Por siempre juntos...

Christopher

Mire a mi futura esposa caminar hacia mi. Estaba mas bella que nunca con su vestido blanco sencillo y su pelo recogido en un costado. Su belleza seguía quitándome la respiración y sus curvas seguían enciendiendome cada noche. Ella me sonrió y me guiño el ojo. El Elvis gordo se paro delante nuestro. Dijo las palabras que debía decir y nos caso.

En la misma capilla nos sacamos una foto que enviamos a nuestros amigos. James y Melissa estaban encantados de cuidar a nuestro hijo que había nacido tres meses atrás. Ellos estaban muy enamorados. Cassy había hecho que se unieran y eran perfectos el uno para el otro. Los dos optimistas e impulsivos se habían ido a vivir juntos solo dos meses después de comenzar a salir y nunca había visto a mi amigo tan feliz. Melissa se convirtió en una amiga intima para Cassy y Fanny que confiaba en ella y a mi me caía fantástico. Esa noche en la suite nupcial de Belaggio desate toda la pasión en el cuerpo de mi esposa que me respondió igual de apasionada y enamorada que yo. Cuando en la madrugada nos abrazamos para dormir por primera vez como marido y mujer supe que nunca podría estar completo sin ella.

Casandra

volvimos de Las Vegas casados y exhaustos. Los dos días que habíamos pasado allí fueron divertidos y eternos y las noches llenas de pasión. Estaba tan enamorada de mi marido que no me cabía en el cuerpo tanto amor. Habíamos extrañado a nuestro bebe y aunque Melissa y james se ofrecieron a cuidarlo otra noche no quisimos. Ya lo extrañábamos demasiado.

Mi blog de moda para chicas de talla grande era un éxito. Me llamaban de varias revistas pidiendo mis opiniones y yo colaboraba gustosa. Me gustaba poder compartir mi experiencia a mujeres como yo que trataban de verse bien sin caer en las presiones de la sociedad por verse mortalmente delgadas.

Trabajaba menos horas, me encantaba cuidar a mi bebe. Christopher también trabajaba menos había delegado muchas cosas a James y a su nuevo segundo al mando Connor un joven genio que había reclutado como nuevo asistente y que hacia la vida de mi marido infinitamente mas fácil.

Me sentía feliz y completa. Extrañaba a mis padres y a mi abuelo pero sabia que ellos estarían felices por mi.

Mirándome al espejo me sonreí a mi misma. El vestido me quedaba precioso. Esas curvas que un tiempo atrás me preocupaban trajeron a mi a un hombre maravilloso que me amaba tal como era. Cuando me di vuelta vi a mi marido sonriéndome pude notar el amor y el deseo en su mirada.

Entonces todo cerro en mi misma. No importa tu talla , siempre que te aceptes como eres y saques lo mejor de ti encontraras a alguien que te ame sin querer cambiarte y que ame incluso eso que tu crees que son tus defectos. Y así era. Yo una chica de talla grande con un pasado triste habia encontrado el amor en un hombre que me amaba tal como era. 

La felicidad no tiene tallas. El amor no tiene medida.

fin