Perdida en tu mirada

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-Ey, ¿Puedo pasar?- dijo la joven

Quedé en shock cuando vi a Brisa, la hija del hombre que nos ofreció aquel tour por Inglaterra, quien me drogo, quien logró mi pelea con Lauren, a quien salvé de la muerte en aquel laboratorio de Herrera.

-Lo siento, pasa...-

Me moví para un costado con la silla y cerré la puerta, no podía evitar mi cara de sorpresa. La morocha miró un poco la decoración de la casa antes de voltearse y mirarme. Sus ojos reflejaron lastima y cerrando sus ojos suspiró

-No sabes cómo odio que haya cumplido con lo que quería- me dijo claramente refiriéndose a mis piernas

-Pues es así- rodee hasta la cocina -¿Quieres café? –

-Claro, pero deja lo hago yo- me siguió hasta la cocina y no pude evitar su ayuda, asique indicándole donde estaban las cosas ella preparó dos tazas de café. Nos sentamos en la sala con el televisor prendido, aunque bien sabíamos que no íbamos a verla.

-Seban ha venido a ayudar- solté y ella mi meró asistiendo

-Él está viviendo conmigo ahora-

-¿Enserio? ¿Desde cuándo?-

-Desde que herrera lo encontró husmeando sus cosas- tomó un sorbo de su tasa –Pero pudo escapar con lo que buscaba-

-¿Y que era?-

-Para tu filtración de sangre- ella estaba bien al tanto de todo lo que pasaba conmigo, y parecía que me leyó la mente cuando me respondió – Ya tiene todo lo necesario, mañana mismo vendrá-

-¿Viniste para decirme?-

Asistió -Eso y porque necesitaba verte- pude sentir su mirada compasiva –Nada va a lograr que me perdone por lo que te hice—

-Yo ya te perdoné- le dije con sinceridad –Solo fuiste un títere para Herrera, como lo fui yo en su momento-

-¿Arreglaste las cosas con Lauren? –

Me sorprendió su pregunta aun así conteste –Algo así, digamos que volvimos a empezar luego de que ella vio el video-

-Si, Seban me contó que te lo dio, y realmente me siento muy avergonzada de eso-

-Ya esta, es punto y aparte, tal como le dije a Lauren, volvamos a empezar-

-Claro- me sonrió y sentí como si me estuviera analizando–Siempre admiré tu forma de ser ____, no cambies nunca-

Bufé –Así la gente me ha tomado mucho por idiota-

-No creo que sea así, muchos te tienen respeto, porque eres alguien por la cual seguir su ejemplo-

-Entonces ¿Te parece volver a empezar?-

-No sabes lo feliz que me hace escuchar eso-

-Se lo que es sentir culpa, y ser un títere- extendí mi mano -¿Sin rencor?-

-Ninguno- sonrió y estrechó mi mano con mucha firmeza

A la mañana siguiente no podía quedarme quieta ni un segundo, me sentía demasiado ansiosa y estaba bien justificado estarlo. Durante la una hora estaba esperando que el timbre sonara, dando vueltas con la silla de ruedas estaba a punto de sacarle canas verdes a mi primo.

-¿Puedes parar un segundo? Debo devolver esa silla cuando la dejes de usar-

-Lo lamento, es que no puedo esperar más-

El sonido que quería escuchar me hizo saltar. Utilicé mis manos para hacer rodar mi vehículo y llegué a la puerta para recibir a quien hoy iba a curarme.

Protege tu corazón (Lauren y tu ; 2da temp ERDE)Where stories live. Discover now