Los gemelos Ian y Travis [TERMINADA]

Capitulo 42

Mau.

Después de estar tres horas sentado termine mi examen y todo el día estuve acomodando mi maleta.

Me voy a ir con los chicos (sólo los chicos) a un campamento.

Estábamos planeando esto desde hace tiempo y llego el día.

Las chicas no tienen ni la menor idea de adonde iremos, así es mejor.

-Te amo- le dije a Lu- volveré el martes.

-¡Dime a donde vas!- me grito molesta.

-No te puedo decir, es un secreto.

-¡Te vas a largar con otra chica! ¿verdad?

-Por dios Lu no empieces- la tome de la cara- yo sólo tengo ojos para ti.

Y seguido la bese, con eso se tranquiliza, los chicos se despidieron de sus novias y nos fuimos a la camioneta de los gemelos, Esteban manejaba y partimos hacia el bosque de Aisland.

-Sentí que Lucía me golpeaba- les dije.

-Son algo dramáticas- dijo Esteban.

-A que no- dijeron los gemelos.

-Bueno no- dijimos Esteban y yo.

Esteban condujo hasta el bosque y estacionamos la camioneta, nos adentramos al bosque y marcamos los árboles para no perdernos.

-¡Mauricio deja a esa ardilla!- me grito Ian.

-Es comida y tengo hambre.

-Aquí tenemos comida no mates a esa pequeña ardilla.

-Serás libre.

Solté a la ardilla y corrió hacia un árbol, se veía muy suculenta.

-Ten- Travis me dio una lata de atún.

-¿Tienen verdura?- les pregunte.

-Aquí hay mucho pasto, tienes de donde escoger- dijo irónico Ian.

-Gracioso.

Abrí la lata y le tiré el agua, empece a comerlo, se siente raro comer así. Ojalá no hubiera venido a este tonto campamento.

-¿Les gusta este lago?- nos pregunto Travis- para descansar.

-Es lindo y hay agua- dijo Esteban.

-Entonces aquí será.

Hicimos una fogata e intentaron buscar peces, pero no encontraron nada.

Asamos bombones, los pusimos en un palito.

Gérmenes y bichos.

Ugh.

-Chicos tengo que contarles algo- nos dijo Travis- tenemos- volteo a ver a su hermano.

-¿Qué pasa?- les pregunte.

-Nos iremos a Forked.

-¿Cuándo?

-El próximo año, cuando termine el ciclo escolar.

-¿De vacaciones?

-Para siempre y si regresamos a Aisland nos meteremos al ejército.

-¿¡Qué!?- gritamos Esteban y yo.

-Hijos de...- me interrumpieron.

-Ya se que nos odian pero no es nuestra decisión.

-Entonces ¿¡Porqué animales!?- les dijo Esteban.

-A mi papa le dieron un trabajo y no lo puedo abandonar.