Capítulo once.

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Niall era un ruidoso y entretenido borracho en el avión, bailando alrededor de la ostentosa cabina y cantando interminables coros de Waltzing Matilda, ajeno a la forma en la que Louis y Harry se estaban mirando el uno al otro. Eran justo pasadas de las cuatro a.m. cuando el avión finalmente aterrizo en el aeropuerto privado al sur de Sheridan. Louis se desabrochó el cinturón y cogió su maleta, saltando por la estrecha escalera plegable de la pista. La noche todavía estaba oscura y ventosa, pero podía sentir las montañas al oeste.

Harry y Niall bajaron después de él, con los brazos envueltos alrededor de la cintura del otro. Louis se apartó de la amplia extensión de llanura más allá de la pista iluminada y resoplo suavemente mientras sonreía hacia ellos - Niall estaba golpeando la cara de Harry como un gato, con el ceño fruncido en concentración, y Harry estaba cargando sus dos bolsas en su musculoso brazo.

"Waltzing Margarita," canto, mientras caminaban hacia los coches. "You'll go a waltzing Margarita with me..."

"Llaves, Niall," exigió Harry.

Niall las sostuvo temblando, suspirando mientras cantaba en voz baja, "¿Dónde está mi margarita...?" Empezó a voltear con la cabeza, estirando el cuello para ver el sillón vacío de su camioneta mientras Harry lo ayudaba a subirse en la cabina.

"Margarita sigue en Gillette, Ni, con tu mamá," Harry rio. Volteo a ver a Louis mientras cerraba la puerta detrás de él, lanzándole las llaves de su Ford.

"Tengo, uh, tengo que llevar a Niall a casa y ponerlo en la cama," dijo, rascándose la nuca y encogiéndose de hombros disculpándose. "Tu vuelve al rancho. ¿Duerme un poco?"

Le sonrió dulcemente a Louis, su cara honesta y sus ojos brillando, y Louis sintió una presión insoportable en el pecho, el deseo de tomar a Harry, abrazarlo y apretarlo y nunca soltarlo. Sus dedos querían tocarlo con muchas ganas, todo su cuerpo desesperado por ser presionado contra Harry de nuevo, sintiendo el amor. La tensión entre ellos mientras se miraban se sentía como una variante de la primera vez - Louis frustrado e impaciente, Harry proyectando calma. Solo que ahora había una corriente, un dolor de anticipación. Mantuvieron la mirada hasta que Niall bajo la ventana de la camioneta.

"El fantasma baila con Matilda," dijo,  arrastrando las palabras. "¡Incluso después de que el tipo muere, lo único que quiere es otro baile con su esposa! Esa es una buena historia de amor, allí mismo." Su rostro se arrugo un poco, como si estuviera siendo golpeado por la emoción repentina.

"No creo que la canción sea realmente acerca..." Louis empezó, mientras Harry volteaba a ver a Niall, que estaba encorvado, con la barbilla en un vaso. Parecía como si fuera a empezar a llorar.

"Oh muchacho," Harry dijo, guiñándole un ojo a Louis mientras caminaba hacia el lado del conductor de la camioneta. "Hora de dormir, Niall."

Louis mordió su labio y asintió, caminando con rigidez hasta la camioneta de Harry. Todavía estaba un poco adolorido de la noche anterior, pero no era desagradable. Sus muslos se sentían como si tuvieran un dolor por dentro mientras se ponía detrás del volante,  ajustando hacia adelante el asiento para acomodarlo a su estatura más corta. Se sentía hiperactivo. Su horario de dormir todo movido por su siesta prolongada del medio día.

Y...

Harry en un esmoquin, acercándose hacia el a propósito. Había un toque de tensión en sus derechas cejas espesas, una indicación de que Harry estaba plenamente consciente de las consecuencias. Plenamente consciente de quien podría verlos bailando juntos, de lo que podría significar comenzar una relación.

No importa. Nada de eso...

Una punzada de electricidad subió por la espalda de Louis mientras recordaba. Habría consecuencias, probablemente. No, definitivamente, pensó, un poco disgustado. La forma en la que habían bailado... No podría haber parecido más platónico. Se preguntó lo que Walter Mohs le habría dicho a Anne. Se sentía más y más despierto mientras manejaba los quince minutos de regreso a la Solitaria Rose, el camino silencioso y oscuro pero tenía las luces de los faros de la camioneta. La pequeña pista de aterrizaje era cercana al rancho, pero estaba a casi media hora fuera de Sheridan. Casi una hora de ida y vuelta - Harry probablemente se quedaria el resto de la noche con Niall.

Wild And Unruly (Larry Stylinson AU)Where stories live. Discover now