The truthful love (Austin Mahone)

Capítulo 37:

Sus labios estaban unidos, sin decir una palabra los quede observando por unos segundos, ambos parecían estar disfrutando el momento, no les hable, solo me marche de allí, las lagrimas caían inevitablemente, ¡Tonta, tonta, tonta! decía en mi mente, como pude creer que él que amaría, fueron puras mentiras y yo me las creí ¿quién después de 3 años sigue amando a una persona? solamente yo, soy una estúpida, como creí que ahora que era cantante estaría a su altura, solo fui un tonto juguete para pasar la noche, o la estancia en Los Ángeles. soy una completa ¡IDIOTA! , Alex corrió tras mi y me abrazo fraternalmente contra su pecho, no pude mover mis manos para corresponder a su abrazo, quedaron tiradas al lado de mi cintura. Por más que quisiera no podía dejar de llorar, mi corazón una vez más había quedado roto, creo que no fui hecha para el amor, soy una masoquista de primera.
Alex decidió irse conmigo al hotel, era un gran amigo. Salimos de la fiesta y tomamos un taxi, durante el trayecto no hacia más que llorar y pensar en aquella noche que pase con Austin, en lo hermoso que fue, pero e veía opaca do al ver a Austin y a Sofía besandoce, claro Sofía era mucho más atractiva que yo. Austin era un superficial más.
Llegamos al hotel, por primera vez en días no había una cantidad de persona significativa, entramos y me encontré al profesor en la recepción, me miro extrañado e inmediatamente me pregunto que me ocurría, solo le respondí que nada importante y me fui a tomar el ascensor con Alex.
Marcamos el piso número 5, en un momento ya estábamos en el quinto piso, caminamos hacia mi habitación, saque las llaves de mi pequeño bolso, abrí y fui corriendo a tirarme a mi cama, aplaste mi rostro contra la almohada, realmente parecía que estuviera haciendo una pataleta, pero tenía unas ganas enormes de golpear algo, empuñe mi mano y comencé a golpear con todas mis fuerzas el colchón, hasta agotar toda la rabia que tenía contenida, Alex se acerco a mí y se sentó a mi lado, me tomo de mi estomago he hizo que me sentara en la cama, él me abrazo de una manera tan tierna, realmente necesitaba sentir un abrazo, sentir el apoyo de alguien.
-Tranquila pequeña -acariciaba mi cabello, corriendo una mecha de pelo tras mi oreja.
-No puedo -dije intentando secar mis lagrimas con mis manos.
-Claro que puedes -dijo tomando mis manos un poco húmedas por las lagrimas - tú sabes que eres fuerte, además Austin debió cometer un error -dijo intentando justificar aquel beso.
-Si cometió un error al pasar la noche conmigo, ¿no te das cuenta que me utilizo -se me desgarro el corazón, mis lagrimas caían sin cesar.
-No digas eso el te quiere-bajo la cabeza y beso mi cabello-
-Si me quiere para jugar -dije- mírame ¡soy fea!.
-Eres la persona más hermosa que he visto en mi vida -dijo rápidamente e impulsiva mente, levante la mirada para ver sus ojos, vi algo tan sincero que me sorprendió, él jamás me había mirado de esa forma -yo... lo siento -dijo desconectando nuestras miradas.
-Lo dices por que soy tu amiga -contra ataque.
-Ann, tomo mis manos, yo... -hizo una pausa- te quiero -tomo valentía y me miro a los ojos.
-Alex, debes estar confundido -acerco su rostro lentamente y me robo un beso, por un momento pasaron muchas imágenes en mi mente, Austin diciéndome un "te amo", pero luego esa espantosa imagen de él besando a Sofía, apreté bien mis ojos y me deje llevar por sus labios. 
-Disculpa -dijo alejando ce de mi y agachando la cabeza-no debí, Austin es mi mejor amigo... yo no puedo 
-Tienes razón, pero Austin ya no me quiere -agache la cabeza, el tomo mi mentón y me volvió a besar, fue raro, por alguna razón no quería soltar sus labios, sentí un sentimiento bastante raro recorrer mis venas, no podía creer que el mejor amigo de Austin me estuviese besando.
-Te quiero... hace mucho -me volvió a besar.
Nos tendimos en la cama y nos quedamos mirando por unos minutos, luego solo me quede dormida, me desperté tras una pesadilla a las 3:23 am y sentí las manos de Alex abrazando mi cintura, por un momento recordé los momentos que había pasado con Austin, mi corazón se estremeció, pero tenía una cosa muy clara, debía olvidarle cueste lo que cueste.