Pequeña Mentira #1

Capítulo treinta y tres.

N/A: Creo que empezaré a poner las notas primero, no se. Bueno, quiero decirles qué tengo muchas ideas para este libro, en verdad que quisiera sacarlo en físico y aunque no sea tan famoso, me gustaría hacerlo.

Alguien me dijo que la vida es un riesgo, y chicas hay que empezar arriesgarse.

También quiero agradecer por las personas que me manda su apoyo y le gusta como escribo, estoy pensando hacer esto una saga, todavía no se pero lo estoy pensando.

Igual quiero que los lectores fantasmas voten y cometen,  me gusta leer los comentarios. Contestarlos y así, siempre me han gustado interactuar con otras personas.

Faltan pocos capítulos para decirle adiós a Colín, lo siento ʕ•ﻌ•ʔ

Voten y cometen, opinen y por favor respeten las opiniones de otras lectoras, gracias por estar aquí conmigo.

23 de Noviembre de 2013.

Nunca antes me he sentido tan impotente cuando se trata ayudar a mis seres queridos, sé que tengo que ser fuerte y no llorar enfrente de la señora Findlay pero no puedo.

¿Cómo ha sucedido todo esto?

Camino hacia Corey y dejo que me envuelva en sus brazos, respiro profundo para controlar todas estas emociones que me están matando.

— ¿Dónde esta Winnie? —pregunta en un susurro Corey.

—Mí mamá acababa de llegar cuando me hablaste y dijiste lo que paso, ella sé ofreció cuidarla —respondo.

—Isaiah me dijo que también Jesse lo están tratando en este mismo hospital.

—Ellos fueron hoy a la madrugada a mi apartamento, Jesse estaba muy mal. Lo trajo al hospital por orden del médico.

— ¿Tan mal esta?

—Se está muriendo —ahogo un sollozo —, igual Colín se está muriendo.

—Shhh... No digas eso, él se va poner bien —Corey parece no querer pensar en su hermano muerto. —. Él va a estar bien.

— ¿Qué es lo que realmente paso? —pregunto, necesitando saber lo que paso en Seattle.

Corey me aprieta fuerte contra su cuerpo. Estoy cansada, he estado en el hospital desde que me enteré que trasladaría a Colín aquí y eso fue en la mañana.

Un accidente puede ocurrir sin que nadie sepa pero lo de Colín no fue un accidente, fue algo más. ¿Qué estaba haciendo en Seattle? Race esta ahí.

¡Eso es Whitney! Colín siempre haría cualquier cosa para proteger a los que más ama, su mensaje... Mierda no.

Me retiro de los brazos de Corey, miro a los ojos azulados iguales qué los de Isaiah, solo que los de ellos parecen mas culpables.

— ¿Fue por Race, verdad? —pregunto en voz baja.

—Race esta en Seattle y tú has recibido cartas, fotos, mensajes sobre alguien que esta pendiente cada paso qué das desde mucho antes de conocer a Colín —responde Corey.

Frunzo el ceño, niego con la cabeza. Eso es mentira, las cartas y todas esas cosas que menciona Corey las he recibido un poco antes de que Winnie naciera, no antes. Debe estar confundido.

—Eso no puede ser...

—Colín encontró una cuando tu madre lo dejo entrar a tu casa mientras dormías, él vio esas cartas y empezó a investigar —confiesa —. Nadie sabía sobre esto, Colín estaba tratando de protegerte.