Su virginidad en mis manos.

Nervios y pasión.

No cabe duda de que yo y el nos queríamos, de una forma inexplicable, no eramos novios pero teníamos las ansias de estar juntos y nada nos detenía.
Cuando llegue a su casa toque la puerta casi tan fuerte que podría echar abajo la puerta, cuando Martín abrió no podía parar de reír y menos yo,era un momento de esos en el que no podíamos aguantar las risas, entonces entre y nos sentamos a ver mi serie favorita "the vampire diaries" y lo ame sólo por tolerarme escuchar mis gritos por Damon.
Eran casi las ocho de la noche y todo se oscurecía,fue allí donde le pregunte si estaba listo y si no se arrepentiría.

Empecé por darle un beso suave y cruzar mis piernas con las suyas, ya cuando me sentí cómoda me senté encima de el mirándolo a los ojos. El momento era perfecto junto a las canciones de Hozier...no parábamos de besarnos y tocarnos.
Martín me levantó en sus brazos y me llevo a su cama,rápidamente nos quitamos la ropa y al momento esperado nos detuvimos...no había preservativo !